Jueves y viernes
Dos asaltos consecutivos contra la misma panadería

“Eran los mismos chicos” dijo Susana esta mañana, cuando le preguntaron por los asaltos sufridos el jueves y viernes por la tarde. Foto: Guillermo Di Salvatore
Jueves y viernes
Dos asaltos consecutivos contra la misma panadería

“Eran los mismos chicos” dijo Susana esta mañana, cuando le preguntaron por los asaltos sufridos el jueves y viernes por la tarde. Foto: Guillermo Di Salvatore
Dos chicos armados y en bicicleta se llevaron una suma cercana a los $ 1.000 en los dos robos cometidos contra la sucursal de la panificadora Polo Norte, de Facundo Zuviría y Ricardo Aldao.
De la Redacción de El Litoral
La sucursal de la panadería Polo Norte, de avenida Facundo Zuviría y Ricardo Aldao, fue asaltada dos veces consecutivas esta semana. Los hechos se produjeron jueves y viernes, a la misma hora y lo cometieron las mismas personas, que actuaron a cara descubierta y con total impunidad.
En los dos casos la encargada del local fue Rocío, que además de entregar el dinero correspondiente a la recaudación del día, el jueves fue despojada de su mochila, teléfono celular y billetera, entre otros objetos personales. El viernes ya no tenían que quitarle, por lo que se abalanzaron directamente sobre la caja.
Los delincuentes “eran chicos de entre 12 y 14 años” contó Susana, que esta mañana recibió a El Litoral en la panificadora ubicada en barrio Los Hornos. Según la mujer, desde el interior del local que está en una esquina vidriada, se puede ver a la perfección el movimiento que hay afuera, pero el problema está en que una vez que entran ya no se puede hacer nada.
Jóvenes y armados
Como si fuera poco, los pequeños asaltantes llegaron en bicicleta y ni bien traspusieron la puerta desenfundaron armas. Uno llevaba un revólver y el otro un cuchillo. Mientras el que llevaba ,el arma de fuego la apuntaba para que no escapara ni pidiera ayuda, su compañero revisaba el local en busca de objetos de valor.
Se calcula que la cifra con la que se alzaron entre jueves y viernes podría rondar los $ 1.000. Sin embargo, lo más preocupante es la seguidilla de hechos de estas características de los que son víctimas este tipo de comercios que abren sus puertas muy temprano por la mañana y hacen horario corrido.
Comenzar la actividad en un momento del día en que las calles todavía se encuentran vacías y permanecer con las puertas abiertas a la hora de la siesta implica ese riesgo potencial de ser presa fácil para los delincuentes ávidos de efectivo.
A propósito de los dos ilícitos registrados a las 16 del jueves y viernes, Susana recordó que “no fueron los únicos”. Tiempo atrás rompieron uno de los vidrios del negocio y se llevaron una balanza electrónica. Desde entonces dicha herramienta de precisión no fue reemplazada por otra igual, sino que en su lugar quedó una balanza de las tradicionales, con el fiel apuntando a los números pintados en negro sobre fondo blanco.
Tres policías.
A media mañana de hoy, tres policías uniformados pertenecientes a las patrullas de calle se encontraban apostados en la esquina opuesta a la panadería que por dos veces consecutivas había sido víctima de sucesivos asaltos a mano armada.