Escándalo en el cierre legislativo

Portazos e insultos entre diputados y funcionarios del Poder Ejecutivo

Legisladores y autoridades del Ministerio de Economía discutían pormenores de una deuda impositiva de la concesionaria del puerto de Rosario. El debate terminó con el enojo de Ángel Sciara, que abandonó la reunión antes de que se agotaran las preguntas.

Portazos e insultos entre diputados y funcionarios del Poder Ejecutivo

La reunión en la Presidencia de la Cámara de Diputados antes de que se caldearan los ánimos. Foto: Guillermo Di Salvatore

 

Ivana Fux

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La actividad legislativa de 2010 terminó con portazos e insultos entre diputados y funcionarios del gobierno. La presencia del ministro de Economía, Angel Sciara, en la cámara había sido solicitada por el legislador justicialista Marcelo Gastaldi dos meses atrás. Pero la cita se dilató tanto que quedó agendada para el último día hábil del año.

Gastaldi pretendía clarificar aspectos de la negociación de una deuda impositiva de Terminal Puerto Rosario (TPR), porque según sus sospechas, la provincia actuó con un trato “arbitrario” a favor de la concesionaria.

“En diciembre de 2008 -relató el legislador-, API presentó una cautelar para embargar las cuentas de TPR por 9 millones de pesos. Pero esa decisión volvió para atrás el 8 de enero de 2009, cuando hacen una sustitución parcial del embargo, sólo por 1,4 millón. En el camino quedaron 7,7 millones de pesos”.

El diputado intentó indagar acerca de los avales técnicos sobre los que se fundaron estas decisiones, y preguntó cómo la provincia garantizó el cobro de la deuda completa.

Sciara tomó la palabra y antes de pasar a los pormenores técnicos, reparó en un dato político. “Acá no ha habido ningún perdón de deuda, al contrario, la deuda está garantizada. Pero además, si hay algo importante, es que por primera vez se aplicó una cautelar para preservar la deuda verificable generada (por Sellos) en 2002”, sentenció.

Respecto de los 7,7 millones que “quedaron en el camino”, el ministro dio su explicación. “La cautelar (el embargo) es sólo por 1,4 millón de pesos porque el resto, que son intereses resarcitorios, está recurrido. Esa es la deuda que TPR reconoce. El resto no se condona, sino que se sigue discutiendo administrativamente con la concesionaria”, aseguró.

Para saldar la deuda reconocida, TPR acordó con API un plan de pago en 36 cuotas. Pero sólo canceló cuatro porque ingresó a concurso de acreedores.

“Aquí la cosa deviene en abstracto -dijo Sciara- porque la ley de quiebra prácticamente establece que ante una empresa en concurso, se levanta la cautelar. A partir de allí, mandamos a verificar la deuda completa (no sólo por Sellos), que suma en total 18 millones de pesos”, expresó.

Nudo

La reunión transcurría sin que las partes modificaran sus posturas; las críticas no eran aceptadas por los funcionarios, y las explicaciones oficiales no convencían a los opositores. La concurrencia se iba desgranando; ya se habían ido el presidente de la Cámara, Eduardo Di Pollina, el radical Santiago Mascheroni y el socialista, Sergio Liberati.

Gastaldi pidió el dictamen legal que respaldó la decisión de aceptar la sustitución parcial del embargo. Beccari dijo que hasta contaban con una resolución de Fiscalía de Estado, pero no pudo mostrar una copia. Gastaldi advirtió también la inexistencia de una nota formal en la que TPR solicitara la sustitución del embargo. “API actuó a favor de las dos partes”, alertó.

Entonces intervino la directora provincial de Técnica Tributaria y Coordinación Jurídica, Margarita Zabalza, que hasta ese momento interactuaba como apuntadora de los funcionarios de primera línea. “TPR inicia la gestión del plan de pago a través de Internet, por eso no hay nota”, reveló. Completó su exposición y volvió a su silla en uno de los costados de la sala. Le retrucó Silvina Frana (PJ), advirtiendo que no hay ley que acredite dichos trámites virtuales. Siguió un ácido intercambio entre ambas hasta que Zabalza disparó: “¡Son unos chantas!”. El insulto le valió el reto paternal de Gastaldi. “No seas irrespetuosa”, le dijo en dos ocasiones a la joven funcionaria.

Desenlace

La discusión se reencauzó pero por poco tiempo. Frana y Gastaldi volvieron a la carga con otra observación. “Por qué no se ejecutó el seguro de caución, cuando TPR entró en concurso de acreedores”, preguntaron. “Son juicios de oportunidad”, sentenció Raúl Lamberto (PS), pero no hubo más argumentos. “Ven que son arbitrarios y privilegian a TPR. Ustedes no defienden los intereses de la provincia”, imputó Gastaldi. La frase desencajó al ministro Sciara.

“Cómo te atrevés a decir eso; nosotros logramos lo que nunca lograron ustedes -le enrostró el ministro, en alusión a las gestiones justicialistas-. Sos un caradura, Marcelo”, acusó.

Frana intentó poner paños fríos: “Ministro, no puede decir eso. Nosotros siempre nos tratamos con respeto”. Pero el planteo no alcanzó. Sciara se levantó de su silla. Dijo un irónico “Feliz año nuevo”, y enojado, abandonó la presidencia de la Cámara. Abrazó a Frana pero cruzó el umbral y lanzó un insulto: “Son unos pelotudos”. Tras él se fueron los demás funcionarios. “¡Ladrones de guantes blanco!”, vociferaba en el pasillo el diputado Alberto Monti (PJ). Así despidieron el año.

“Se enojaron y se fueron”

El diputado provincial Mario Lacava (PJ) lamentó que los funcionarios del Ministerio de Economía se retiraran antes de que concluyera la reunión.

“Las preguntas no se habían agotado. Habíamos entrado en el meollo de la cuestión, pero se levantaron y se fueron, y esto lo digo bajo mi estricta responsabilidad, porque no pudieron explicar las últimas preguntas que les fuimos formulando”, dijo el legislador a El Litoral.

Lacava sostuvo que “los funcionarios no pudieron explicar cómo al día de la fecha, habiendo la empresa Terminales Portuarias de Rosario pagado sólo cuatro cuotas, no se ejecutó la garantía. Esto no se puede explicar. No se puede explicar porque no hay dictámenes técnicos para levantar embargos sobre una deuda que se sigue discutiendo pero ya no está embargada”.

El diputado cuestionó la actitud de los socialistas. “Hicieron lo que hacen siempre. Se enojaron, nos dijeron cualquier cosa y se fueron. Pero nosotros vamos a seguir controlando”, aseguró.