Unión debió golear; Central empató sin hacer nada

Cayó piedra sin llover

Unión, como dijo Kudelka, jugó para golear pero no pudo meter la segunda mano, la del nocaut. En el último minuto, la clavó Figueroa.

Darío Pignata

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Cualquier llovizna es diluvio universal para este Unión de Frank Darío Kudelka, que en los últimos dos minutos adicionados de los últimos dos partidos —el domingo en Tucumán, ayer en Santa Fe— dejó escapar cuatro puntos que hoy necesita como el aire para vivir. Sólo el tiempo dirá hasta qué punto le dolerá a este equipo, en el global de la temporada a mediados de 2011, ese penal de Avendaño a las manos de la “Anguila” y esta media-vuelta de Figueroa en el último de los cuatro minutos adicionados.

Tiene razón Kudelka cuando dice que Unión jugó para golear. Porque, de paso, los que hace bastante vamos a una cancha teníamos la intuición de cómo podía terminar la novela si Unión no embocaba el segundo. La frase de “gol errado, gol en contra” es vieja, gastada, poco original, aburrida y cansadora. También dolorosa. Sino que lo diga Unión, que debió ver en sus propias narices cómo un equipo es capaz de hacer un gol y empatar el partido con el único remate al arco en toda la noche. En un partido donde los incidentes previos —ver aparte— encendieron otra vez la polémica por la prohibición del ingreso a los visitantes, queda claro que en este campeonato Unión está prohibido de local. Porque en Santa Fe, donde es el equipo más derrotado del campeonato ante su gente, le cuesta ganar. Ni siquiera lo pudo hacer ayer, cuando el mejor Unión no pudo traducir en la red tamaña superioridad frente al peor Rosario Central.

A la falta de puntería de Unión y la escasa jerarquía técnica de Central para las exigencias de un grande de la categoría como es el “canalla”, se sumó anoche un arbitraje penoso. Pensar que los colegas de TyC Sports comentaron que “estuvo a punto de salir sorteado para dirigir en Primera División este fin de semana”.

El hincha, que puede hacer cualquier cosa en una tribuna menos pensar, se fue con la imagen del gol en contra de Chitzoff anulado por el off-side de Quiroga como “el gran robo”.

Pero hubo cosas peores. Como el arbitraje paralelo del “Kily” González —una vergüenza—, los golpes sistemáticos de los superados volantes canallas sin penalidad, el segundo gol anulado (se estaban agarrando todos) y un par de penales de los zagueros a Matías Quiroga que fueron más grande que la cancha.

El juez, que expulsó en los vestuarios a Pablo Pérez y Rodrigo Mannara (en uno puso insulto grave; al otro, “patada voladora” contra un Policía), deberá explicar en el informe cómo Gonzalo Belloso —ya tiene una denuncia en Santa Fe por incitar a la violencia en la cancha de Colón—, que es el manager de la institución visitante, apareció en el medio del campo de juego, primero para gozar el 1 a 1 de Figueroa y después en los incidentes. En esto, deberá hacerse respetar en serio Unión en AFA de una vez por todas, porque sino es una joda.

Unión debió irse, como mínimo, 3-0 a las duchas. Pero hace años que no se imprime más la Revista “Sólo Fútbol”, único medio que alguna vez armó resultados morales y tabla de posiciones al mérito. En el primer tiempo, fue baile de Unión. En el complemento, no jugaron ninguno de los dos.

A pesar de quedarse sin los jugadores más aptos para tener la pelota (Rosales y Montero, lesionados; Pablo Pérez, fundido) y de no pensar con inteligencia futbolera alguna de las contras, nada hacía suponer que Unión se complicaría al final. O que Central lo complicaría. Pero llegaron los pelotazos de un costado al otro del área. No pudieron sacarla, le quedó entreverado el rebote a Velázquez, llegó tarde al cruce Correa y Figueroa no perdonó a Limia. Pitazo y final.

Luego hubo incidentes en todos lados. En la popular de Pujato: hinchas de Unión contra la Policía. En la platea Techada, plateístas contra hinchas de Central “camuflados”. Reclamos a la terna arbitral. Y después de la manga, jugadores de los dos planteles a las trompadas limpias. En el vestuario, el árbitro Ceballos —para completarla— expulsó a Pablo Pérez y Mannara por los tumultos.

En la cancha, Unión debió golear y perdonó. Central con un solo tiro en toda la noche mató la fiesta tatengue. Figueroa tiró el piedrazo. Cayó la piedra sin llover, porque Central no hizo nada en Santa Fe. Por ahora, Unión es demasiado ingenuo como para ser candidato en serio.

LIMIA (5): no le patearon nunca en toda la noche, apenas dos cabezazos de Figueroa a las manos, hasta que “Lucho” inventó la media-vuelta donde no pudo hacer nada.

ZURBRIGGEN (6): buen partido del chico, que no se achicó nunca para todo lo que estaba en juego. Sin problemas en la marca y bien con la pelota.

CORREA (5): cometió una distracción en el primer tiempo, cuando tenía la bocha ganada contra la raya y no fue gol de Central de casualidad. En el final, perdió a Figueroa.

AVENDAÑO (6): sin mayores complicaciones, bien escalonado y controlando con el oficio los tibios avances de Rosario Central en Santa Fe. Bien de arriba y de abajo.

CARDENAS (6): ajustó muy bien la marca sobre Antonio Medina, a quien conocía de la temporada anterior. No dio ninguna ventaja en la marca y ganó el duelo.

MONTERO (7): jugó un gran primer tiempo, llegó al gol nuevamente pisando el área como en Tucumán y era uno de los puntos altos del equipo de Kudelka. Se lesionó y Unión perdió mucho con su salida.

VIDAL (6): quedó rápidamente condicionado por la tempranera amarilla, pero sin embargo mostró personalidad y despliegue, haciéndose respetar como volante central.

PABLO PEREZ (8): hay que tratar que todos los equipos jueguen con los colores de Central enfrente, porque ayer realmente jugó con un fútbol “Fantástico”. Fue doble cinco pero pareció un “10”, manejó las pelotas quietas y lo borró al “Kily”.

VELAZQUEZ (6): una gran jugada individual por izquierda, con caño incluido a Diego González, para el gol de Montero. Jugó bien, lástima que le quedaron atravesadas dos pelotas: no pudo hacer el 2-0 y no pudo evitar el 1 a 1.

PAULO ROSALES (6): se quedó sin nafta y, por ende, sin fútbol en el complemento, hasta tener que pedir el cambio por lesión. En el primer tiempo se juntó con Montero y Pablo Pérez, bailando a los volantes de Central en el mediocampo.

QUIROGA (5): hizo el trabajo sucio, solo contra los zagueros de Central en el frente de ataque. No le quedó ninguna clara para festejar. Le cobraron el off-side en el auto-gol de Chitzoff.

MANNARA (3): desperdició las opciones de contra con Central regalado, tiró alevosamente una pelota afuera —la quiso hacer rebotar y falló a la humanidad de un rival a dos metros—, se lo vio desequilibrado emocionalmente y otra vez se enfrentó con la Policía en un incidente. Fue expulsado en los vestuarios.

GAITAN (-): entró por Montero y no desentonó.

ZARATE (-): un ratito por Quiroga.