Mano a mano exclusivo de El Litoral con Carlos Bilardo...

“Messi es el mejor pero debe ganar un Mundial”

“Hola, Negro”, “qué tal, Carlos”. Carlos Bilardo y Fernando Gamboa se conocen desde hace mucho tiempo. Primero, la selección, cuando Gamboa era un juvenil; luego, Boca, cuando el Negro ya tenía una importante trayectoria. Se vieron ayer en el predio ante la atenta mirada de quienes acompañaron a Bilardo en su visita a Colón y los propios jugadores, que a pocos metros hacían sus primeros movimientos en el entrenamiento del miércoles. Foto: Flavio Raina

Enrique Cruz (h)

Llegó poco después de las 18. Casi a la misma hora, el plantel de Gamboa iniciaba el entrenamiento, pero el Negro tuvo la chance de saludar a Bilardo, que lo dirigió en la selección y en Boca, antes de trabajar con su equipo. Luego, recorriendo las instalaciones del predio junto con el presidente de Colón, Germán Lerche y el propietario de CAM, la empresa constructora del hotel, Daniel Arditti, más otras personalidades, se pudo comprobar aquello que tanto se le elogió a Bilardo durante su carrera, respecto de su obsesión por saber todo: luego de recorrer la planta baja del hotel, caminando entre las amplias y lujosas baldosas gigantes que ya están colocadas, más el polvillo y los escombros propios de una obra en construcción, y habiendo visto ya las amplísimas habitaciones ubicadas en esa planta baja, con ventanales y una vista formidable hacia la zona parquizada, el ingeniero Arditti le preguntó: “Carlos, arriba hay más habitaciones, ¿las quiere ver?”, y la contestación no se hizo esperar: “Sí, vamos”... Y subieron a seguir mirando habitaciones que todavía no están terminadas y que tienen la misma estructura que las de abajo. Pero el hombre no se quería perder detalle y así quiso y pudo conocer la totalidad del hotel, que está en un 70 por ciento finalizado.

Preguntó a los presentes cómo iba Estudiantes —jugaba en ese momento con River— y dibujó una mueca de satisfacción por la victoria, que pone al equipo de sus amores a un paso del título de campeón. Se sentó en la oficina de Jorge Cantero, el responsable del cuidado del predio rojinegro y habló en extenso y exclusiva con El Litoral.

—¿Qué le pareció el predio, Carlos?, ¿le gustó?

—El predio está fantástico para un equipo de fútbol. A mí me pasó en Estudiantes, en el año ‘67. En ese momento, no había un solo árbol, hoy está lleno de árboles. Esto es lo que Colón está haciendo y cuando crezcan los árboles, estará fenomenal. A mí me gustó muchísimo, tiene un hotel que está bárbaro, buen acceso. La verdad es que está muy pero muy lindo.

—¿El hotel tiene las instalaciones apropiadas para que la selección pueda concentrarse allí?

—Sí, claro. Lo fundamental es tener un buen campo de juego. En esa época hay muchas lluvias, hace frío. Por eso, la cancha tiene que estar muy bien. Y yo la veo de esa manera.

—¿Contento con Batista?

—Los jugadores están en el interior, no están en Capital Federal. Por ese motivo, siempre quise armar un esquema de apertura al interior, viniendo más a Santa Fe, a Rosario, a Córdoba, que son lugares en los que salen muchos jugadores. Mi idea es armar dos selecciones, una que gane todos los domingos, que dé resultados ya mismo, y otra pensando en el futuro. Al Negro Gamboa lo tuve cuando tenía 17 años, con Simeone, Redondo, Cáceres, Dezotti, Troglio y Balbo. Yo quiero buscar a chicos de 8 ó 10 años, porque tres mundiales pasan enseguida. Y el Checho comparte ese criterio.

—¿Por eso la selección local?

—Si tienen menos de 22 años, sí; si no, no. A esos jugadores hay que llevarlos un par de días por semana a la AFA y darles charlas teóricas. Un poquito por acá, un poquito por allá y van aprendiendo. Con el tiempo, se formará un equipo.

—¿Qué opina de Messi?, ¿qué tiene, qué le falta?

