Un mal que se repite
Un mal que se repite
Otro robo en Arcrosa S. A.

Esta mañana el personal de la empresa intentaba reparar la puerta de acceso al local.
Foto: Danilo Chiapello
Es el tercer ilícito que sufre la firma en 25 días. Rompieron la puerta blíndex y se llevaron el dinero de la caja.
Danilo Chiapello
El lunes comenzó de la peor manera para Roberto González.
El nombrado es el titular de Arcrosa S. A., comercio dedicado a la venta de repuestos automotor, que esta madrugada fue blanco de los cacos.
Eran cerca de las 5 de la mañana cuando el teléfono llamó en el domicilio de González. La mala noticia acababa de llegar.
Minutos antes autores ignorados habían hecho estallar la puerta blíndex del local ubicado en avenida Facundo Zuviría al 4700.
Ya en el interior del inmueble, y con las bocinas de las alarmas funcionando, los delincuentes se abalanzaron contra la caja registradora y se llevaron el dinero. Fue un golpe rápido, tipo express, que les permitió a los rufianes lograr su objetivo y desaparecer de la escena.
Al límite
El negocio en cuestión es la tercera vez que es víctima de la delincuencia, en un lapso no mayor a los 25 días.
Al episodio de esta madrugada le antecedieron sendos robos ocurridos durante la madrugada del 12 de noviembre y el 1º de diciembre.
En todos los casos la modalidad de ejecución fue idéntica. Con un objeto contundente destrozan la puerta. Luego sustraen lo que más pueden y fugar.
La sucesión de atracos llevó a González al límite de su paciencia. Con lógica ofuscación el empresario (que además es titular de otros dos comercios del rubro automotor) hoy evidenció todo su hartazgo.
“Lo único que me hace seguir en esta actividad es que tengo un hijo trabajando conmigo. Caso contrario ya hubiese vendido todos los negocios y se habrían terminado los problemas para mí”, dijo en diálogo con este diario.
“No puedo entender cómo los delincuentes pueden actuar con tanta libertad. Ya es la tercera vez que me roban y nadie hace nada. Tengo derecho a preguntarme entonces qué hace la policía? ¿Dónde está la prevención?, ¿Dónde está la vigilancia? Eso sí... hace un rato vino un agente y lo único que me preguntó es si yo tenía algún enemigo”
Más adelante remarcffó que “me llama la atención la indiferencia de las autoridades. Los comerciantes estamos solos y a la deriva. Aquí hay 15 empleados. Es decir, que hay 15 familias que están comiendo de estos negocios. Pero a las autoridades no les importa nada”.
Consultado sobre los pasos a seguir González indicó que “la verdad es que no tengo muchas ganas de nada. Pero he decidido poner rejas. Eso es algo a lo que yo siempre me negué, porque va contra la estética del local. Sin embargo me debo resignar y hacerlo. Ya estoy cansado de pensar de qué manera combatir la inseguridad, cuando en realidad otros lo deben hacer por mí. Los robos y los asaltos crearon una situación que ya no da para más, pero parece que algunos prefieren mirar para otro lado, hacerse los tontos, y no tomar nota de esto”, sentenció.
