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Un auténtico papelón

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El presidente de Bolivia, Evo Morales, trasladó al ámbito deportivo la rivalidad que lo enfrenta a sus ex aliados del partido del Movimiento Sin Miedo (MSM), y en particular con el intendente paceño Luis Revilla, con motivo de la entrega de césped sintético para una cancha de fútbol en el centro de La Paz. Ayer por la mañana, ambos se encontraron en el terreno de juego en un encuentro que se presumía amistoso y festivo desde el inicio, pero que durante los 70 minutos que duró, puso de manifiesto la hostilidad. Si bien antes del silbato inicial, Morales y Revilla mostraron su cara más amable, posando juntos ante las cámaras, a los cinco minutos de partido, uno de los jugadores del equipo de la alcaldía de La Paz pateó al presidente en la espinilla, lo que provocó una airada reacción de Morales que respondió con un rodillazo al infractor. El árbitro tuvo que frenar el intento de pelea que se iba a producir con dos expulsados. El mandatario siguió jugando, rengueado por su lesión, y hasta tuvo que ser atendido en el medio tiempo. Al final, el resultado marcó un empate a 4, el último gol de Morales, que dejó a los dos equipos con ganas de revancha. Quizá, la próxima será de carácter electoral.

Foto: Agencia EFE