El ex dictador sólo mostró cansancio

Primera jornada del juicio por robo de bebés con Videla en el banquillo

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Jorge Rafael Videla fue uno de los protagonistas de la jornada inicial.

Foto: Archivo El Litoral

Comenzó esta mañana el juicio por el que los integrantes de las juntas militares serán enjuiciados por el robo de bebés a desaparecidos.

 

DyN

El ex dictador Jorge Rafael Videla, de 85 años y ya con dos condenas a reclusión perpetua en su haber, escuchaba este mediodía el dictamen del juicio por el robo de bebés a desaparecidos durante la última dictadura militar, sin poder esconder su estado de cansancio al cerrar los ojos y cabecear en varias oportunidades.

Sentado en el banquillo de los acusados a la izquierda de su sucesor en las juntas militares Reynaldo Bignone, Videla seguía la lectura del dictamen del fiscal Federico Delgado pero de a poco iba inclinando su cabeza hacia adelante y los costados, en señal de estar dormitando, hasta que reaccionaba y volvía a erguirse.

Además, en el banquillo se sentaron los ex marinos Antonio Vañek, Rubén Franco, José Luis Magnacco (médico), Jorge Acosta; el ex general Santiago Riveros; y el ex prefecto Jorge Antonio Azik, que años atrás intentó suicidarse disparando su pistola al mentón pero fracasó.

Los fallecidos Emilio Massera, ex miembro de la primera junta militar y ex jefe de la Armada, y Cristino Nicolaides, último jefe del Ejército durante la dictadura, también deberían haber sido enjuiciados en este proceso pero murieron años atrás.

Las “maternidades”

El Tribunal Oral Federal 6, compuesto por María del Carmen Roqueta, Julio Panelo y Domingo Altieri, dieron inicio a la audiencia inaugural, sobre las 11 de la mañana en el edificio de la avenida Comodoro Py 2002, del juicio en que se ventilará el plan sistemático de apropiación de bebés a los desaparecidos.

En concreto se revisarán los casos de 34 criaturas nacidas en las “maternidades” que funcionaron en los centros de detención y exterminio Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), Campo de Mayo, Pozo de Banfield, La Cacha, Comisaría 5 de La Plata, El Vesubio, El Olimpo, y Automotores Orletti.

En el dictamen de elevación a juicio oral, del fiscal Delgado, que era leído esta mañana, el fiscal Delgado afirmó que “nacimientos hubo en todos” los centros clandestinos de detención del país, pero algunos de ellos revestían la condición de “centros estratégicos” y por ello la dictadura construyó una suerte de “maternidades” para las prisioneras embarazadas.

Los ocho enjuiciados están acusados de los delitos de sustracción, retención y ocultamiento de menores, y sustitución de identidades, y podrían ser condenados a prisión perpetua. Videla ya acumula dos condenas a reclusión perpetua (en 1985 y 2010) y Riveros, una. Entre los casos que se juzgan se encuentran el del nieto de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, cuya hija Laura estaba embarazada cuando fue secuestrada, y el de la nieta del poeta Juan Gelman.

También llegan a juicio las apropiaciones del legislador porteño Juan Cabandié, quien nació en la Esma, donde estuvo secuestrada su madre, Alicia Elena Alfonsín de Cabandié, y la de la nieta de María Chorobik de Mariani, fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo. El robo de bebés nunca fue amnistiado por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y la promulgación de los indultos, debido a que esos perdones a los militares no incluía la sustracción de las personas nacidas en cautiverio.

Durante el juicio van a declarar cerca de 370 testigos durante ocho meses, y las audiencias se realizarán los días lunes y martes y un miércoles cada 15 días. Los fiscales del caso son Martín Niklison, Félix Crous y Pablo Enrique Ouviña, mientras que actúan cuatro querellas en representación de los familiares de las víctimas.