La fiesta de la Vendimia no empezó bien para los mendocinos: el Tate se llevó los tres puntos...
La fiesta de la Vendimia no empezó bien para los mendocinos: el Tate se llevó los tres puntos...
Se “enoja”, juega y mata

El “Changuito” también colabora. Juan Pablo Cárdenas es uno de los más experimentados en una defensa que está capacitada al momento de aguantar un resultado favorable. Foto: Agencia Télam.
Partido calcado al de Merlo: gol del rival sobre el cierre del primer tiempo y al descanso perdiendo. En el complemento, Unión dio vuelta todo con buen fútbol y ganó bien.
Enrique Cruz (h)
(Enviado Especial a Mendoza)
Esa misma imagen de sobriedad que tiene el equipo en la cancha se transmite fuera de ella. Hasta parece que la convicción y la confianza se exhiben en el lugar que más vale, que es el propio rectángulo de juego, que en las declaraciones o en la exteriorización post-partido. Nadie dice una palabra de más, nadie se aventura a señalar nada. Hay alegría y optimismo, pero todo dentro de los límites que imponen la cordura y la seriedad que nace del propio cuerpo técnico. Darío Kudelka es el primero en señalar que todavía falta mucho, que el torneo está plagado de “pequeñas rachas” y que cada cual aprovecha la suya. Claro que la de Unión, con 8 partidos sin perder, ha dejado de ser una simple racha para transformarse en algo serio. Y esa es la sensación que tenemos los de afuera, los que evaluamos por lo que se ve y se transmite desde el campo de juego. Y allí entra a tallar lo más gravitante que tiene este equipo, que es el aplomo y la solvencia con la cual sale a jugar sus partidos. Y cómo puede dar vueltas esas historias que se presentan complicadas y con un porvenir oscuro.
¿Cómo se puede medir la madurez de un equipo?, ¿hay parámetros para definir si existe o no convicción en lo que se está haciendo?, definitivamente sí. Y hay dos aspectos básicos que saltan a la vista: 1) Unión puede ir perdiendo un partido con un gol que en el fútbol se llama “sicológico” (sobre el final del primer tiempo para irse a descanso con un golpe certero y casi de nocaut) pero no lo siente y se anima a revertir la historia, como le pasó anoche y como ya antes le había ocurrido ante Deportivo Merlo; 2) Unión, anteriormente, a estos partidos los perdía y por una buena diferencia en el resultado y en el trámite; hoy, ya esto no ocurre.
En estos dos aspectos radica lo más fuerte desde el punto de vista de la convicción que despierta este equipo. Y a partir de ese convencimiento viene lo otro, lo que también entusiasma y obliga a empezar a gastar algunas fichas por un futuro inmediato venturoso, y es que cuando Unión logra alcanzar un mediano grado de precisión e inteligencia para imponer su fútbol, saca ventajas muy claras sobre el rival. Y siempre entrando en el terreno de las pruebas, basta con recordar lo que pasó durante 30 ó 35 minutos del partido con Chacarita y en el segundo tiempo de anoche en Mendoza, donde dio vuelta el resultado y terminó ganando sin discusiones.
Rosales y Quiroga
Tener un jugador desequilibrante y un delantero como Rosales y Quiroga, en este nivel que están mostrando, es suficiente para suponer que en cualquier momento se puede ganar un partido. No son los únicos. Unión tiene otras individualidades que, posiblemente, no sean tan trascendentes que las dos apuntadas, pero que sirven para que el desarrollo del conjunto alcance este nivel que, de a ratos, parece ser demasiado para un torneo con tantos equipos signados por esa enfermedad de la irregularidad que también la tuvo Unión en la primera rueda, pero que ahora ha desaparecido por completo porque el equipo goza de buena salud.
Centro de Quiroga para un cabezazo de Rosales en el empate parcial y cabezazo de Quiroga en una preciosa jugada ensayada en la semana, hicieron que Unión diera vuelta en menos de lo pensado un partido que se presentaba complicado sólo porque al final del primer tiempo había sorprendido Mozzo anticipándose en un córner y marcando ese 1 a 0 parcial que hizo despertar y “enojar” a Unión en el entretiempo.
