Ganó los dos puntos de individuales

Argentina con match point

El elenco nacional de Copa Davis buscaba hoy en el punto de dobles la clasificación a los cuartos de final de la tradicional competencia. Ayer, Nalbandian (lesionado) y Mónaco dejaron el marcador 2-0

Quebrado. Mal físicamente, David se aguantó el dolor, arriesgó y se llevó el triunfo. No pudo contener las lágrimas. Foto: Agencia EFE.

Redacción El Litoral

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Una épica actuación de David Nalbandian y una madura respuesta de Juan Mónaco ante la dificultad y la presión, le dieron al equipo argentino de Copa Davis la cómoda ventaja de encarar el segundo día de actividad de la serie de primera fase de la competencia internacional ante Rumania, con una tranquilidad importante.

Nalbandian debió luchar más de lo esperado —no sólo contra su rival, el rumano Adrian Ungur, sino contra sus inconvenientes físicos— para lograr el triunfo, mientras que Mónaco tuvo que apelar al “inflador anímico” que representa el público albiceleste para cerrar una primera jornada ideal, que dejó a los conducidos por Modesto Vázquez al borde de un nuevo acceso a la ronda reservada para los mejores 8.

Hoy, a partir de las 11 —tras el cierre de la presente edición— se jugaba el choque entre el binomio argentino integrado por Juan Ignacio Chela y Eduardo Schwank, y el dúo rumano conformado por Victor Hanescu y Horia Tecau.

Hasta las lágrimas

Concluido el encuentro número 1 de la serie, el unquillense rompió en llanto, que no pudo contener. Y rápidamente explicó los argumentos de tal reacción.

“Tuve sensaciones horribles dentro de la cancha, pude haberme retirado del partido porque el dolor era insoportable, pero jamás abandonaría en Copa Davis y menos cuando juego en mi país”, lanzó el cordobés.

En la rueda de prensa posterior a su triunfo por 6-3, 6-2, 5-7 y 6-4 sobre Ungur, admitió que sintió “molestias que no había tenido durante la semana, lo del abductor fue nuevo. Me empezó a molestar en el final del primer set y desde el segundo fue insoportable, perdí toda movilidad y si hubiera sido cualquier torneo del circuito habría abandonado sin dudar”.

El tenista, de 29 años, descartó su presencia para lo que resta de la serie. “No estoy para jugar, pero igualmente esperaré unas horas. La Davis es algo pasional, me motiva mucho y soy consciente de que cada vez tengo menos tiempo para ganarla”, reflexionó.

Triunfazo

Las mayores dudas previas sobre la primera jornada recaían sobre Juan Mónaco, que aún no tiene un fuerte perfil de jugador copero y le tocaba enfrentar al mejor elemento de los Cárpatos.

Sin embargo, no falló, y tras un comienzo complicado, terminó cerrando una victoria clara por 7-6 (5), 1-6, 6-1 y 6-1.

“Me debía un triunfo así en la Davis”, expresó “Pico”, que llegaba golpeado en esta competencia por haber perdido sus dos partidos ante República Checa en 2009 y también cayó el año pasado ante el francés Michael Llodra.

“Últimamente me tocó siempre bailar con la más fea, tuve rivales muy difíciles sobre superficies rápidas que no son mi fuerte, por eso quería una revancha y afortunadamente se me dio”, señaló.

Por último, resaltó la actitud de su compañero de equipo. “Lo de David nos emocionó muchísimo. Después de ver el coraje que puso en la cancha y que casi no podía caminar, me concentré más y ni se me cruzó por la cabeza perder, no podía fallar por todo lo que había dado mi compañero”, concluyó.

Estamos en una posición favorable, pero falta un punto y no quiero esperar hasta el domingo. Presentía que ‘Pico’ iba a ganar, en la semana lo vi muy bien y lo ratificó”.

De Modesto Vázquez.

Capitán del equipo argentino.

Reclamos y voces rumanas

Tras la primera jornada de acción en la serie por los octavos de final de la Davis, se escucharon declaraciones fuertes.

El capitán Andrei Pavel apuntó a lo difícil que es el público argentino, “hizo mucho ruido cuando nuestros jugadores se disponían a sacar, especialmente durante el partido de Nalbandian. Supongo que estas cosas son parte de la Copa”, reflexionó.

Sin embargo, tuvo tiempo para los elogios. “Argentina tiene muchos buenos jugadores, Nalbandian es de lo mejor del circuito y jugando en su casa es muy complicado”, recordó.

Por su parte, Victor Hanescu recordó que había empezado bien, “incluso pude ganar el primer set, pero después no sé qué me pasó. Perdí ritmo de juego, me fui mentalmente del partido y dejé de ser agresivo”.

También tuve un párrafo para el ambiente que se vivió en la cancha. “Es muy difícil concentrarse con el público gritando constantemente, aunque ésa no fue la razón de haber jugado tan mal. Había estado en el ATP de Buenos Aires pero nunca había jugado contra un argentino. Jamás había vivido en carne propia el aliento de la gente, que se hace sentir y mucho”, concluyó.

Por último, Adrian Ungur reconoció que la “experiencia y el valor” de Nalbandian fueron determinantes al final. “Me di cuenta al final que le costaba, pero en las pelotas importantes jugaba bien”. Asimismo, reconoció que jugar en Argentina “es algo especial porque el público es muy ruidoso y se hace sentir”.