al margen de la crónica

Cada vez más parecido a Diego

Como se sabe, el flamante comisionado técnico de selecciones del Comité Ejecutivo de la AFA resolverá en algunas semanas quién será el próximo director técnico de la Selección Argentina de cara a Brasil 2014. Además de Batista, que está interino, se analizarán las trayectorias de Américo Rubén Gallego, Ramón Díaz, Miguel Ángel Russo y Alejandro Sabella. De ese grupo, con el “Checho” picando en punta por cuestiones obvias -es el que está y el que quiere Bilardo-, saldrá el reemplazante de Diego Armando Maradona.

En este tiempo de tensa espera, hizo ruido un futbolista que está acostumbrado al silencio, a declaraciones de compromiso y a decir siempre lo mismo. Se trata, nada más y nada menos, que de Lionel Messi. Sin vueltas, dijo en Japón: “Quiero que siga Batista, con él me siento cómodo en la cancha”. Más presión, imposible.

Así, invadiendo terreno dirigencial, Messi jugó sus fichas, en una actitud igual a las que le vimos a Diego en tantos años de carrera. En popularidad mundial y negocios millonarios, Messi está cada vez más parecido a Maradona. Y en meterse en cuestiones que no le corresponden como futbolista, también.

¿Cuándo entenderán los jugadores de la Selección Argentina que les pagan o los llaman para jugar a la pelota, no para elegir entrenadores? Desde el primero hasta el último. No son ellos los que deben meterse en esta discusión, para eso están -mal, pero están- los dirigentes de la AFA.

Sorprende que Messi se juegue abiertamente, porque nunca se juega por nada.

Si con el silencio o la aceptación, el fútbol argentino formó algo inmanejable llamado Maradona, sería bueno repasar la lección. Porque, en muchas cosas, Messi va por el mismo camino. Que al técnico lo pongan los dirigentes. Y que él se dedique a jugar a la pelota, que es lo que sabe hacer como nadie en este mundo.