Sigue habiendo prudencia y cordura en las declaraciones...

“No hay que relajarse ni subirse a ningún carro”

Las palabras son de Paulo Rosales, uno de los mejores de Unión. Hizo un gol de cabeza, levantó el nivel del equipo con su labor en el segundo tiempo y armó una “apilada” que si terminaba en gol (el palo se lo negó) era para cerrar la cancha.

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Mendoza)

No se observaba un festejo alocado ni mucho menos. El Parque San Martín, en uno de cuyos extremos está la cancha de Independiente Rivadavia, mostraba algunas luces propias de los ensayos por lo que se viene: la tradicional Fiesta de la Vendimia que ha congregado, en cada una de las 74 ediciones de vid, a verdaderas multitudes. Y no será ésta la excepción, la número 75, que se asocia a los festejos por los 450 años de la fundación de Mendoza, hecho que ocurrirá pasado mañana.

Paulo Rosales fue, junto con Quiroga, un hombre clave en la victoria tatengue. El Flaco Quiroga salió y dijo: “Estoy feliz por el triunfo más que por mi actuación. ¿Por qué siempre busco abrazar a mis compañeros cuando marco?, porque hago goles gracias a ellos y sin ellos no soy nada”. Cortito, al pie y contundente.

Por su parte, el cordobés tardó un poco más y se explayó lo suficiente. Se notaba en su cara la satisfacción por este muy buen momento.

—Paulo, le están dando una alegría a la gente que desde hace tres años no sueña tan ilusionada con el ascenso. ¿Qué sentís?

—Que no tuve la oportunidad de estar en ese momento de la Promoción con los jujeños y me gustaría vivir un ascenso y sueño con que sea en forma directa y no a través de una Promoción con un equipo de Primera. Falta mucho todavía y tenemos que seguir trabajando y mejorando.

—¿En quién pensás y le agradecés por este muy buen presente tuyo?

—En Darío Kudelka y Jorge Molina, que fueron fundamentales. Estábamos viendo hace medio año en qué club podía arreglar, hasta que llegó Darío, me habló y me convenció para quedarme y para volver a demostrar que puedo jugar en este club. Además, tengo muchos amigos en Unión y todos me pedían lo mismo. Pero Kudelka y Molina torcieron la historia para que al final me quedara. Y estoy muy feliz de haber tomado esa decisión.

—¿Es una revancha?

—Es una revancha, eso sí. De todos modos, falta mucho, no me quiero enloquecer y voy a poner especial atención en ir partido tras partido.

—Se nota el buen trabajo en pelota quieta que tiene este equipo...

—Antes de los partidos, la Pepa Armando se junta con nosotros y nos refresca conceptos. Por eso me voy muy contento, porque en esa jugada del segundo gol yo no intervine pero el Changuito le puso una pelota estupenda a Pablo Pérez y éste se la metió en la cabeza a Quiroga. Me alegra mucho por el Flaquito, porque él me había puesto un centro bárbaro para que yo meta el gol del empate. Y en el primer tiempo hicimos una muy buena con Jorge Velázquez, en un córner, que salió muy cerca del palo derecho del arquero.

—¿Era para cerrar la cancha si entraba esa pelota que pegó en el palo después de una notable apilada tuya en el segundo tiempo?

—Fue una muy buena jugada, hubiese sido el 3 a 1. Pero igual, me voy muy contento, festejamos la victoria y estamos por el buen camino.

—De visitante, son infalibles...

—No hay un equipo que haya ganado la cantidad de partidos que ganamos y no creo que alguno pueda hacerlo. Sabemos que nos está faltando un poco más de local, que debemos jugar mejor allá en Santa Fe y lo lograremos con el acompañamiento de la gente. Pero lo de visitante es bueno, porque salimos a ganar en todas partes.

—¿Son candidatos ya?

