LA FOTO ///

Barro rojo

A.jpg

En la foto aérea distribuida por Greenpeace se observa claramente, por su llamativo color rojo, el barro tóxico que cubre campos, calles y canales después de la rotura de una represa en una fábrica de aluminio ubicada en la localidad de Ajkai, en Hungría. La organización ecologista, desde su sede en Viena, alertó sobre los elevados índices de arsénico y mercurio detectados en pruebas de laboratorio realizadas a las muestras de “barro rojo” recogidas en la zona afectada, donde ya se contabilizaron cinco personas muertas. En total, siete poblados del este de Hungría fueron anegados por esa sustancia tóxica que causó además graves daños medioambientales. La fábrica Magyar Alumínium (MAL), donde se originó esta tragedia ambiental, es una empresa “heredera” de los complejos de industria pesada de la época comunista. La producción de ese metal fue fomentada en Hungría durante el régimen socialista y estaba considerada como una “historia de éxito” en la década de los años 1980. El gobierno de Budapest activó el mecanismo europeo de protección civil pidió ayuda técnica para hacer frente a la contaminación, que ya ha llegado al Danubio. Foto: agencia EFE