—No lo voy a descubrir yo, es el mejor jugador del mundo de tres años a esta parte. A Cruyff, a Platini, a Hugo Sánchez le pasaba lo mismo. Jugar en la selección no es fácil, y a medida que van pasando las etapas de un Mundial, peor se hace. Hace tres años le dije, cuando estaba Robinho y no me acuerdo quién más, que el premio al mejor jugador iba a ser él, pero para ser la gran estrella y que la gente se acuerde por 20 ó 30 años, hay que ganar un Mundial.

—¿Hicimos un Mundial bueno, regular o malo?

—Nunca puede ser bueno un Mundial cuando no jugás los siete partidos. Para Argentina, Brasil o Italia, el Mundial no fue bueno.

—El martes, en cancha de Arsenal, el hermano del presidente de la AFA decía que un dirigente es bueno si el equipo gana y pasa a ser malo si pierde. ¿Es así?

—Es así. Cuando iba con mi viejo a la cancha de San Lorenzo, lo hacía en una tribuna que se llamaba blanca, porque estaba pintada de blanca. Y cuando el equipo perdía, la gente venía a insultar a la subcomisión de fútbol. No renunciaba el presidente, renunciaba la subcomisión de fútbol. Esto no es de ahora, es de hace muchos años.

—¿Esto conspira contra el espectáculo?

—José María Muñoz decía que el fútbol es una pasión y tenía razón. Italia, Brasil y Argentina son durísimos, porque no nos gusta perder a nada. Hay otros países donde no les importa nada, como Holanda, por ejemplo. Conozco presidentes que tienen buenos proyectos, pero depende de si la pelota entra o no entra. Si entra, el presidente es un fenómeno, y si no, es un desastre. A mí me gusta el fútbol pasional, no me gusta ver el fútbol sin esa adrenalina. Pero de a poco se van dando vueltas.

—¿Cómo se van dando vueltas?

—Sí, Sudáfrica lo vive ahora con mucha pasión, ¿vieron lo que pasó en Francia con la eliminación del Mundial?, Inglaterra también, porque Capello no puede salir a la calle, me lo dijo. Eso es lo difícil que tiene el fútbol, pero a la vez es lo lindo.

—¿Cómo se sostiene un proyecto a mediano o largo plazo con esta situación?

—Hace seis o siete años, el presidente del Barcelona tenía un equipazo adentro de la cancha, un equipazo en el banco y un equipazo afuera de la cancha. Sin embargo, perdía un partido y lo insultaban. El presidente de la Roma puso fortunas y la gente venía a insultarlo a él. El fútbol es así y, si no te gusta, andate a otro país, andate a Rusia, que es más tranquilo.

—¿Qué tiene que hacer un dirigente, entonces?

—Ganar. Me acuerdo de un presidente que ganó tres copas de América, salió subcampeón en otra perdiendo la final, y a los cuatro meses se pegó un tiro habiendo puesto mucho dinero.

—¿Qué tiene que hacer un club como Colón para salir campeón?

—Tener paciencia, que todo llega. Y trabajar mucho. A nosotros nos pasó en Estudiantes... Es difícil tener paciencia en el fútbol. Hubo un presidente de Estudiantes, no hace mucho, que logró que el equipo zafara dos años del descenso y un día me dijo: “Por fin puedo volver a la cancha y que no me insulten”.

—¿Torneos cortos o largos en el fútbol argentino?

—Al paso que vamos, torneos largos porque si no, se van a matar. Y te voy a decir por qué: en los torneos cortos, perdés un par de partidos y quedás afuera de la conversación; en cambio, en los torneos de un año, a la larga, la van a pelear los grandes.

—¿No piensa en los chicos?

—Los chicos están bien, hoy cualquiera sale campeón... Es cuestión de que sigan así.

—¿La violencia es un tema que le preocupa en su agenda diaria, Carlos?

—Un día hablaba con una profesora y le pregunté cómo andaba y me contó que había aprobado en un examen a un chico que no sabía nada. Entonces, le dije por qué lo hacía. Y me contestó que era porque le faltaban dos materias para terminar. Es una barbaridad. El problema es la educación... Y te digo que, dentro de todo, hoy estamos bien. El problema son los que vienen. Si no hay seguridad, educación o salud, estamos sonados.