—No, no. Nosotros no tenemos que relajarnos ni subirnos a ningún carro. Falta un montón, hay equipos que se pueden despertar y lo que debemos hacer es seguir laburando con la misma humildad de siempre.

—Estás confiado y hasta encontraste el lugar en la cancha tirado por el costado izquierdo...

—Soy muy autocrítico y estoy hablando mucho con mi viejo, que me rompe las que ya sabés con lo del fútbol, él me dijo que tenía que hacer más goles, que tenía que buscar la posibilidad. Llevo cinco, creo, pero la vengo metiendo seguido en esta segunda parte y eso es lo que me pone muy bien. El hecho de volcarme por izquierda me permite hacer lo que hice ante Chacarita en Santa Fe o esa jugada de la que me preguntaste recién, que dio en el palo.

El “hacedor” de las buenas jugadas

El enviado de El Litoral conversaba con Gustavo Nepote después del partido, antes del regreso de la delegación a Santa Fe, cuando se acercó Raúl Armando, el ayudante de campo de Kudelka y enseguida Nepote señaló con voz firme: “Te presento al responsable de las jugadas de pelota quieta en Unión, el señor Raúl Armando”.

Luego de las risas obligadas, la Pepa, que desbordaba alegría por donde se lo mirara, dijo que “trabajamos mucho con Darío en este tipo de jugadas y hoy se dio una y casi metemos otra, la de Velázquez”. Muy cerca de allí, el técnico también dejó una frase: “Me voy muy contento como profesional por lo que hicimos adentro de la cancha”, señaló.

“Ganamos con autoridad”

Por su parte, Darío Kudelka también se encargó de decir lo suyo luego del encuentro y dejó una frase rotunda para el inicio de la charla: “Ganamos con autoridad”.

—¿Qué les dijiste a los jugadores en el entretiempo, cuando se estaba perdiendo?

—Poco y nada. Los vi con muchas ganas de cambiar la historia, así que sólo les señalé que lo que se estaba viviendo era un obstáculo, una traba, y que teníamos tiempo y elementos de sobra para dar vuelta la historia, cosa que logramos en menos de quince minutos.

—¿Terminaron apretados?

—No tanto. Formamos dos líneas de cuatro y el equipo se replegó un poquito pero fue para sentirse más cómodo marcando. Ellos no llegaron nunca en el segundo tiempo. Siempre pensamos en los tres puntos, y si no, fijáte en el primer cambio que hicimos, que fue el ingreso de un volante netamente ofensivo por un jugador como Montero, que tiene ida y vuelta constante. No pensé en Fioretto sino en un jugador con mayor poder ofensivo.

—¿Qué le pedís a la gente y a los jugadores?

—Calma, tranquilidad y paciencia. Con esos valores, llegaremos bien alto, estoy seguro.

Kudelka lo hizo El DT rojiblanco trabajó a conciencia y a largo plazo para afianzar este equipo que hoy es confiable y gana en cualquier cancha. En la imagen, dándole indicaciones a Mauro Maidana, en el último cambio que dispuso ayer.

Foto: Gentileza Agencia Fotoreporter

Un partido especial Santiago Zurbriggen cumplió ayer 21 años y los pudo festejar de la mejor manera: jugando como titular en Unión y con triunfo incluido a muchos kilómetros de distancia.

Foto: Gentileza Diario Los Andes de Mendoza

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La figura del equipo Matías Quiroga fue fundamental ayer en el triunfo rojiblanco, ya que marcó un muy lindo gol de cabeza pero además fue quien envió el centro para el primer tanto, que convirtió Rosales. Foto: Gentileza Agencia Fotoreporter.

El equipo tuvo mucho carácter y eso es para rescatar. Si a este mismo partido lo jugábamos en la primera rueda, lo perdíamos”.

Juan Pablo Avendaño

Defensor y capitán de Unión

Tengo a mi derecha a un chico con mucha personalidad y futuro (por Zurbriggen) y delante de mí a otro al que grito para ubicarlo (por Vidal). Son dos grandes chicos y nosotros, los grandes, estamos para eso”.

