Martín Lucero editó su primer disco solista

Una fiesta para invitar a los amigos

El ex integrante de Abterno, radicado en Buenos Aires desde hace siete años, está recorriendo el país para difundir su primer material en solitario. En su paso por Santa Fe, fue recibido “con las puertas abiertas”.

Ignacio Andrés Amarillo

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“Martín Lucero, con sus 27 años, viene a contar y cantar sus historias, de la noche, de la ciudad, de mujeres, de fiestas, de reflexiones, de la vida misma. Su pasado tiene que ver con su Santa Fe natal: su primera banda, el trío Abterno, sus primeros shows, sus primeras giras, el reconocimiento... Su presente es ser solista, componer, cantar, tocar la viola, arreglar sus propias canciones, recrear algún viejo tema ajeno”.

Así reza el texto de presentación con el que el santafesino (radicado en Buenos Aires) encabeza la difusión de su primer disco en solitario, una apuesta respaldada por sus amigos más entrañables y el management de la inefable Eliana Frezza.

Días atrás, Lucero reunió a amigos y prensa para compartir algunos tragos y hablar sobre el material que lleva su nombre y mostrar el videoclip de “Hay fiesta”, su primer corte de difusión. El Litoral se acercó para saber más sobre el proyecto.

—¿Cuándo empezaste a gestar el disco?

—Fue un proceso de un año y un poquito más, de mucho esfuerzo, trabajo y sobre todo de querer empezar a hacer las cosas bien de verdad. Es un paso muy grande, muy duro, y de mucho tiempo de querer dar el paso grande: “Esto lo voy a hacer en serio”. Si bien yo venía buscando ese camino, la decisión de ese paso fue hace un año más o menos. Yo estoy en la música desde los 14 años.

—Pero ahora es en serio, en Buenos Aires...

—Hace siete años que estoy allá. Pero por ahí no le encontraba la vuelta. Es arte, está ahí. Hasta que conocí a Eliana y Ezekiel (Frezza), que me manejan en la productora (Primavera Entertainment Group). Se acababa de disolver mi última banda, que se llamaba Abterno, con el que edité un disco que se llama “Así”; y me dicen: “Loco, tenés que ser solista: vos componés, hacés todo, tenés carisma”.

Se fue dando, nos fuimos metiendo, y acá estoy. Desde que nací quiero ser músico, los veía a los Beatles desde los diez años en la tele...

Solista

—Es otra responsabilidad ser la cara y el nombre, ser todo el producto uno...

—Es una responsabilidad muy grande, un desafío: desde que empezamos a tocar, armar el videoclip, me encanta poder pasar ese desafío grande: soy yo todo. Produje el disco solo con sugerencias de amigos, como Paulo Chiavarini (Invisibles), que estuvo en el bajo y en las violas. Él es mi mejor amigo, con él toco desde los 12 años: somos amigos de la música. Juan Daniel Fessia metió unos teclados y baterías.

Me re estresé, ansiedad... Fue mi primer hijo desde la honestidad total, todo lo otro lo tuve menos en serio.

—Todo se hizo en la productora.

—Sí, en los estudios propios, con lo que tengo, con lo que se puede, hice el disco lo mejor que pude.

Composición

—¿Los temas los venías escribiendo o son recientes?

—Son todos nuevos, los escribí con la mentalidad de un disco final. Son de este último año, y hay un cover, “Frecuencia Modulada” de Serú Girán.

—¿Por qué lo elegiste?

—Me lo sugirieron de una discográfica, de Sony. Hay gente de esa empresa a la que le gusta mucho mi producto desde los acústicos, desde cuando les llevaba “Hay fiesta” con la guitarrita. Me iban pidiendo más, y me sugirieron meter esta canción, justamente por lo que habla la letra, escrita hace 30 años por Charly García y David Lebón para el segundo disco de Serú Girán.

Creo que la letra habla de ser uno mismo y de no perdérselo. Yo la interpreto de una manera personal, como todos.

“El fracaso de un amor que no hizo escuela, la ignorancia de una vida sin dejar...”. La ignorancia de una vida que hubieras podido tener si hubieras seguido tus sueños. Tiene que ver con el mensaje del disco, con lo que queremos transmitir.

En imagen

—Filmaron el videoclip de “Hay fiesta” en un bondi...

—Sí, en el 34, que nos pasó a buscar por la puerta de la productora (risas). La idea es que desde un lugar mundano, común, por el que todos pasamos en algún momento (yo me sigo tomando bondis) la fiesta está con uno: cualquiera se puede divertir, pasarla bien.

Y qué mejor que el bondi para armar una fiesta. El video gusta mucho, y tenemos una devolución re linda: cuando hablan del video se les arma una sonrisa. Eso es lo más importante, transmitir eso.

Movida

—El disco está grabado, está circulando. ¿Cómo sigue el trabajo ahora?

—Presentamos el disco el miércoles 20 de octubre en el Velma Café, un lugar emblemático de la ciudad de Buenos Aires. Fue un desafío doble, porque no venía tocando desde hacía un año y medio, y grabamos DVD. “Eh, pará, que recién sale el disco” (risas). Pero esos desafíos son los que más me encantan y me hacen sentir vivo.

Nos metimos al Velma, lo llenamos, hicimos un buen laburo. Anteriormente tocamos en Club M (sobre la calle Niceto Vega) para 700 personas. Después me fui a hacer prensa a San Luis y después a Santa Fe, mi ciudad: quería venir a hacer la movida acá.

Todos somos ansiosos, especialmente los músicos. Siempre quiero “que se dé, que se dé”, y se está dando tan rápido, se nos están abriendo tantas puertas. El disco es tan “agradable”, que por ejemplo estuvimos tres días en todos los medios de Santa Fe, y se nos quedan más de un bloque charlando, cantando, pasándola bien, como esta noche.Eso es lo mágico de la música, lo hermoso, está buenísimo. Voy a tocar por todos lados: hay una iniciativa para ir a Salta, a la costa, y acá: sentí que están las puertas de la ciudad abiertas.