Se acercan las vacaciones

Qué deben saber los padres antes de elegir una colonia

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Las piletas para menores de 5 años no pueden tener más de 60 cm de profundidad. Foto: Amancio Alem.

La Municipalidad verifica las condiciones de seguridad para habilitar los lugares. Los papás deben fijarse en las comodidades y en el tipo de actividades que ofrecen. La importancia de conocer las preferencias de los chicos.

 

De la Redacción de El Litoral

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Terminan las clases y las colonias de vacaciones se plantean como una alternativa interesante para los chicos. A la hora de elegir una colonia, los padres deben tener en cuenta varios aspectos.

Que el lugar cumpla con las condiciones de seguridad es uno de los principales criterios (ver “¿Qué se les exige”). En este sentido, hay que cerciorarse de que la colonia esté habilitada por la Municipalidad. Pero además, los padres deben estar atentos a otras cuestiones que exceden las exigencias formales.

“Lo primero que hay que pensar es que la colonia sea un real cambio de actividad: si el chico durante todo el año está en un edificio, rodeado de cemento y paredes, se recomienda que vaya a un espacio verde, con sol y aire libre”, sugirió el profesor Bernardino Landi, director de Deportes de la Municipalidad.

Seguridad

Dentro de las condiciones de seguridad, se debe prestar atención al hecho de que sea difícil que los niños puedan salir a la calle (predio correctamente cercado, seguridad en la puerta, etc.). Se recomienda a los padres que conozcan el lugar, sobre todo el sector de pileta. “Que miren, den vueltas, vean cómo es la pileta, si el agua está transparente, que los pisos no sean resbaladizos. Que sea un lugar seguro, pero también agradable”, recomendó Landi.

Algunas colonias brindan la opción de transporte. En este sentido, es necesario que se trate de unidades habilitadas por la Municipalidad, que cuenten con un chofer y un acompañante. Además, es importante conocer si el transporte tiene acceso directo a la colonia o si deja a los chicos fuera del lugar.

Organización y meriendas

Otro de los puntos a considerar es la organización de la colonia: cómo se agrupan los chicos, si hay diferentes rangos por edades, cuántos profesores hay, etc.

Es importante saber si todas las actividades propuestas para la temporada están incluidas. Muchas veces se proponen salidas, excursiones, campamentos y viajes, que implican un gasto extra. Además, algunas colonias exigen un tipo de vestimenta especial (remera, gorro, buzo), que no siempre está incluida en el arancel.

Si la colonia brinda una merienda para los niños, hay que tener en cuenta la calidad de los alimentos ofrecidos. En caso de que los chicos lleven la comida desde sus casas, se recomienda no darles lácteos, mayonesa ni productos que necesiten mantener el frío.

Finalmente, el profesor Landi invitó a “descubrir qué es lo que el chico quiere”. “Hay colonias que son muy deportivas y otras que tienen una inclinación más recreativa o artística. Por eso, es importante saber qué es lo que le gusta al chico para elegir la que sea más acorde a sus intereses”.

¿Qué se les exige?

Para ser habilitadas, las colonias pasan por una inspección municipal, según lo que establece la ordenanza 10.324.

La verificación apunta a las condiciones edilicias y elementos de seguridad: que la construcción sea correcta, que el lugar esté limpio, que tenga espacios abiertos y accesos directos, que la instalación eléctrica esté en óptimas condiciones, el estado de los vestuarios, que haya salidas y luces de emergencia, matafuegos y ausencia de elementos peligrosos para los chicos (cortantes o punzantes).

Si hay pileta, se exige que haya una baranda que la separe del resto del espacio físico. Si al natatorio concurren menores de cinco años, la profundidad no puede exceder los 60 cm. Asimismo es requisito contar con un guardavida por pileta y se controla la calidad del agua a través de análisis químicos.

Los grupos tienen que estar a cargo de profesores de Educación Física. Si los chicos tienen entre 3 y 6 años necesitan un profesor cada 10 colonos; entre 7 y 10 años, hasta 25 colonos por docente; cuando superan los 10 años, puede haber hasta 30 chicos por profesor. Si se excede esta cantidad, se puede reforzar con auxiliares docentes.

Finalmente, las colonias deben contar con seguro de accidente y de vida, servicio de ambulancia o un médico en el lugar.