Ahora, al sabalero le cuesta menos la victoria...

Colón no necesitó jugar bien para ganar bien

Se cumplió la ley de los “ex”. Marcelo Goux (foto) le dio la victoria a Colón con un cabezazo tras un córner de Damián Díaz. Antes, Larrivey, otro ex Huracán, abrió la cuenta para los sabaleros. Los dos, con pasado en el Globo, se encargaron de marcar los goles de Colón para una victoria que fue justa, más allá de no haber lucido. Foto: Télam

Por Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Daría más para hablar de la locura que embarga a la gente de Huracán contra Larrivey, para realzar la levantada matemática del equipo con Gamboa y esta racha en la cual se incluyen tres victorias como visitante en cuatro partidos jugados fuera del barrio Centenario desde que el Negro lo dirige. Daría más para referirse a la periferia y a las consecuencias de este resultado, que ponen a Colón en una posición más cercana a lo que potencialmente se esperaba de este equipo, que para analizar 90 minutos que dejaron poco y nada. Colón no jugó bien, pero ganó bien. Y Huracán es una muy pobre y devaluada imagen, lejana de ese equipo de Cappa que brilló hace poco más de un año. Lo único que queda, como recuerdo para los hinchas de Huracán, es el foul de Larrivey a Monzón en el choque Vélez-Huracán que marcó la definición de ese Clausura y que generó tanta molestia —alevosa por cierto— en contra del hoy delantero sabalero.

No jugó bien Colón y así lo reconoció Gamboa después del partido. Pero lo bueno es que este equipo ha encontrado eficacia y practicidad. Ya no parece costarle tanto ganar a Colón, como en la última parte del ciclo Mohamed. Inclusive, logró una fortaleza de visitante que lo erige como un equipo con personalidad. Es cierto que el campeonato se terminó hace bastante tiempo para Colón, pero no es menos cierto que esta levantada lo está ubicando en un lugar mucho más ajustado a sus pretensiones, a la expectativa despertada en el arranque y a un indudable potencial que estaba escondido o que costaba aparecer.

Para provocar esto, se tuvo que ir un entrenador que le dio muchísimo a Colón y que debe ser valorado en su justa medida. Pero también se dio la llegada de otro técnico que con rapidez supo tomar decisiones justas y productivas. Tuvo que “comerse” seis goles el Negro Gamboa para entender qué es lo que debía hacer y cómo. Dejó el 4-3-1-2, le dio mayor presencia al sector central de la cancha (que es donde se juegan los partidos) y también encontró respuestas individuales crecientes.

Muchas de las cosas que hace Gamboa las podría haber hecho tranquilamente el Turco Mohamed, porque a este equipo lo armó Mohamed a gusto y placer. Por algo trajo un enganche, por algo trajo jugadores adaptables a línea de cuatro o línea de tres para defender, por algo tiene un hombre como Higuaín que, inútilmente para mi gusto, se autoexcluyó de la posibilidad de jugar como enganche. Ayer, Higuaín le metió un pase milimétrico, más de volante creativo que de delantero, a un Larrivey que no perdonó. Pero además, Higuaín tiene una marcada tendencia a retroceder, a buscar la pelota, a amigarse con ella y tocarla la mayor cantidad de veces posible. Eso no lo hace un delantero nato, hay que tener otras virtudes y también la posibilidad de mayor libertad para moverse.

Pero daría la impresión de que el equipo está, que Moreno y Fabianesi logró armonizar la mitad de la cancha, que la dupla con Bellone va camino al convencimiento, que Quilez y Quiroga —flojos los dos ayer— saben muy bien que el recorrido debe ser amplio y pensando en que la prioridad es la de defender. Seguramente, Gamboa querrá ver al equipo con mayor trabajo; pero para eso necesita un poco más de tiempo, entendimiento y conocimiento. Mientras tanto, hay resultados. Y no está mal.

Se pudo ganar mejor

Huracán jugó un flojísimo partido, fue un rival sin ninguna jerarquía, que dependió de algunos arrebatos individuales de Luciano Nieto o del pibe Lencina, que entró en el segundo tiempo, más algo de Battaglia en el armado. Pero nada más. Por eso, Colón pudo y debió ganar mejor.

* 1) Pudo ganar mejor, porque dispuso de tres o cuatro situaciones clarísimas para convertir en el segundo tiempo, dos de ellas ya con el partido 2-1.

* 2) Debió ganar mejor, porque recién se acordó de jugar en el segundo tiempo, cuando el partido se hizo más abierto y Damián Díaz gestó la ansiada sociedad con Higuaín. Bastó un rato de fútbol para que Colón marque diferencias sobre el rival y gane el partido con justicia.

En el primer tiempo, todo se trabó en el mediocampo; en el segundo, se abrió el juego y allí sacó ventajas Colón. Los espacios fueron aliados de los sabaleros por una simple cuestión de peso propio, de desequilibrio individual, de indudable jerarquía. Colón mejoró a partir del ingreso de Alfredo Ramírez, que empezó a repartir juego. Se animaron los marcadores de punta para pasar al ataque, pero lo más importante se vio a partir de las apariciones de Damián Díaz e Higuaín, éste último retrocediendo permanentemente para no aislarse de los que generaban juego. Por eso, uno se pregunta por qué Higuaín se autoexcluye de la posibilidad de jugar como enganche. Quizás no sea hoy una alternativa válida porque Damián Díaz anda bien. Pero si alguna vez falta, sigo pensando que Higuaín se puede desempeñar en esa posición flotante entre los volantes y los delanteros... Pero ya está, es su elección y tendrá que pelear su lugar con Fuertes y con Larrivey.

Hacía un año que Colón no ganaba tres partidos seguidos. Pero en este último año, Colón fue un equipo al que le costó muchísimo superar en el resultado a los rivales. Por eso pasó tanto tiempo sin ganar luego de aquel resonante 3-0 ante Boca en abril, por eso se deslucieron un poco los números de la campaña de Mohamed y por eso, en definitiva, se tuvo que ir el Turco luego de inéditos dos años y medio de permanencia en el club. Llegó Gamboa, las matemáticas le dan un guiño, el equipo se acomodó y ahora luce en la tabla acorde a lo que potencialmente se espera de este equipo.

La tarde se le hizo noche. Juan Leandro Quiroga tuvo un partido para el olvido. Casi se recupera al final, cuando estrelló un mano a mano en el palo (la rozó el arquero Calviño), pero jugó un flojo partido y, para colmo, hizo un gol en contra. Foto: Télam

“Vengo a ver a Colón, mi próximo rival, así lo conozco (risas)... Hablando en serio, me parece que cuando Colón decidió tirarle la jerarquía encima, lo ganó con justicia. El partido no fue bueno, pero el resultado es justo”.

Antonio Mohamed

Entrenador de Independiente, ex de Colón.