Oleada de robos en pilcherías y boutiques

Algo más que mecheras

Se mueven en grupos de tres a cuatro personas. Desvalijan y cargan todo en bolsas de consorcio. Fugan a bordo de un remís que las espera.

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El robo en la pilchería Matilda (bulevar Pellegrini 2686) se consumó al cierre del horario comercial. Foto:Flavio Raina

 

Danilo Chiapello

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Es un grupo integrado por mujeres el que asestó numerosos golpes en pilcherías de la ciudad.

Sólo en los últimos días dejaron un verdadero “tendal” en locales ubicados sobre bulevar Gálvez, Pellegrini y en sus inmediaciones.

En todos los casos actúan con idéntica modalidad. Llegan todas juntas (generalmente son de tres a cuatro mujeres). Una de ellas es la que hace “la punta” y se muestra interesada en probarse distintas prendas. Luego se suman las demás.

La “actuación” es breve, pero contundente. Al cabo de algunos minutos sacan a relucir sus verdaderas intenciones.

Es entonces cuando dan paso a la acción. Con firmeza y bajo amenazas reducen a la comerciante. A veces hacen exhibición de un arma blanca o enseñan un arma de fuego que llevan oculta bajo sus ropas. En todos los casos la víctima es obligada a encerrarse en algún probador, donde es maniatada utilizando las mismas prendas del negocio atacado.

Ya con el “campo despejado” arrasan con las mercaderías. Pero aquí vale hacer una consideración. No son ladronas improvisadas. Hasta se dan el lujo de seleccionar las prendas que van a sustraer. Su botín preferido suelen ser las prendas de jeans, remeras y camperas.

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Las encargadas de Matilda reclamaron mayor control policial. “Después del robo pasaban a cada rato, pero no se los vio más”, dijeron. Foto: Danilo Chiapello

Los hechos

La más reciente incursión la concretaron el mediodía del viernes, en el local Mía, ubicado en bulevar Pellegrini al 3100.

Minutos antes de las 12 el grupo de mujeres llegó al lugar y realizó la previa frente al local. La encargada adivinó lo que estaba por venir, y corrió hacia la puerta con la intención de trabarla. Pero no le dieron tiempo.

De un empujón la hicieron retroceder. Acto seguido la “notificaron” sobre los motivos de la visita.

“Andá al fondo y encerrate”, dijo una de las rufianas a la víctima mientras le apoyaba el filo de una navaja en su cuello. En simultáneo otra de las ladronas se levantó parte de la blusa dejando exhibir que llevaba un arma de fuego a la altura de la cintura.

Lo que siguió es imaginable. Se llevaron casi la totalidad de la mercadería que estaba para la venta. Cargaron todo en bolsas de consorcio.

Testigos ocasionales apuntaron que las vieron salir del local cargando grandes bultos. El detalle: caminaban con absoluta normalidad, sin prisa alguna. “No se fueron corriendo”, precisaron.

* Unos días antes fue el negocio Matilda, de bulevar Pellegrini 2686, el que sufrió los embates de la delincuencia.

Esta vez el robo fue consumado al cierre del horario comercial. Quienes actuaron fueron tres mujeres, no mayores de 25 años.

Primero preguntaron por el precio de unas prendas. Luego se las probaron. Finalmente llegó la indicación para la empleada. “Andá al cambiador y quedate ahí. No nos mires. Te vamos a robar”.

* La secuencia siguió en la pilchería Sin Dudas, ubicada en Obispo Gelabert 2932, casi esquina con 1º de Mayo.

Aquí también el momento de actuar fue durante la tarde. Las malvivientes irrumpieron de golpe y sorprendieron a la encargada. No dieron tiempo a nada. Cuando quiso reaccionar ya se encontraba maniatada, de pies y manos, dentro de uno de los probadores.

El grupo de ladronas cargó todo en bolsas de consorcio. Salieron caminado por Obispo Gelabert y luego fugaron a bordo de un remís que las estaba esperando en 1º de Mayo. La víctima las alcanzó a correr por la vereda, aunque en vano. El vehículo se retiró a toda velocidad.


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En Mía (bulevar Pellegrini 3100) la empleada fue maniatada con prendas del negocio.

Foto: Danilo Chiapello

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En Sin Dudas (Obispo Gelabert 2932) la víctima corrió a las ladronas, las que finalmente fugaron a bordo de un remís.

Foto: Danilo Chiapello