La semana política nacional

La corrupción como telón de fondo

El escándalo WikiLeaks agitó las aguas diplomáticas, pero no trajo grandes revelaciones políticas. Igualmente, el gobierno eligió ignorarlo. Kirchnerismo y UCR frente al desafío electoral.

Carlos Saccheto

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CMI

Hasta ahora poco, muy poco de lo que revelan los cables enviados por la embajada de los Estados Unidos en Buenos Aires al Departamento de Estado puede calificarse de sorprendente. Aunque todavía falta que se conozcan muchos de esos despachos, puede decirse que la tormenta mundial con huracanes que provocaron las filtraciones obtenidas por el sitio digital WikiLeaks sólo ha llegado a la Argentina como un viento fuerte. Es más intenso el debate sobre el hecho en sí de las filtraciones y el inesperado traslado al ámbito público de rutinarias conversaciones privadas, que el de los efectos que podrían ocasionar los contenidos.

A tono con eso, el gobierno y su red de medios adictos han decidido guardar silencio sobre lo más importante e ignorar, por ejemplo, las sospechas que surgen de ciertos movimientos financieros internacionales del ex presidente Néstor Kirchner y su “círculo íntimo”, que fueron reportados por la embajadora norteamericana.

Revelaciones conocidas

Más allá de las opiniones informales sobre y entre los habitantes del poder, en la Argentina es la corrupción la que se visualiza como verdadero telón de fondo. Claro que para eso no era necesaria una operación mundial. Bastaba con darse una vuelta por tribunales y revisar los expedientes de las causas judiciales que involucran al ex secretario de Transporte, el kirchnerista Ricardo Jaime, quien sigue sumando procesamientos. Lo que hizo WikiLeaks, y el gobierno celebra, es desplazar temporariamente el caso Jaime a un segundo plano.

También aquí falta que se conozcan centenares de e-mails recuperados por la Justicia y en los que se detallan modalidades, diálogos y vinculaciones de quienes protagonizaron y quienes consintieron las maniobras corruptas que se investigan. “¿Jaime? ¿Jaime cuánto? No lo conocemos”, fue la pretendidamente divertida respuesta de un ministro al ser consultado sobre cómo repercute en el gobierno el escándalo de los correos de Manuel Vázquez, asesor del ex funcionario.

“A Ricardo no sólo le soltaron la mano, ya ni le atienden el teléfono”, admitió un dirigente cordobés amigo de Jaime, quien lo comparó con María Julia Alsogaray como solitaria expiadora de la corrupción menemista. “Al lado de Jaime, ella fue una carmelita descalza”, dicen quienes siguen de cerca las causas judiciales.

Reposicionamiento

Con esa realidad amenazante en el horizonte, el gobierno busca el mejor posicionamiento a la espera de las definiciones que vendrán tras el verano. Otros modos, en apariencia más conciliadores, forman parte del nuevo libreto que todos se empeñan en cumplir.

Es que ahora la presidenta, sin su referente político, duda como cualquiera en la vida. Y dudar la hace más racional, más equilibrada.

Entusiasmados por este escenario que además reflejan las encuestas de imagen, en la Casa Rosada ya han dispuesto “hacer dormir” la reglamentación de la ley de reforma política en lo que atañe a las elecciones primarias el 14 de agosto del año próximo. Si Cristina Fernández de Kirchner decide ir por la reelección, no habrá internas y la acompañará un peronismo mucho más unido que el que hoy existe. En público y en privado lo dicen varias de las más importantes figuras del PJ Federal.

Buscando aire

Para la UCR, en cambio, la ausencia de compulsa electoral interna es equivalente a la falta de aire para respirar y por eso han planteado un reclamo en la Justicia. Ricardo Alfonsín ya lanzó su precandidatura presidencial al amparo de las encuestas que lo señalan como el dirigente opositor que más creció en popularidad luego de la muerte de Néstor Kirchner.

Pero en el radicalismo también hay otras expectativas, alentadas por Ernesto Sanz y Julio Cobos, respectivamente. El primero, con signo positivo, porque hay sectores de la sociedad que le ven un perfil de dirigente necesario para establecer equilibrios de poder. Y el segundo, Cobos, con signo negativo, porque ya no lo ven como candidato. Hoy el mendocino está entrampado en su propia realidad y cada vez son más los radicales que sospechan que la carrera política del vicepresidente de la Nación está tocando a su fin.

* * *

El ser o no ser, en política, no depende sólo de la propia voluntad, sino también de las circunstancias. Y como eso vale para todos, la presidenta no es una excepción. Para ella las circunstancias han cambiado drásticamente con la muerte de su esposo. En algunos despachos de la Casa Rosada aseguran que los fines de semana son un calvario sin paz. El vacío que provoca la ausencia y el dolor de la pérdida derivan en estallidos de llanto y en momentos de depresión. En esas condiciones, Cristina debe afrontar decisiones enormes.

La corrupción como telón de fondo

Ricardo Jaime y María Julia Alsogaray.

Jaime, procesado

El ex secretario de Transporte de la Nación Ricardo Jaime fue procesado ayer por dádivas, por haber recibido de parte de empresarios a los que debía controlar la garantía y el pago de los alquileres de dos departamentos en los que vivió, con lo cual suma el segundo procesamiento por el mismo delito desde que dejó el gobierno kirchnerista.

La medida fue dictada por el juez federal Norberto Oyarbide, quien también procesó a Néstor Otero, presidente de la empresa Teba (que explota la terminal de ómnibus de Retiro); al vice de la firma, Daniel Preiti, y al director Gabriel Akerman, acusados de otorgar las dádivas, mientras que sobreseyó a la mujer de Jaime, Silvia Reyss, porque no era funcionaria, se informó en Tribunales.

El magistrado dispuso la falta de mérito para otros cinco empresarios y pidió la captura del gerente de la compañía Cleanter, Víctor González, quien habría librado cheques para el pago de los alquileres.

El juez Oyarbide dio por probado que las garantías y el pago de los alquileres de los departamentos de la calle Cerrito 1518 y Avenida Del Libertador 654, en los que vivió Jaime entre 2003 y 2009, partieron de la empresa Teba.

En su resolución de 131 páginas, el juez señaló que, si bien no puede demostrar que las garantías y el pago de los alquileres “hayan estado vinculados al cumplimiento por parte del funcionario de un acto o actos futuros”, sostuvo que “no obstante (...) aparece incontrastable que existía un nexo entre el presente y la función, es decir, su carácter de funcionario público del sector transporte”.