Este mediodía

Le dieron la libertad a la esposa de Cano

De la Redacción de El Litoral

Marcela Kloster, la viuda de 35 años que estuvo durante veinte días presa implicada en la muerte de su esposo Carlos Alberto Cano, recuperó la libertad hoy, tras el pedido de “sustitución de prisión” presentado por sus abogados la semana pasada. Agotados los plazos procesales, y sin haber podido reunir prueba suficiente que la incrimine, el juez de Instrucción Sergio Carraro no tuvo más que aceptar el reclamo de la defensa y concederle la libertad.

A partir de hoy, Marcela estará bajo el cuidado de su madre Olga, junto a quien vivirá, además de su pequeña hija. “Le concedieron la sustitución de prisión y la nombraron a la madre como responsable”, adelantó el abogado Miguel Ángel Gómez esta mañana. Para ese entonces sólo les faltaba “firmar un acta en Tribunales, e inmediatamente le darán la orden de libertad a la Estación Tránsito -cárcel de mujeres-, para Marcela Kloster”, detalló.

Gómez dejó en claro que la liberación de su cliente es “sin perjuicio de la prosecución de la causa”, que “hasta ahora está en etapa de investigación”.

Primera sospechosa

Según pudo conocer esa parte todavía “faltaban algunas pruebas y periciales de organismos competentes”, pero ayer llegó el resultado del análisis ambiental solicitado a la comisaría más cercana a la casa de la madre donde aprobaron la estadía de la imputada.

“Kloster va a tener restricciones propias del caso, como no ausentarse de la jurisdicción y comparecer ante el tribunal una vez por mes”, amplió.

Mientras tanto, la Sección Homicidios de la Unidad Regional Uno continúa investigando los móviles del crimen de Cano, ocurrido entre la madrugada y la mañana del sábado 18 de septiembre, en su casa de calle J.P. López al 740 del barrio Guadalupe.

Kloster quedó detenida ese mismo día porque fue la primera en llegar a la escena del crimen y porque como esposa del hombre de 78 años, su ausencia generó todas las sospechas. Claro que con el paso de los días, poco fue lo que se pudo probar en su contra. La mujer asegura ser ajena al crimen de su esposo, por cuya pérdida hoy se lamenta enormemente.

Por las pisadas

Por otra parte, este miércoles la policía arrestó a un joven de 23 años, un vigilante privado de la zona, de quien se creyó podía tener algún vínculo con la casa. Lo que condujo a los investigadores hasta él fueron las huellas de borceguíes halladas en la escena del crimen, pero también podrían ser producto de las pisadas de los primeros policías que entraron en la escena. Al muchacho, que luego recuperó la libertad, se le secuestró un par de borceguíes de la marca Hi Force de cuero negros, del número 43.

Según reveló la autopsia Cano murió a causa de los golpes en la zona craneana con un elemento contundente que luego se secuestró en el lugar: un hacha de mano. Tal como informaron los forenses, el cuerpo de Cano no fue sometido a otros vejámenes, ni en vida ni muerto, como se pensó en algún momento.

En el lugar tampoco se encontraron signos de robo, ya que puertas y ventanas se encontraban perfectamente cerradas cuando la esposa entró a la casa a buscarlo. Una vez revisado el lugar tampoco hubo signos de violencia en muebles ni armarios y no existía el desorden propio de cuando se busca desesperadamente un bien precioso como joyas, dinero o alguna reliquia escondida.