Más investigación biotecnológica en la provincia

Indear inauguró sus laboratorios

2.jpg

El flamante edificio en el que, en una primera etapa, trabajan 50 personas.

Foto: Agencia Rosario

El instituto pertenece a Bioceres SA y está ubicado en Rosario. La construcción demandó $ 17 millones, más U$S 2 millones en equipamiento.

 

Teresa Pandolfo

[email protected]

Santa Fe es una provincia productora de Biotecnología y está en condiciones de optimizar ese perfil.

En nuestra ciudad, las investigaciones que lleva adelante la Dra. Raquel Chan (Instituto de Agrobiotecnología-UNL-Conicet) y los descubrimientos respecto de tolerancia a estrés hídrico y modificaciones en el ciclo de los cultivos son muestras de la fecunda capacidad científica instalada, que trabaja para acercar tanto a la agroindustria como al campo medicinal nuevos productos y soluciones.

Mientras que en el Predio UNL-Conicet, en El Pozo, se están construyendo los edificios de tres nuevos institutos, entre ellos el de Agrobiotecnología, esta semana, con la presencia del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Lino Barañao, y el gobernador Hermes Binner quedó inaugurado el Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (Indear).

El Indear es una empresa que pertenece a Bioceres SA, asociada a Bio Sidus SA y al Conicet. El Litoral se ocupó de sus trabajos cuando se supo que estaba investigando una enzima para producir etanol a partir de la celulosa. Cuando logre el proceso enzimático, quedará superado el debate sobre si los granos deben destinarse sólo para alimento o también orientarse a la fabricación de biocombustibles.

El nuevo edificio rosarino demandó tres años efectivos de construcción, una inversión de 17 millones de pesos y de 2 millones de dólares en equipamiento. Actualmente, trabajan allí 50 personas, pero fue ejecutado de acuerdo con los estándares internacionales, es decir, para albergar a unos 150 científicos.

Día histórico

Previamente al acto, tuvo lugar una conferencia de prensa ofrecida por el presidente de Indear, Ing. Agr. Aimar Dimo; el gerente general, Ing. Federico Truco, Ph.D, y el director científico, Alejandro Mentaberry, Ph.

Aimar calificó al evento como “un día histórico” y recordó que, en el 2001, un conjunto de productores constituyó Bioceres SA “con la idea de generar proyectos de Biotecnología. Con el correr del tiempo nos dimos cuenta de que disponíamos de determinadas capacidades de transformación que debíamos potenciar”.

En 2004 se decidió construir el instituto. “Se pensó con socio privado, la empresa Bio Sidus SA, y otro público, el Conicet. De hecho, este laboratorio está construido en terrenos del Conicet con el cual tenemos un comodato”, señaló Dimo.

La idea de que sea una iniciativa público-privada se considera “un vértice” en la historia argentina.

“Hasta este momento, la ciencia en general está recluida en lo que son claustros públicos y, por primera vez, con empresarios agropecuarios en su mayoría, se decide apostar. Confiamos en nuestra capacidad, con el apoyo de la Secretaría de Ciencia”, resumió el presidente de Indear.

Este emprendimiento viene a tratar de resolver en parte los desafíos de los próximos 20 y 30 años: la necesidad de duplicar la producción de alimentos y de energía (Ver Desafíos). “Y deberá concretarse cuidando el medio ambiente y siendo responsables con ello, para lo cual será necesario utilizar nuevas matrices que se obtendrán desarrollando ciencia”.

Trucco, por su parte, puso el instituto a disposición de toda la comunidad científica y expresó el propósito de ayudar a potenciar las alternativas existentes en el país en materia de Biotecnología.

Mentaberry remarcó que se ingresaba en un período mundial de “grandes desafíos y cambios y la Argentina en esa situación tiene un gran marco de posibilidades”.

Habló, asimismo, en el interno del instituto de una gran mística, que posiblemente atraiga a otros investigadores. “El Indear intenta ser una plataforma de tecnologías”, dijo, para aseverar luego que “en un año, en una nueva conferencia de prensa, quizás podamos estar hablando de resultados (ver Proyectos en marcha)”.

1.jpg

Federico Trucco, Aimar Dimo y Alejandro Mentaberry hablaron de la necesidad de incrementar y diversificar la producción. Foto: Agencia Rosario

Desafíos

El principal desafío es duplicar la cantidad de alimento sabiendo que se tendrán menos tierras y que, a partir del cambio climático, se deberán adaptar cultivos a nuevas áreas.

“La idea es tratar de adaptar las especies a esos cambios y, por otro lado, también aumentar la cantidad de especies disponibles a partir de una adaptación biotecnológica”, dijo Trucco.

“Con una hora de luz, el sol irradia la energía necesaria para todo el consumo energético que la humanidad demanda y demuestra lo insuficiente que está siendo la fotosíntesis. Por eso las investigaciones van en esa línea”, señaló Mentaberry. Es tratar de hacer todos los procesos más eficientes y, a su vez, poder adaptar las diferentes especies a los distintos ambientes y lugares”.

Por su parte, Aimar Dimo sostuvo que se deberá producir más agricultura con muchísimos menos recursos: menos tierras y menos agua.

“La Argentina debe producir mucho más, con más calidad y con fines más específicos; esto es la diversificación. (...) Quizás debamos pensar también en una periférica de tierras semiáridas y sobre tronco tenemos una serie de proyectos que estamos investigando”, completó Mentaberry.


La empresa

Indear es una compañía dedicada a la investigación y al desarrollo de soluciones biotecnológicas orientadas a la agroindustria. La empresa se focaliza en dos áreas temáticas: el mejoramiento de los cultivos para aumentar la productividad y sustentabilidad ambiental y la producción de enzimas industriales en plantas. Para esto, Indear utiliza las herramientas de la biología molecular moderna vía estrategias convencionales o de transgénesis.

Proyectos en marcha

Producción de quimosina en plantas de cártamo.

Nuevas variedades de amaranto.

Desarrollo de cultivares de alfalfa con senescencia retardada.

Cultivos con tolerancia de estrés hídrico y salino, en convenio con la UNL y Conicet.

Maíz tolerante al Mal de Río Cuarto, en convenio con Inta.

Generación de herramientas para la transformación de plantas con fines biotecnológicos de mejoramiento.

Modificación del ciclo de los cultivos.

Advanta

En cuanto a la relación de Bioceres SA con Advanta, una cerealera a nivel global, indicaron “estar muy contentos”. “Le hemos licenciado la tecnología sobre tolerancia a la sequía en cinco cultivos, que para nosotros no eran estratégicos: sorgo, algodón, mostaza, arroz y colza. De esta forma, lograremos una mayor penetración internacional. Es el modelo de negocios de la sociedad de conocimiento: nadie puede hacer todo y la integración en fundamental. Nos da una plataforma internacional muy prometedora”, dijo Trucco.