Paulo Rosales tiene ahora un protagonismo que hasta hace un tiempo parecía imposible de redescubrir en Unión. Y es el “10” que hace recordar, por nivel de trascendencia, al Madelón de 1989 o al Cabrol de 1996, responsables del buen juego de aquellos equipos que consiguieron los últimos ascensos. Y el Flaco Quiroga está cada día más fuerte, más jugador, más integrado al trabajo colectivo del equipo sin desembarazarse de esa responsabilidad que tiene, como delantero, de llegar al gol.
Ganar de visitante, signo de madurez
Las seis victorias que lleva Unión jugando afuera del 15 de Abril, los 20 puntos de visitante, esa convicción para hacer valer su juego por encima del rival y la forma en que dio vuelta el resultado anoche y pudo empatar hace quince días un partido que se iba perdiendo (ante Merlo), son signos evidentes de una madurez que llega en un momento propicio, cuando el campeonato está armado y la etapa de definiciones ya no está tan lejos.
Es cierto que se cometen errores. Por ejemplo, a Unión le cabecearon bastante anoche en su propia área, más allá del gol. Y en el primer tiempo, salvo Velázquez, ninguno de los de arriba supo ganarse el tiempo y el lugar para provocar un desequilibrio que, en el complemento, se dio con creces.
De todos modos, la convicción y el funcionamiento aceitado que adquirió este equipo, dimensionado por la calidad de un segundo gol que surge como consecuencia del ensayo de la semana, son pruebas elocuentes de una actualidad que entusiasma.
Después del partido, Darío Kudelka me decía: “este torneo está lleno de pequeñas rachas; ahora, los que estamos en la positiva somos Rafaela y nosotros... Ojalá la nuestra dure 16 fechas más, ja”. Y puede ser porque esto es fútbol- que alguna vez se pierda o que se pueda complicar la situación por la levantada de algún rival que empiece a ganar seguido como lo están haciendo Unión y el equipo de Trullet. Pero la sensación que se percibe desde afuera, es que Kudelka ha logrado formar una estructura tan sólida que será difícil que Unión resigne así nomás este invicto que ahora llega a ocho partidos.
En definitiva, y sin pretender contrariar ni mucho menos al técnico de Unión, las rachas se emparentan más con lo aleatorio o lo que se consigue con mucho de fortuna. Esto de Unión ha dejado de tener estos argumentos para convertirse en una verdadera campaña. El tiempo dirá hasta cuándo y dónde se llega. Hoy, el presente, entusiasma mucho. Muchísimo. Este equipo tiene pasajes de buen fútbol. Y cuando esos pasajes se dan, los rivales caen rendidos a sus pies. Como le pasó a Ferro, Chacarita e Independiente Rivadavia, las tres últimas víctimas.
6
Victorias
Son las que acumula Unión como visitante en lo que va de la temporada. Venció a Atlético Tucumán, Gimnasia de Jujuy, Defensa y Justicia, Atlético de Rafaela, Ferro e Independiente Rivadavia. De visitante, es el equipo de mejor campaña de los 20 que juegan en la categoría.
5
Sin ganar
En condición de local, son los partidos que acumula Independiente Rivadavia. La última victoria en el estadio Bautista Gargantini fue nada menos que ante Atlético de Rafaela.
2
Por TV
Unión jugará el lunes de la semana que viene, a las 17.30 (es feriado de carnaval), ante Boca Unidos de Corrientes en el 15 de Abril. Luego, volverá a jugar un día lunes: será el 13 de marzo, ante Instituto, en Alta Córdoba, desde las 21.05. Ambos partidos irán por TV.
8
Goles
Son los que lleva anotados Matías Quiroga en este campeonato.
/// EL DATO
Pérez y Moreno
Finalmente, Alejandro Pérez y Emanuel Moreno fueron los dos jugadores de Unión que se quedaron sin firmar planilla. Aparecieron en el banco Yacob y Pablo Magnín. En el caso del “Rusito”, ya totalmente recuperado de la lesión que aún no le permitió debutar en este torneo, mientras que Magnín ocupó el puesto de Zárate, quien no formó parte de la delegación que viajó a esta capital cuyana.
10
Meses
