Fue ministro en la dictadura

Albano Harguindeguy:

será juzgado en Paraná

El ministro de Jorge Rafael Videla nunca antes se había sentado en el banquillo de los acusados por delitos de lesa humanidad.

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El ex general será llevado a juicio oral

Foto: Archivo

DyN

Por primera vez el teniente general retirado Eduardo Albano Harguindeguy, ministro de Interior en la etapa más sangrienta de la última dictadura cívico-militar, será juzgado en 2011 por delitos de lesa humanidad perpetrados en Entre Ríos.

Fuentes judiciales revelaron hoy a DyN que Harguindeguy, de 83 años y en detención domiciliaria, comparecerá ante el Tribunal Oral Federal de Paraná acusado del secuestro de 21 personas, dos de los cuales aún siguen desaparecidas.

Será el primer juicio que se desarrolle contra Harguindeguy, quien escoltó al dictador Jorge Videla en el Ministerio del Interior por cinco años, de 1976 a 1981, cuando se produjo la mayoría de los crímenes del terrorismo de Estado.

Sin embargo, pasados casi 30 años nunca compareció en el banquillo de un juicio oral. Compañero de estudios de Raúl Alfonsín en el Liceo Militar, Harguindeguy no fue acusado en el gobierno que encabezó el radical, de 1983 a 1989, y dio impulso al histórico Juicio a las Juntas Militares.

Las fuentes precisaron que Harguindeguy será sometido a juicio oral y público junto al general retirado Ramón Genaro Díaz Bessone, 70 años, entonces jefe del II Cuerpo de Ejército con jurisdicción en el Litoral y luego ministro de Planificación.

Además estarán en el banquillo los militares retirados Naldo Miguel Dasso, ex jefe del Regimiento de Caballería de Tanques 6 de Concordia, y Juan Miguel Valentino, excarcelado.

Y los policías retirados Francisco Crecenso y Julio César Rodríguez, ambos con detención domiciliaria. La elevación a juicio oral dispuesta por el juez federal de Concepción, Gustavo Pimentel, en las causas caratuladas “Fiscal general solicita desarchivo de causas por desaparición de personas-Área Concordia” y “Román” contiene 18 hechos de privación ilegítima de la libertad y tres hechos de privación ilegítima, dos de los cuáles terminaron en las desapariciones de Julio Alberto Solaga y Sixto Francisco Zalazar.