Celebraron el Grito de Asencio
Celebraron el Grito de Asencio
Uruguay abrió los festejos por su bicentenario
Integrantes de la murga (conjunto de carnaval) “A Contramano” se presentaron ayer en Mercedes, Soriano (Uruguay) en el marco del inicio de los festejos del Bicentenario del país. Foto: AGENCIA EFE
EFE
Uruguay arrancó ayer los festejos por su bicentenario con la celebración oficial del Grito de Asencio, que congregó en ese remoto paraje del interior uruguayo a todas las autoridades del Estado, que junto a grupos de ciudadanos a caballo recordaron el inicio de la gesta independentista.
Políticos, diplomáticos, periodistas y habitantes de este rincón rural, ubicado a unos 370 kilómetros al oeste de Montevideo, acudieron a rendir homenaje a los primeros criollos que decidieron levantarse en armas contra la Corona española en la noche del 27 al 28 de febrero de 1811 a orillas del río Asencio, sembrando el germen de la nación uruguaya.
En una humilde y campechana ceremonia, el presidente uruguayo, José Mujica, destacó el Grito de Asencio como el momento en el que un grupo de trabajadores rurales y campesinos levantaron en el país “el pendón de la república” y fueron capaces de crear bajo el liderazgo del prócer José Gervasio Artigas, el padre de la nación uruguaya, “una democracia primitiva”.
En ese sentido, el mandatario apuntó que “en tiempos globales como estos”, donde se están recortando los poderes tradicionales de los estados y se fomenta la internacionalización de todos los aspectos de la vida, es necesario que los países pequeños como Uruguay “busquen sus raíces en la patria vieja”.
Por su parte, el ministro uruguayo de Educación y Cultura, Ricardo Ehrlich, consideró que esta es la celebración “del primero de los grandes momentos” que Uruguay recordará en este año del bicentenario.
“Invitamos a los ciudadanos a compartir un encuentro con la gente que marcó una senda que creó una nación”, apuntó el ministro, presidente de la comisión encargada de organizar los festejos de este año.
Entre los asistentes a la ceremonia destacó un grupo de unos cincuenta jinetes, ataviados a la manera tradicional del gaucho uruguayo y que acamparon el lugar la noche anterior, tal y como hicieron los hombres que en 1811 arrancaron la lucha independentista.
A lomos de sus caballos criollos y con sus vistosos facones (cuchillos de campo) a sus espaldas, los gauchos salieron de sus campamentos, donde preparaban mate y carne asada, con gritos de “viva la patria”.