Un mal que se repite en la zona costera
Un mal que se repite en la zona costera
Vecinos de Arroyo Leyes denuncian robos y destrozos en viviendas
En los últimos días los cacos atacaron más de una decena de casas. Profundo molestar entre los residentes de la zona.

Movilizados. Los vecinos están preocupados no sólo por los robos. También por la falta de respuestas de la policía y del presidente comunal. Foto: Danilo Chiapello
Danilo Chiapello
Preocupados y enojados. Así están los vecinos de Arroyo Leyes.
Es que en poco menos de un mes se han producido en dicha jurisdicción no menos de diez episodios delictivos en casas de familia.
La noticia sobre los robos domiciliarios corrió rápidamente entre los residentes -de fin se semana y permanentes- generando un lógico estado de recelo.
Para colmo el malestar se incrementó cuando se supo que no fue de lo mejor la respuesta obtenida de parte de la policía del lugar y de las autoridades comunales.
La zona donde los cacos parecen haber concentrado su acción se ubica a la altura del kilómetro 14, entre las calles 62 a 72.
En todos los casos la metodología resulta casi idéntica. Primero se ejerce violencia contra las aberturas (incluso con candados) y luego arrasan con cuanto objeto de valor hallan en su camino.
La mayoría de los golpes se concretó en ausencia de sus moradores. No obstante se han detectado casos de ataques o intentos de ataques en domicilios con la familia adentro.
Una seguidilla
“Desde hace bastante veníamos advirtiendo distintos episodios de rapiña y ratería en las viviendas”, comenzaron diciendo los vecinos. “De pronto te das cuenta que se llevaron una bicicleta que quedó en algún patio, una silla, una manguera, en fin... cosas así.
“Lo que pasa es que en estos últimos 10 días el tema se puso más serio.”
* Está el caso de lo ocurrido en el domicilio de la familia Valentini-Andreozzi. Allí autores ignorados violentaron las puertas de un quincho, produjeron algunos daños y se dieron a la fuga.
* El miércoles fue el turno de la familia Zimerman. Con similar método uno o más rufianes “palanquearon” las puertas de la casa. Recorrieron todo el inmueble, requisaron cada uno de los ambientes y escaparon con rumbo desconocido.
* Otro de los damnificados fue la casa donde vive Roberto Paolini y su familia. La semana pasada el nombrado, en una de las tantas recorridas, advirtió que un atizador estaba fuera de su lugar. En principio no le dio importancia por lo que se retiró a hacer unos trámites. Sin embargo al regresar constató que con dicho atizador le habían violentado puertas y ventanas del inmueble.
Todo parece indicar que su llegada interrumpió el “trabajo” de los ladrones. Dentro de la casa halló varios bolsos con objetos de su propiedad, listos para ser llevados.
* Horacio Bonazza es otro de los vecinos que no escapó a esta oleada. Aunque su caso es realmente especial por cuando (los ladrones) le entraron dos veces en menos de 48 horas. “Primero me robaron el viernes y luego el sábado”, dijo. “Me rompieron puertas y ventanas. Se llevaron cosas de pesca, algunos electrodomésticos que había en la casa”.
* Por último está el caso de lo ocurrido el lunes a Norberto Lenarduzzi. “Hace unos días varios sujetos comenzaron a golpear con cadenas el portón, querían entrar y no pudieron. Vimos además un auto parado en medio de la calle con gente a bordo de manera sospechosa. Llamamos a la policía pero nunca vinieron”.
Reclamos
En forma unánime y coincidente los vecinos se quejaron por el desempeño de la policía.
“No hacen ningún tipo de prevención. Es muy raro que se los vea patrullando. Además aquí todos nos conocemos y sabemos cuándo hay alguien que no es de aquí.
De un tiempo a esta parte vemos “caras raras” que circulan por el pueblo y nadie hace nada. ¿Es tan difícil ubicarlos y chequearlos? ¿Preguntar qué están haciendo?”, se interrogaron.
Además muchas veces se intentó amedrentar a los vecinos. “Sabemos de gente que fue a hacer la denuncia y le contestaron: ¿usted está seguro de denunciar esto? Por qué no va y lo piensa y un poco. Yo lo espero toda la tarde”.
En la comuna
Los reclamos de la gente también hicieron blanco en el jefe comunal del pueblo, Horario Macedo. “Cuando le fuimos a pedir su intervención nos sacó corriendo. Nos dijo que no podía hacer nada. Que estaba desbordado. No sé que tanto trabajo tiene”, se preguntaron.
Queremos que se sepa que somos nosotros, los vecinos, quienes tenemos que cambiar los focos del alumbrado público para no quedarnos a oscuras”, sentenciaron.
Marcas
Uno de los denunciantes no dejó pasar por alto un dato revelador. “Hace bastante tiempo que vemos gente extraña que anda deambulando por el pueblo. De pronto uno se da cuenta que algo de su casa está cambiado. Puede ser un alambrado torcido, una empalizada que se cayó... Son pistas. Van “marcando’ las casas donde se puede entrar a robar”.

“La prioridad la tienen las víctimas” Marcelo Gagliardi, Pte vecinal

“Aparte de los robos padecemos cortes de luz”, Flia. Zimerman

“Esta banda se formó ahora. ¿Es tan difícil atraparlos? Roberto Paolini

“Me entraron dos veces en menos de 48 horas”, Horacio Bonazza