Cardiodesfibriladores: claves para salvar vidas

Equipos electrónicos portátiles que se instalarán en estadios de la ciudad y en los lugares que concentren a más de 5.000 personas permitirán marcar la diferencia entre la vida y la muerte para las personas que sufren una descompensación cardíaca.

TEXTOS. MARIANA RIVERA. INFOGRAFÍA. EL LITORAL.

El Concejo Municipal de nuestra ciudad aprobó a fines del año pasado una ordenanza que establece la obligatoriedad de los lugares públicos o privados en los que se congreguen más de 5.000 personas de tener un cardiodesfibrilador, en especial en aquellos dedicados a la actividad físico-deportiva o lúdicas, como recitales o partidos de fútbol.

Pero ¿en qué consiste este equipo que -según plantearon los legisladores que tuvieron la iniciativa, Carlos Suárez y Jorge Henn (FPCyS)- permite salvar una vida si es usado a tiempo, luego de que cualquier persona sufre una descompensación cardíaca?.

“La cardiopatía isquémica es la causa de mayor mortalidad en los adultos en la Argentina. Sabemos que por cada paciente que llega al hospital con un infarto lamentablemente hubo otro que no llegó, que se murió en la casa o en la calle por esta causa. Por eso, si podemos contar con estos dispositivos muy posiblemente podremos salvar más de una vida”, opinó el Dr. Carlos Valli, presidente de la Asociación de Cardiología de Santa Fe.

Sin embargo, hizo una aclaración: “Sería bueno que haya gente que se pueda formar en realizar una maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP) adecuada y en el manejo de estos dispositivos, porque el hecho de no involucrarse ni comprometerse determinará que se vaya una vida”.

La muerte súbita ocurre en una persona de manera inesperada. Sucede en menos de una hora de evolución o, incluso, durmiendo, y se produce en pacientes sin antecedentes coronarios en más del 50% de los casos. “El resto corresponde a pacientes que ya tienen enfermedad coronaria y que hacen un nuevo evento o tienen una complicación de su patología”, acotó el cardiólogo.

Y agregó: “También se han visto casos de muerte de personas de menos de 40 años, fundamentalmente deportistas”. Esto ocurrió -ejemplificó- hace dos años en España con un jugador de fútbol, quien falleció en pleno juego porque no había un cardiodesfibrilador. Posteriormente, la legislación de ese país exigió que en los partidos se contara con estos equipos. Hace unos meses ocurrió algo similar con otro jugador de fútbol, a quien le salvaron la vida con el dispositivo.

TRES MINUTOS CLAVE

¿Por qué se produce la muerte súbita? Sucede -precisó el Dr. Valli- por las denominadas arritmias fatales, es decir, las fibrilaciones ventriculares (cuando el corazón está desorganizado eléctricamente) y las taquicardias ventriculares (arritmias ventriculares de alta frecuencia pero que hemodinámicamente no son satisfactorias).

El paciente se desmaya pero no se recupera rápidamente, pierde el conocimiento, no responde, no tiene pulso, no respira o tiene una respiración agónica. Esto ocurre en forma rápida y en gente que es inesperado que le ocurra. La arritmia -explicó- genera una alteración eléctrica del corazón y despolariza sus fibras musculares; este equipo permite que -otra vez- comience a latir con su ritmo propio, denominado sinusal.

En este sentido, aseguró que “cuando esto ocurre -en la vía pública o en la casa-, el 90% de los pacientes fallece porque necesita una recuperación muy rápida. Si la gente no tiene idea de cómo reanimarlo, de la utilización de un cardiodesfibrilador y espera una ambulancia (que con mucha suerte demora entre 7 y 15 minutos), el 90 ó 95% de la población muere por esta causa. La idea es poder salvar vidas y si este dispositivo no llega antes de los 3 minutos, las posibilidades de sacar al paciente son bastante poco significativas”.

CAPACITARNOS PARA ACTUAR

Hasta hace algunos años, los cardiodesfibriladores debían ser utilizados por personal autorizado (médicos y paramédicos entrenados), quienes también hacían las maniobras de reanimación cardiopulmonar (compresión y respiración asistida o boca a boca), hasta la llegada del mencionado equipo.

Sin embargo, la existencia de aparatos automáticos y la posibilidad de que la población en general pueda capacitarse para hacer ambos procedimientos permiten que las oportunidades de poder dar una mano aumenten.

“También es importante la velocidad con la que se empiece a actuar y pasa por el hecho de estar involucrados”, sugirió el Dr. Valli. Y agregó: “Cuando uno ve una persona que sufre un episodio de estas características, la idea es empezar a actuar lo más precozmente posible, con las maniobras de reanimación cardiopulmonar para mantenerle la vida, para luego realizar una cardiodesfibrilación rápida. Esto salva vidas”.

Respecto de la utilización de este equipo en niños, el profesional acotó que “la Asociación Americana de Cardiología explica que se puede usar en chicos entre 1 y 8 años. Las paletas son diferentes (más pequeñas) pero el dispositivo es el mismo. Pero en los niños, la causa de la parada cardíaca es un traumatismo, un ahogamiento o una asfixia por gases, aunque el tratamiento es el mismo”.

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Cómo proceder ante una muerte súbita

+datos La norma

La ordenanza sancionada recientemente por el Concejo Municipal santafesino establece que los organizadores o instituciones privadas a cargo de lugares de concurrencia masiva, donde se congreguen más de 5.000 personas, deberán disponer de un desfibrilador y contar con personal capacitado para su administración y en técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP). Además, tendrán que garantizar el mantenimiento del aparato en óptimas condiciones de uso y conservación, lo cual será controlado periódicamente por la Municipalidad.