Informe de Ciccra
Carne: en 2010 el consumo fue el más bajo desde 2002

Era previsible. El incremento de precio acotó la demanda.
Foto: Archivo El Litoral
Alcanzó un estimado de 58,8 kilogramos/año/per cápita luego de haber promediado los 68,4 kilogramos/año en los ejercicios anteriores.
De la redacción de El Litoral
La producción de carne vacuna disminuyó en 2010 para ubicarse en apenas 760.000 toneladas res con hueso y tal caída se reflejó en importantes contracciones del consumo interno y de las exportaciones.
“Tal fue la magnitud de la caída que en ocasiones anteriores ya se ha señalado, que ni siquiera suspendiendo totalmente los envíos al exterior de carne vacuna, se habría evitado la caída del consumo interno de carne vacuna con relación al récord alcanzado en 2009”, indica el último informe de mercados de la Cámara de la Industria y Comercio de carnes y derivados de la República Argentina (Ciccra).
La mayor porción del ajuste recayó en el mercado interno, pero, en términos relativos, el mercado externo fue el que soportó el ajuste más importante. Porque según Ciccra, el año pasado las exportaciones cayeron 52,7 % con respecto a 2009 y el consumo local retrocedió 13,2 %. De esta forma, la participación de los envíos al exterior en el total de producción bajó de 18,9 % en 2009 a sólo 11,3 % en 2010, marcando el peor registro de la década si se deja afuera del análisis al particular 2001 (cuando, debido a la reaparición de la fiebre aftosa en los rodeos, se produjo el cierre masivo de mercados externos).
El consumo per cápita de carne vacuna descendió en 2010 a un nivel de 58,8 kilogramos/año, luego de haber promediado los 68,4 kilogramos/año en los dos ejercicios anteriores. “Tal fue el impacto de la escasez de carne vacuna que en 2010 se registró el menor consumo por habitante de carne vacuna desde 2002 (57,8 kg/año), cuando la crisis doméstica hizo caer abruptamente el poder de compra de los argentinos y, en consecuencia, la capacidad de consumir esta fuente de proteínas”, apuntó Ciccra.
Estadísticas
En 2010, según las estadísticas de la Oncca, la faena total alcanzó un nivel de apenas 11,81 millones de cabezas. “Hay que remontarse a las crisis de 1998 y de 2001-2002 para encontrar guarismos similares. La caída acumulada fue de 26,5 % interanual y en términos absolutos implicó la faena de 4,25 millones de cabezas menos (versus 2009)”, explicó el informe de Ciccra.
“Lo que sucedió en 2010 era fácil de prever, debido a que desde el otoño de 2006 en adelante el gobierno nacional implementó una política antiganadera, la cual le restó sentido económico a la cría de hacienda. Sólo era cuestión de tiempo que esto se reflejara en los mercados de hacienda y de carne vacuna. Probablemente, la fuerte sequía que afectó a las zonas productoras entre mediados de 2008 y de 2009 contribuyó a demorar la aparición de los efectos de una política sectorial nefasta, porque forzó la venta anticipada de animales ante la falta de alimento y agua. Pero, más tarde o más temprano los resultados iban a quedar a la vista”, añadió.
“Los récords de actividad sectorial alcanzados en 2008 y 2009 no eran para festejar, porque estaban basados en la descapitalización. Es decir, que no tenían posibilidades de sostenerse en el tiempo. Diferente habría sido la cosa, si se hubieran logrado con mejoras de productividad (parición y destete) y aumento del rodeo”, apuntó.




