La empresa constitucional

En Santa Fe el Congreso, en Paraná la capital

Liliana Montenegro de Arévalo (*)

Las desavenencias entre Rosas y Urquiza se ahondaron luego del Tratado de Alcaraz, firmado en 1846 por las provincias de Corrientes y Entre Ríos. Cuando se produce la periódica renuncia de Rosas al manejo de las Relaciones Exteriores que las provincias le habían delegado -y que siempre le era rechazada-, Entre Ríos se la acepta y reasume para sí los asuntos extranjeros. La ruptura se produce el 1º de mayo de 1851. Justo José de Urquiza se pronuncia contra el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. Y el 25 de mayo dirige una proclama a todos los argentinos explicando sus motivos y propósitos. La provincia de Entre Ríos firma un tratado con el imperio del Brasil, el gobierno de Montevideo y la provincia de Corrientes. Luego de organizar lo que se dio en llamar el “Ejército Grande”, el 23 de diciembre de 1851 se lanza con sus huestes al cruce del río Paraná. El 3 de febrero de 1852 tiene lugar la batalla de Caseros, donde triunfa. Y a partir de allí comienza una nueva etapa en la historia argentina. Urquiza proclama su política de olvido de todo lo pasado. El 6 de abril, se firma el Protocolo de Palermo por el que se faculta a Urquiza a dirigir transitoriamente las relaciones exteriores y se adoptan disposiciones relacionadas con la organización del país. El 31 de mayo, los gobernadores reunidos en San Nicolás, firman el Acuerdo, que designa a Urquiza Director Provisorio de la Confederación y echa las bases para la reunión del Congreso General Constituyente, que se reunirá en la ciudad de Santa Fe. El acuerdo de San Nicolás es rechazado por la legislatura bonaerense. Un clima de secesión origina la revolución del 11 de septiembre y Buenos Aires -“la hermana mayor” del alegato de Paso en el Cabildo Abierto del 22 mayo de 1810- se desentiende de los asuntos comunes, para aislarse en su acendrado localismo.

En cumplimiento del Acuerdo de San Nicolás, las provincias envían sus diputados a Santa Fe; y el 20 de noviembre se inaugura el Congreso General Constituyente. El discurso de Urquiza, que no pudo leer personalmente urgido por los problemas bélicos rezaba: “El deseo de muchos años se cumple en este día. Los gobiernos del litoral descansan hoy del peso de los compromisos contraídos en 1831”.

La Constitución se sanciona el 1º de mayo de 1853; es promulgada por Urquiza en San José de Flores el 25 de mayo; y jurada por todas las provincias excepto Buenos Aires, el 9 de julio.

Las facultades del presidente de la Confederación acerca de la política a desarrollar frente a Buenos Aires, fueron ampliadas por el Congreso de Paraná, lo que permite poner en pie de guerra al ejército nacional.

Ambos ejércitos se enfrentan en Cepeda (1859), siendo el triunfo para las fuerzas de la Confederación.

Urquiza después de la victoria de Cepeda entra en negociaciones con Buenos Aires, suscribe el Pacto de San José de Flores, en el que se establece la incorporación de Buenos Aires a la Confederación Argentina, previa revisión de la Constitución de 1853. Consecuente con el Pacto, dispone la casación de la ley de derechos diferenciales con respecto a la provincia de Buenos Aires.

La Convención Reformadora se reúne en Santa Fe en 1860, y concurren figuras de la talla de Domingo Faustino Sarmiento, Dalmacio Vélez Sarsfield, Adolfo y Valentín Alsina, José Mármol, Nicasio Oroño, José María Gutiérrez. La Convención modifica, agrega o suprime 22 artículos.

El 17 de septiembre de 1861 vuelven enfrentarse las tropas confederadas con las de Buenos Aires. Al vencer Mitre en los campos de Pavón, luego del controvertido retiro de Urquiza, es elegido presidente constitucional de toda la Nación. Pavón representa la unión definitiva entre Buenos Aires y el resto del país. El problema que aparece entonces es el de la federalización de Buenos Aires como capital de la República, sin una solución definitiva.

En lo que resta del siglo XIX la Constitución Nacional es reformada dos veces más. En 1866, la Convención vuelve a sesionar en la ciudad de Santa Fe, pero ya en el año 1898 lo hace en la ciudad de Buenos Aires.