—¿Hubo revolución táctica con España campeón del mundo, jugando con tres enganches y un punta neto?

—Hoy hay equipos que juegan con un punta, vos lo dijiste... Me acuerdo cuando dije que no debían jugar los wines y una revista me publicaba títulos tremendos: “Bilardo poné wines”. No vi una revolución táctica, sí creo que España tiene buenos jugadores y ésos fueron los que definieron.

—Uno observa que, en cualquier momento, un africano estará peleando bien arriba en un Mundial. ¿Es algo que puede darse?

—Me acuerdo de que hace muchos años fui a África y me dije: “Pucha, estos tipos juegan bien de verdad”. Después, me llamaron de Libia y les dije que iba con la condición de que me dejaran conocer África. Visité 20 países y juegan todos bien. Sólo les falta disciplina, alimentación y orden táctico. Están empezando. Pero cuando se aviven, cuidado.

—¿Por qué se le hace tan complicado a un club como Unión la posibilidad de ascender?

—A todos les cuesta. Fijate lo que le pasó a All Boys y lo que le pasa a Platense, a Atlanta y a tantos otros. Ahora, el tema es si subís. Por eso, digo desde hace un tiempo que el que sube tiene que quedarse, por lo menos, dos años, porque el promedio perjudica. Entonces, ¿quién va a poner plata en un club para ascender o para armar un equipo en Primera, si al año siguiente estás en la B? Pero Unión tiene que subir, Santa Fe y Colón lo necesita.

—¿Por qué Colón?

—Porque sí... Esto es algo que sostengo y en La Plata me quieren matar por lo que digo. A Estudiantes no le conviene que Gimnasia descienda. Los hinchas de Estudiantes lo quieren ver en la “H”, no en la B, pero si Gimnasia está en primera, son dos buenas recaudaciones, la posibilidad de amistosos entre ellos, una competencia para ver quién anda mejor. Todos ganan así. Pero si Gimnasia desciende, seguro que no van a querer jugar amistosos porque están en categorías distintas y pierden los dos.

—¿Cómo es Germán Lerche en la convivencia?

—Como dirigente está muy bien considerado en la AFA, todos le tienen un gran respeto, y es una persona que se sacrifica por su club, que deja su familia, su tiempo, su trabajo y se mata por Colón. Lo veo con muy buenas ideas y mucha inteligencia. Después, como estuvimos hablando hoy, si el equipo gana es un fenómeno y si pierde es un desastre. Pero les puedo asegurar que Colón está muy bien defendido y he tenido muchísimas charlas con él, en los viajes sobre todo, y veo que tiene inquietudes, buenas ideas y muchas ganas de sacar a Colón adelante y de darle la alegría de un campeonato, que con paciencia conseguirá.

Con una gloria sabalera. “Carlos, este muchacho hizo uno de los goles más importantes de la historia de Colón”, le dijo el presidente Lerche a Carlos Bilardo, cuando se lo presentó a “Chupete” Marini, autor de aquel golazo en la primera final ante San Martín de Tucumán. Bilardo también estuvo en Casa Fútbol y saludó a los chicos que viven allí, que no podían creer a quién le estrechaban la mano. Foto: Flavio Raina

Están las dos listas

Hoy, cerca del mediodía, fue presentada a la Junta Electoral la lista del Movimiento de Integración Sabalero que encabeza el doctor Gustavo Abraham, con las correcciones necesarias luego de las impugnaciones y renuncias de los días pasados.

Lo más trascendente es el ingreso de Leopoldo Hadad para cubrir el cargo de vicepresidente ante la imposibilidad, por cuestiones estatutarias, de Atilio Pignata, quien iba a ocupar ese lugar y fue uno de los impugnados por la Junta.

La lista fue enviada al Departamento de Socios de la institución para que eleve el informe correspondiente. Si están todos en regla, será oficializada esta tarde por la Junta Electoral, que ya lo hizo con la Agrupación Pertenencia Sabalera, que impulsa al actual presidente, doctor Germán Lerche, como candidato a la reelección. Recordemos que los comicios sabaleros serán el próximo 19 de diciembre.