El desafío del momento

Hacia la industrialización del campo

Con este importante tema se desarrolló una charla conferencia en la Sociedad Rural de San Justo, de la que participaron más de 200 productores rurales de la zona.

San Justo (De nuestra agencia)

El evento fue organizado por Elbio y Cristian Alessio, representantes del Grupo Asegurador La Segunda en San Justo y contó con la presencia del Ing. Agr. Mario Bragachini, del INTA Manfredi, quien está a cargo de un equipo de especialistas que intentan desarrollar estos nuevos paradigmas para los sistemas productivos argentinos.

El profesional comenzó destacando que “el desafío parte de reconocer la necesidad de desarrollar procesos de inclusión social mediante emprendimientos con inversión pública y privada, reinvirtiendo los recursos generados en el sector agropecuario primario, posibilitando que el capital tierra sea mejor aprovechado, multiplicando varias veces el valor de la producción primaria, antes de llegar al puerto”.

Para el especialista, este proceso de transformación y agroindustrialización en origen genera movimientos de la economía, rentas y muchos puestos de trabajo en el territorio productivo, por lo que puso énfasis en que los mismos deben gestarse en las propias localidades del interior, con formas asociativas entre los productores y con una fuerte presencia de las Comunas y Municipios que serán, en primera y gran medida, los más beneficiados por el citado proceso de inclusión social.

“Las comunidades que están desarrollando modelos como el indicado”,- agregó- “no tienen desempleo y sus habitantes progresan a la par de sus comunidades”.

El campo avanza

En ese sentido Bragachini, puntualizó que “el desafió que nuestro país está afrontando es transformarse en un país industrializado para ser un país económica y socialmente sustentable. Esto lo puede lograr de la mano del campo, promoviendo el desarrollo de la agro industria. Para esto es necesario considerar una gran diversidad de productos que se pueden colocar en el mercado internacional y que esos productos tengan el mayor valor agregado posible. Es decir, dejar la idea del otrora granero del mundo y ofrecer al mercado productos elaborados de gran calidad agro industrial y alimenticia. Par esto se requiere entrar en un nueva estrategia de producción cuya finalidad es la producción de productos industriales, ya sea semi elaborados (granos de calidad diferenciada, aceites crudos.) y elaborados (harinas, aceites refinados, pastas, biocombustibles, bioplásticos.). Es relevante considerar a muchos de estos productos y subproductos dentro de la producción animal intensiva (carnes, leche.), todos integrados en una sola cadena agroindustrial haciéndola más rentable”.

Agregar valor en origen

En los últimos años se produjeron cambios profundos a nivel global y también en Argentina, estos cambios, entre otras cosas, indican un crecimiento de la siembra sobre campos alquilados con contratos de muy corto plazo (muchas veces una campaña).

“Este proceso”, señaló el disertante, “dificulta la planificación de un sistema de rotación de cultivos, la aplicación de tecnología como la del balance de nutriente y carbono del suelo, también afecta el desarrollo de estructuras fijas que permiten integraciones que faciliten el proceso de industrialización en origen, transformaciones de proteína vegetal a proteína animal, biocombustibles. Finalmente desalienta la integración asociativa para encarar proyectos de mayor valor agregado en origen, que conlleven a un crecimiento con desarrollo y equidad del interior del país”.

“el desafío parte de reconocer la necesidad de desarrollar procesos de inclusión social mediante emprendimientos con inversión pública y privada”.

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Dinámica. La charla cautivó la atención de los presentes.

Foto: Agencia San Justo

Para Bragachini, el modelo productivo argentino donde el productor primario se encuentra aislado del resto de la cadena de valor no se repite en los países desarrollados, donde día a día los productores se integran verticalmente a la cadena agroindustrial. “La propuesta”, explicó Bragachini, “consiste en que los productores primarios de cereales y oleaginosas, de carne y leche, cerdo y pollo no integrados a la cadena se asocien bajo una figura jurídica con alto espíritu cooperativo, con reglas claras y distribución de renta pactada y controlada”.

El objetivo es recuperar la competitividad de los productores y no solamente crear una gran empresa o cooperativa en la zona que genere crecimiento sin desarrollo para los productores y la comunidad, sino que sean un medio para el desarrollo local con inclusión social. La actividad, muy bien ilustrada y explicada por su disertante, culminó con una cena de camaradería, ofrecida a todos los asistentes por el Grupo Asegurador La Segunda, que sistemáticamente realiza capacitaciones de este tipo en el marco de su programa Sembradores del País.

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Integración e industrialización de la producción agropecuaria