Kevin Spacey

“Parte del trabajo del actor es ser un poco detective”

El actor se encuentra promocionando la película “Casino Jack”, en la que interpreta al estafador financiero Jack Abramoff, con quien se reunió para descubrir nuevos aspectos del papel.

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Spacey seguirá siendo director artístico del teatro londinense The Old Vic hasta 2015, aunque no deja de trabajar en cine a través de su propia productora. Foto: EFE

 

Patricia Rodríguez

EFE

Admirador del mítico Jack Lemmon, el estadounidense Kevin Spacey indicó el jueves en Doha que su profesión de actor le obliga a “actuar como un detective” durante la preparación de sus personajes, y remarcó su rendida pasión por el teatro, que considera “su primer amor”.

Sumergido en la promoción de la película “Casino Jack”, que se estrenó en Qatar durante la segunda edición del Festival de Cine de Doha (el Doha Tribeca Film Festival), el ganador de dos Oscar explicó cómo ha sido esta última aventura cinematográfica, que le ha hecho meterse en la piel de un corrupto hombre de negocios.

La cinta, basada en una historia real y dirigida por George Hickenlooper (“The Big Brass Ring”, 1999), con guión de Norman Snider (“Body Parts”, 1991), refleja la vida del influyente agente financiero Jack Abramoff, al que sus negocios fraudulentos le llevaron a prisión, y con el que Spacey se reunió en persona para preparar su papel.

Aunque sus charlas con el auténtico Abramoff son “privadas”, el también director artístico del teatro londinense The Old Vic señaló que se encontró con una persona “increíblemente carismática, muy divertida”, que le hizo sentir “sensaciones contradictorias”.

“Por un lado, ahí está la persona, y por el otro tienes los hechos y, como actor, tienes que ser un poco detective para discernir entre todas las pistas que te van dando. Te preguntas: ¿Qué pasaba realmente por su cabeza?”, explicó el también director en un distendido encuentro con la prensa, con la bahía de Doha como fondo.

En el filme, llamado originalmente “Bagman”, el protagonista de “Belleza americana” (1999) da vida a un personaje que no duda en recurrir a sus muchas influencias para llegar a acuerdos fraudulentos y sobornar a los casinos indios de Estados Unidos, delitos que terminan poniéndole entre rejas.

El actor confió en que esta cinta pueda llegar a “humanizar” a un personaje al que no juzga: “Lo más interesante de ser actor es que es difícil juzgar a alguien cuando te tienes que meter en sus zapatos”.

Talleres

Además de promocionar este trabajo, Spacey, que se considera un actor “políticamente activo”, ha aprovechado también su paso por el Tribeca qatarí para participar en talleres de trabajo infantiles de interpretación, una actividad que le “encanta”, ya que, dice, en los niños se ve “reflejado”.

“Recuerdo perfectamente mi primera clase de interpretación y cómo la audiencia me aplaudió tras una escena improvisada”, rememoró.

El actor también contó que desde los 11 hasta los 19 años, cuando vivía en las afueras de Los Angeles, le tocó vivir un momento de auge cultural en los colegios norteamericanos.

“Entonces, se apoyaba el arte, se creía en él y se financiaban muchísimas actividades culturales en las escuelas. Yo pude ver a gente como Katherine Hepburn y asistía continuamente a seminarios y festivales”, dijo.

Fue durante esa época cuando Spacey comenzó a desarrollar su “autoestima” y dejó de ser “el niño tímido” que era para adquirir seguridad sobre un escenario.

Su recuerdo “más memorable” data de cuando tenía 13 años y acudió a uno de estos talleres de trabajo que tanto disfruta en el que se encontraba Jack Lemmon (“Piso de soltero”), uno de sus “ídolos”.

“Tuvimos que hacer una escena de una obra que preparábamos, tras la que Lemmon se acercó y dijo: “Ha sido increíble, este niño es un actor’. Y eso marcó un principio de algo dentro de mí”, admitió.

Las tablas

El también protagonista de “Los sospechoso de siempre” (1995), “The Men Who Stare at Goats” (2009) y también de cintas como “21” (2008) o el telefilme “Recount” (2008) estas últimas, producidas a través de su empresa Trigger Street, asegura, pese a sus muchos éxitos de taquilla, que su “primer amor” es el teatro.

“El teatro es siempre mi preferencia. Recuerdo cuando empecé a dirigir el Old Vic -señaló. Se dijo que me marchaba del cine y que daba la espalda a las películas”.

Entonces, un inquieto Spacey que -remarcó- ha dedicado más de dos décadas al teatro, sintió “la necesidad de perseguir un nuevo sueño“ y dejar el cine momentáneamente.

Considera que el Old Vic es, ahora, su “ocupación a tiempo completo” y allí estará hasta 2015 “cuando habrá que buscar sangre fresca y un nuevo director que me reemplace”, y constituye además “el desafío más extraordinario” de su vida.