En Santa Fe y Paraná, los gobernadores Domingo y Antonio Crespo

Domingo Crespo prepara el pronunciamiento en Santa Fe, combinándose con su hermano Antonio Crespo, gobernador de Entre Ríos, conspiración tramada en un bodegón del puerto y en la que están complicados con él, Ignacio Comas, Ricardo Aldao y don Urbano de Iriondo, a quien el gobernador Echagüe deja como gobernador delegado cuando sale de Santa Fe para organizar la resistencia contra Urquiza.

En Santa Fe, Domingo Crespo escribe en sus Memorias respecto de Pascual Echagüe: “Gobernó desde marzo del año ‘42 hasta el 21 de diciembre del año ‘51, en cuyo tiempo la cruzada del General Urquiza contra Rosas lo hizo salir como pudo de esta ciudad y quedó en acefalía esta provincia por tres días, al cabo de los cuales se reunió esta población y por desgracia mía fui electo gobernador provisorio, hasta que se instalase la Sala de Representantes que se había concluido. A las 12 del día 25 de diciembre me mandaron llamar de mi quinta para ponerme en el gobierno, lo que acepté en vista del estado en que nos hallábamos. En seguida, se instaló la Sala y volví a ser elegido por ella, tuve que aceptar también por motivos que tuve entonces para que no entrase otro a desquiciarlo todo como vino a suceder después que yo concluí”.

En Paraná, capital de la Confederación, al instalarse las autoridades, se decide que del mismo modo los representantes extranjeros residieran en Paraná, en lugar de hacerlo en Buenos Aires como hasta entonces, medida que los diplomáticos resistían, acostumbrados a las comodidades de Buenos Aires.

Bien o mal, los diplomáticos soportan la imposición de sus respectivos gobiernos. El ministro francés Lefebvre de Becour, en carta del 14 de septiembre de 1856 a Alberdi dice: “Tengo, sí, la mejor casa del pueblo, en el subido alquiler de nueve onzas (desde 1786, la onza oro equivalía a 81 francos 51 cént. fr. Cfr: Marqués y Espejo, Antonio. “Novísima Retórica Epistolar”. Garnier Hermanos. París, 1860.) al mes; es grande y aparente a la vista; pero las viviendas tienen la distribución más incómoda que uno se puede imaginar; no hay cuartos para criados; no hay bodega para el vino y otras provisiones de una casa decente; no hay galpón para la leña...El gobierno no posee un bote para las comunicaciones con Santa Fe, y tuvo el presidente que ir, hace poco, en una canoa de pescador a una entrevista con el gobernador de Santa Fe”.

(*) Profesora y Licenciada en Historia.Miembro de Número de la Junta Provincial de Estudios Históricos y del Centro de Estudios Hispanoamericanos. Vicepresidenta de la Junta Provincial de Estudios Históricos de Santa Fe.

Fuentes Bibliográficas y Documentales

- Cervera, Manuel. “Historia de la Ciudad y Provincia de Santa Fe”. U.N.L., Santa Fe, 1982.

- De Marco, Miguel Ángel. “De los hombres, la patria y el coraje”. Fundación Mater Dei. Rosario, 1993.

- Gianello, Leoncio. “Historia de Santa Fe”. Santa Fe, Castellví, 1949.

- López Rosas, José Rafael. “Santa Fe, aquel rostro”. Municipalidad de Santa Fe. Santa Fe, 1997.

- “Memorias de Don Domingo Crespo”.

- Piccirilli, Ricardo, Romay, Francisco L. y Gianello, Leoncio. Diccionario Histórico Argentino. Ediciones Históricas Argentinas. Buenos Aires, 1953-1955.

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Casa de Don Domingo Crespo en Santa Fe. Esquina N.O. de las actuales calles de 9 de Julio y General López. Su construcción fue comenzada por Francisco de Alzogaray en los albores del siglo XIX, en un terreno heredado por su esposa doña Mercedes de Echagüe Maziel. Banco de Imágenes Florián Paucke.

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Domingo Crespo. Gobernador de Santa Fe 1851-1854/ 1861-1862. Banco de Imágenes Florián Paucke.

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Antonio Crespo. Gdor. Provisional de Entre Ríos 1842-1844. Banco de Imágenes Florián Paucke.