Juan Pablo Avendaño

Defensor y capitán de Unión

Los 21 de Zurbriggen

No pasó desapercibido este 27 de febrero mendocino ni tampoco el triunfo tatengue. Es que hubo un destinatario muy especial a la hora de las dedicatorias. Fue Santiago Zurbriggen, el juvenil defensor rojiblanco que ayer festejó sus 21 años y no pudo haberlo hecho de la mejor manera: con una victoria.

Zurbriggen tuvo una noche complicada en el primer tiempo, aunque se dio el gusto de pasar un par de veces al ataque. En el segundo tiempo, la orden fue muy clara: contenerse, dedicarse a custodiar y clausurar el lateral. Y fue así. Más allá de algún trastorno casual, el trabajo del marcador lateral tatengue fue creciendo y terminó redondeando un segundo tiempo aceptable.

En una jugada de ese segundo tiempo, Zurbriggen quedó tendido en el piso luego de un encontronazo con un rival y fue muy buena la actitud de Sciorilli. El ex River y Colón había recibido la pelota, precisamente, por el sector donde estaba marcando el oriundo de San Jerónimo Norte y como lo vio caído, tiró la pelota afuera.

BAJO LA LUPA

LIMIA (6).- Nada que hacer en el gol. Todo lo demás lo resolvió con sobriedad.

ZURBRIGGEN (5).- Se complicó en el primer tiempo con las apariciones de Fileppi y Bazán. Luego mejoró. No tuvo mucha ayuda de parte de los volantes que jugaron por su sector.

AVENDAÑO (6).- Afirmado definitivamente, jugó con mucha tranquilidad y sin desorden.

BARISONE (6).- Debió estar muy atento en la marca de Menghi en las pelotas quietas. Otra vez hizo un buen partido, demostrando que puede ser una buena alternativa cuando falte alguno de los centrales titulares.

CÁRDENAS (6).- Es cierto que la jugada del gol de Independiente Rivadavia empieza con una pelota que se entretiene demasiado por su lugar, pero aportó aplomo y jerarquía.

MONTERO (5).- Empezaba el partido ideal para él, porque Unión había empatado y se abrían espacios. Pero un fuerte cabezazo le abrió una ceja y tuvo que salir.

VIDAL (6).- No descolla, no es llamativa su labor pero siempre cumple. Bien parado e impidiendo que el rival llegue armado hasta toparse con la línea de cuatro.

PABLO PÉREZ (5).- Tuvo algunas buenas y otras no tanto. Sin desentonar, su nivel estuvo un poco lejos del que mostró en otros partidos.

VELÁZQUEZ (6).- Su partido fue al contrario del que tuvo el equipo: cuando Unión no jugó bien, él fue el mejor; cuando el equipo levantó su nivel, él se fue cayendo.

ROSALES (7).- Jugó un segundo tiempo de gran nivel, marcó el gol del empate, corrió y jugó en la misma proporción y armó una jugada individual descomunal que terminó con una exquisita definición que el palo le negó. Si entraba, era para cerrar la cancha.

QUIROGA (8).- Participó en los dos goles (marcó uno de ellos y le tiró el centro a Rosales en el restante) y nuevamente se lo vio con mucha voluntad, capacidad técnica e inteligencia para aguantar la pelota por encima de los rivales.

SOTO TORRES (5).- No tuvo grandes destellos individuales pero se metió rápidamente en la vorágine del partido.

FIORETTO.- El objetivo con el que entró a la cancha fue muy claro: tener la pelota, dormirla y hacer que pasen los minutos. Jugó, como siempre, al límite del roce con el rival.

MAIDANA.- Apenas algunos minutos en la cancha, sólo para aportar su juego aérea cuando Independiente tiraba muchos centros sobre el área de Limia.