En la Sociedad Rural de Rafaela

La genómica bovina convocó a los referentes mundiales

Se realizó en Rafaela el Primer Seminario de Genómica Bovina, para exponer ante los productores lecheros los alcances de esta nueva tecnología para nuestro campo.

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Convocatoria. Más de 150 asistentes al curso de capacitación confirmaron el interés por parte de los productores y profesionales.

Foto: Campolitoral

Federico Aguer

Enviado Especial

En la apertura de la jornada hablaron el intendente local, Omar Perotti, el presidente de la Sociedad Rural local, Fernando Calcha, el Ing. José Luis Spontón, director del Centro Regional Santa Fe del Inta, el Dr. Mario Poli, del Inta Castelar, y el Dr. Nicolás López Villalobos, a cargo del Instituto de Veterinaria, animal y ciencia biomédica, de la Universidad de Massey en Nueva Zelanda.

Desde fines del año 2006, en Rafaela vienen trabajando en el tema de la genómica bovina. Ese fue el año de la conformación de Ingea, una asociación dedicada a la difusión de los beneficios de la genómica en los tambos de la región. Para ello, decidieron sumar al proyecto al Conicet, el Inta, la Municipalidad de Rafaela, la Fundación Potenciar, Las Taperitas y la Sociedad Rural local.

Por la interacción de las capacidades del sector público y el privado se proyecta un trabajo conjunto en los ámbitos científico y productivo de la investigación y aplicación de la genómica bovina. Producir avances a nivel genómico permite disponer de datos más precisos posibilitando una adecuada selección bovina para aumentar las productividad y competitividad del sector lácteo acortando los tiempos. Esta técnica aplicada aporta soluciones a problemas recurrentes en la sanidad de los rodeos, tales como la mastitis o la leucosis bovina

Trabajo en red

Para el intendente local, Omar Perotti, éste es un tema de trascendencia para la región y la Argentina. “Cuando nos pusimos a trabajar en este tema en 2006/7, teníamos en claro que nuestra región, centro de la cuenca lechera más importante de América Latina, tiene que ir mejorando todos los días para seguir ostentando esa referencia”, dijo. “Estas enfermedades causan la pérdida de mucho dinero, estamos convencidos que ese aporte de la ciencia hay que combinarlo con lo privado, y nosotros lo logramos con la asociación lograda con Las Taperitas, con la condición que la información generada sea para todos los productores”, agregó.

Para lograrlo, apostaron a la idea de una red. “Tenemos los especialistas, pero no en nuestra zona. “En un país que tiene una vocación de incorporación de tecnología debemos vincular a los especialistas a nivel nacional sobre estos temas. El proyecto tiene como objetivo que la región se vaya consolidando en la formación de recursos humanos en el tema genómica. El desarrollo científico, la secuenciación de la búsqueda de información del genoma, también incorpora otras profesiones, como los ingenieros en sistemas, por ejemplo”, explicó.

¿Qué es el genoma bovino?

Desde al año pasado se sabe que el genoma bovino está formado por más de 22.000 genes, y que es más similar al de los humanos que el de ratón o de rata. Es más, la mayoría de cromosomas del ganado se corresponden, en parte o totalmente, a los de los humanos, aunque el ADN varíe su localización en algunas áreas. El genoma humano y el de la vaca comparten la organización en la arquitectura de sus cromosomas. Eso es lo que los hace próximos distanciando el genoma humano del de ratón. Existe un gran número de segmentos duplicados y otros cambios en la disposición de los cromosomas.

Algunos de estos cambios afectan a genes implicados en el sistema inmunitario, la lactancia, el metabolismo y la digestión. Dichos cambios podrían explicar la excepcional capacidad del ganado para convertir de forma eficiente un forraje de baja calidad en carne y leche altamente energéticas. Para el Dr. Nicolás López Villalobos, la importancia económica del análisis genómico en Nueva Zelanda es muy significativa. “En Argentina no lo puedo predecir, pero la técnica si es adecuadamente adoptada podría hacer ganar la genética de los tambos argentinos”, destacó.

Según el especialista, el reto para las asociaciones de productores es saber cómo extraer los genes y ponerlos en grupos de animales para obtener lo que uno busca. Se busca combinar los mejores con los mejores. Con este tecnología, medimos la eficiencia de conversión de pastura en ingreso neto al productor”, agregó. “En Nueva Zelanda hay otros objetivos de selección por la distintas condiciones de mercado, con 4 millones de vacas y un mercado interno muy limitado. Aquí la implementación de genómica sería en base a un mercado mucho más grande”, finalizó.

Para el Dr. Mario Poli, del Inta Castelar, la incorporación de tecnología va a aumentar la precisión en la estimación del mérito genético de animales machos y hembras, cortando el intervalo generacional. “En aquellos que hacen prueba de progenie, se puede reducir bastante el número de toros, que si bien es una técnica eficiente, también es larga y costosa. Esta herramienta puede complementar la progenie, haciendo una selección adelantada de un número determinado de reproductores y con una precisión bastante adecuada”, especificó.

En Argentina, no lo puedo predecir, pero la técnica si es adecuadamente adoptada podría hacer ganar la genética de los tambos argentinos”.

Nicolás López Villalobos,

especialista.


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