Se duplican interrogantes sobre la utilización de la boleta única

El sistema sancionado exige cambios en los lugares de votación y en la confección de las boletas que ya no dependerá de los partidos o alianzas sino del Tribunal Electoral. El sistema demandaría más tiempo para sufragar y obligaría a aumentar el número de mesas para votar.

De la redacción de El Litoral

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Mientras en el seno de los partidos políticos, en el propio Poder Ejecutivo y en la Justicia electoral se analizan en detalle los alcances que tiene el sistema de boleta única sancionada por la Legislatura, el veto a la cláusula transitoria que disponía empezar a usar el sistema en los comicios generales del 24 de julio, extendiéndola a la primaria abierta, simultánea y obligatoria del 22 de mayo, duplica interrogantes acerca de cómo se implementará el sistema.

En la dirigencia política santafesina, salvo el voto contrario de sectores identificados con el kirchnerismo, públicamente todos avalan el sistema de boleta única y lo definen como un paso adelante en la transparencia del sistema electoral.

De todas maneras, el sistema necesitará de una fuerte campaña educativa o formativa para el electorado y lo recomendable parece haber sido iniciar el proceso en un comicio intermedio como el que ocurre a los dos años siguientes de la elección de gobernador y vice. Es que en el acto eleccionario si bien se renuevan todas las comisiones comunales, en los concejos municipales se elige la mitad de sus miembros y son 8 municipios los que nominan intendentes.

Aspectos técnicos

Tomando como referencia la última elección de gobernador donde hubo 11 fórmulas más el espacio para el voto en blanco, se estima que la boleta necesitará una hoja del tipo A 3 de 42 x 49 centímetros. Es que por cada binomio deberá constar el número que representa al partido, frente o alianza; la foto 4x 4 del aspirante a la gobernación; el símbolo partidario; nombre de la fuerza; nombres de los candidatos y el lugar para votar. Es decir seis casilleros por candidato. En la primaria, el formato se duplicaría como mínimo debido a que cada fuerza política puede tener varios binomios.

El esquema se repetirá en cada una de las cuatro o cinco boletas únicas. En cada localidad se votará por el senador departamental, una lista de diputados provinciales; intendentes y concejales en el caso de ciudades y presidentes comunales en el caso de comunas.

El inciso d) del artículo 2 de la ley deja establecido que “los espacios en cada boleta única deben distribuirse homogéneamente entre las distintas listas de candidatos oficializadas de acuerdo con las figuras o símbolos que los identifican”.

Ya la impresión de las boletas no dependerá de los partidos políticos sino que será tarea del Estado el que deberá contratar la confección de la boleta en cuyo talón llevará impresa la serie, circunscripción electoral y mesa a la que se pertenece y número de boleta. Cada talonario deberá contener unas 350 boletas únicas, una para cada elector por mesa.

Local de sufragio

Otras de las dudas generadas sobre el sistema es si será más rápida la resolución de cada elector que el caso en que debe optar por boletas como rige hasta hoy. Algunos ensayos realizados en dependencias oficiales permiten señalar que al elector le demandará un promedio de 3 minutos el seleccionar y marcar los cinco votos en las tantas boletas únicas por categoría y es a partir de este dato donde se deberá determinar si se duplica o no el número de mesas teniendo en cuenta que unos 350 ciudadanos están habilitados para votar en cada mesa de los cuales sufraga -en promedio- el 75%. El horario electoral es de 8 a 18.

El cálculo es que si un elector demora 3 minutos, votan 20 por hora y en diez horas votarían 200. Esta situación obligaría o a separar las mesas o bien habilitar lugares simultáneos de votación en cada mesa para agilizar el trámite.

En tanto, el Ejecutivo deberá proveer de fondos al Tribunal Electoral para que realice los afiches de todos los candidatos a legisladores para exhibirlos en las salas de votación y dotarle de caballetes y otros exhibidores para ilustrar al electorado.

Mientras se espera el debate legislativo sobre el veto parcial del Ejecutivo, es bueno dejar planteados algunos interrogantes que surgen de escuchar la opinión de conocedores del funcionamiento del sistema electoral. Tal vez sean necesarios otros retoques legales antes de poner en marcha un sistema donde se deberá educar fuertemente al ciudadano para que sepa cómo expresar su opinión cuando llegue al cuarto oscuro y se encuentre con varias boletas únicas.