Ladrones exprés

Golpe en un departamento céntrico

Ocurrió en un edificio en torre de San Martín y Tucumán. Se llevaron dinero en efectivo además de algunas alhajas.

Danilo Chiapello

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Autores desconocidos concretaron hoy un certero golpe en un departamento céntrico, desde donde se llevaron una importante suma de dinero en efectivo, además de algunas alhajas.

Todo parece indicar que fueron dos los sujetos que, minutos antes de las 9, lograron ingresar al departamento del edificio ubicado en San Martín y Tucumán, donde reside María Teresa Pandolfo, secretaria de Redacción de este diario, junto a su madre Nelly.

Es de hacer notar que dicho inmueble cuenta con servicio de portería y custodia. Uno de estos empleados fue quien en los instantes previos al robo observó a un hombre que tocaba con insistencia el timbre de uno de los departamentos.

Era un sujeto de unos 40 años, cabellos lacios oscuros, delgado. Llevaba cruzado un bolso, del tipo porta-notebook.

Sin ejercer violencia en la puerta de entrada, los ladrones irrumpieron en el departamento, que en ese momento sólo estaba ocupado por la madre de la periodista y una mujer que se encontraba a su cuidado.

En cuestión de segundos, los cacos redujeron a las mujeres. Con ayuda de cintas para embalar y alambre, las maniataron. Una vez logrado el control del lugar se dedicaron al robo.

Toda la acción se concentró en el dormitorio de la periodista, el que fue requisado hasta en su último rincón. “No quedó un cajón sin abrir”, comentó hoy Pandolfo.

Desde allí, los rufianes se apoderaron de una importante suma de dinero, además de objetos de valor y algunas alhajas.

Es de hacer notar que los delincuentes demostraron tener un gran “conocimiento del terreno”, lo que les permitió actuar con celeridad y precisión. “Fue un golpe quirúrgico”, según opinó hoy uno de los investigadores que trabajaba en el lugar.

Consumado el atraco sus autores se retiraron del lugar sin dejar rastros.

La peor noticia

Minutos después del episodio, Teresa Pandolfo relató la secuencia de los hechos: “Esto ocurrió momentos después que yo me había ido de casa. Yo siempre llego al diario antes de las 7 de mañana. Hoy creo haber fichado a las 6.55.

En razón de que me encontré con varias páginas por ver, no hablé a casa a las 8.30 como es la costumbre mía para ver qué novedades hay.

De repente, cerca de las 9 de la mañana me habla por teléfono el custodio del edificio y me dice que había entrado una persona. Que la empleada lo había advertido y que no quería llamar a la policía hasta que yo no llegara.

Por supuesto que fui lo más rápido posible. Cuando llegué me encontré con los signos de una búsqueda desesperada que se había realizado en mi dormitorio. Esto quiere decir que es alguien que sabía que en mi cuarto, como yo soy la que maneja la casa, era donde podían estar las cosas. El dinero de la casa..., algún ahorro.

Si bien hay un pequeño desorden en el living, de muebles donde hay platería y demás no sacaron nada. En cambio, en mi ropero no quedó caja sin revisar.

Se llevaron dinero, dos pulseras de oro con un valor afectivo muy grande, por lo que puedo observar ahora a minutos de ocurrido el hecho.

Es evidente que quienes hicieron esto sabían muy bien el movimiento de la casa. Lo dejaron en claro hasta con las cintas que utilizaron para maniatar a las víctimas, las que estaban en un cajón donde se guardan ese tipo de elementos. Ni siquiera las buscaron. Las hallaron directamente”.

Los delincuentes actuaron con celeridad y demostraron tener información precisa sobre el lugar donde estaban los valores. Foto: Danilo Chiapello

 

Antecedente

En el mes de junio hubo otro robo en el domicilio de la familia Pandolfo. Aquella vez se trató de la sustracción de una gruesa suma de dinero, que estaba guardada en el cajón de un escritorio. Ese episodio fue denunciado en la Fiscalía de NN de Tribunales.