Pasaron desde la lesión de Yacob, ocurrida en mayo del año pasado ante All Boys, hasta este partido en el que volvió a integrar el banco de suplentes aunque no jugó. El defensor tuvo rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha.
5
Ex jugadores
De Colón componen el plantel del equipo mendocino. Se trata de Pablo Moroso, Pablo de Miranda, Sebastián Romero, Gabriel Solís y el “Cebolla” Sciorilli.
/// LA CLAVE
Acompañados
Como viene ocurriendo sistemáticamente, Unión estuvo bien acompañado en Mendoza. A Jorge Molina, el vice primero que llegó acompañado de su hijo Matías y de Fernando García, se sumaron ayer Emilio Lamas, Marcelo Piazza y el “Pato” Más. También se lo vio a Daniel Beguelin y a otros santafesinos en la platea mendocina.
Dos hechos insólitos
Dos situaciones raras se dieron en la parte final del encuentro. Una de ellas fue cuando un delantero de Independiente Rivadavia le pegó defectuosamente a la pelota, tan mal que comenzó a desviarse con mucho efecto hacia el costado de la cancha y antes de que saliera fue interceptada por uno de los alcanza-pelotas, que se metió en el campo de juego, la detuvo y se la dio a Limia. El árbitro marcó un bote a tierra de inmediato y expulsó al pibe que alcanzaba la pelota. Estuvo muy bien Independiente Rivadavia, ya que el jugador que fue al “pique”, decidió tirarla afuera.
No menos rara fue una jugada posterior. Limia detuvo en lo alto un centro, se quedó con el balón y cayó al piso. El árbitro corrió y le señaló que el balón estaba en juego y que debió sacárselo de encima. ¿Qué hizo Limia?, al no poder levantarse para tirarla afuera por un costado, la envió con la mano al córner. El tiro de esquina fue ejecutado por un jugador local, pero no en forma de centro sobre el área de Limia, sino tocando el balón suavemente hacia fuera, haciendo valer la regla del fair-play. Era tiempo de descuento, el local perdía, faltaban pocos minutos, había un córner a favor y hasta Ayala había ido a buscar el cabezazo...
/// SÍNTESIS
Independiente Riv. 1
Unión 2
Independiente Rivadavia: Ayala; Moroso, Menghi, De Miranda y Oliva; Romero, Mozzo, Fileppi y Bazán; Ferradas y Javier Velázquez. A.S.: Basabe. Estuvieron en el banco: Aveska, Gabriel Solís y Caballero. D.T.: Jorge Ghiso.
Unión: Limia; Zurbriggen, Avendaño, Barisone y Cárdenas; Montero, Vidal, Pablo Pérez y Jorge Velázquez; Rosales; Quiroga. A.S.: Arce. Estuvieron en el banco: Yacob, Bruna y Magnín. D.T.: Darío Kudelka.
Goles: en el primer tiempo, a los 42 min Mozzo (IR). En el segundo tiempo, al minuto Rosales (U) y a los 13 min Quiroga (U).
Cambios: en el segundo tiempo, a los 10 min Soto Torres (U) por Montero; a los 21 min Sciorilli (IR) por Fileppi; a los 25 min Juárez (IR) por Romero; a los 34 min Ezequiel Pérez (IR) por Oliva; a los 36 min Fioretto (U) por Rosales; a los 43 min Maidana (U) por Jorge Velázquez.
Amonestado en Unión: Jorge Velázquez.
Cancha: Independiente Rivadavia.
Árbitro: Germán Delfino.

El eje del equipo
Paulo Rosales festeja su gol. El “10” no sólo volvió a ser fundamental en la remontada del segundo tiempo, sino que sigue derecho para el arco. Incluso, casi mete otro gol, pero el palo le negó el festejo.
Foto: Gentileza Agencia Fotoreporter

La salida por la derecha
Fausto Montero debió salir antes por un corte en una ceja, producto de un cabezazo. Hasta ese momento, no había podido gravitar demasiado en el juego, pero siempre es una opción importante para la ofensiva rojiblanca.
Foto: Gentileza Agencia Fotoreporter

El socio en el medio
Al lado de Sebastián Vidal, Pablo Pérez tiene la obligación de manejar la pelota, tocando hacia los costados o para Rosales. En Mendoza, el “Fantástico” no tuvo uno de sus mejores rendimientos.
Foto: Gentileza Agencia Fotoreporter

Un “9” que también juega
Matías Quiroga no sólo es la referencia en el área para la ofensiva tatengue, sino que además colabora en el traslado del balón, retrocediendo y, como muestra la imagen, encarando al área con velocidad.
Foto: Gentileza Agencia Fotoreporter