¿Y las retenciones?

El impuesto que grava los derechos de exportación llegó como una medida provisoria, pero todo parece indicar que no se modificará.

Campolitoral

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En el próximo mes de octubre la Argentina elegirá nuevo presidente. Si bien hasta ahora no se han definido las candidaturas, está claro que el esquema depende de la decisión de la actual mandataria de postularse o no. No lo ha manifestado todavía, pero esto se concretaría merced al clamor de quienes la apoyan. Sin embargo, más allá del resultado de las urnas, parece conveniente evaluar las propuestas o ideas superadoras pueden llegar a prevalecer.

El campo, una vez más, es el disparador donde se dirimen algunas dudas. En Expoagro, los políticos vuelven a desfilar, aprovechando la ocasión para hacer lo suyo y “pegarle” al Gobierno por su política para con el sector. Curiosamente, en la apertura de la megamuestra, fue Julián Domínguez el encargado de bajarle los decibeles al duro discurso presidencial en el Congreso, elogiando la trascendencia del campo para la economía nacional.

En la apertura de sesiones, Cristina le restó importancia a dicho aporte con números en la mano. El ruralismo no se quedó callado. Carbap (entidad de productores de Buenos Aires y la Pampa) aportó como respuesta sus propios números. Según la entidad ruralista, sólo en concepto de retenciones, el agro aportó durante 2010 casi 40 mil millones de pesos, es decir un 10% de la recaudación del Estado nacional. Es más, “la cadena agroindustrial en su conjunto aporta más del 40% de la recaudación nacional, y genera más de 5 millones de puestos de trabajo”, rescatan.

La interpretación presidencial sobre el “éxito” en la política ganadera merece párrafo aparte. El cepo en nombre de la mesa de los argentinos se tradujo en la pérdida de puestos de trabajo, una abrupta caída del stock ganadero y un histórico incremento de precios en el mostrador, lo que arrastra un tácito proceso inflacionario.

Hasta ahora, ningún candidato con aspiraciones serias se atreve a postular una alternativa a este esquema de fondo. Según parece, las retenciones, que nacieron como un plan provisorio para paliar la emergencia de 2001, gozan de buena salud.

Como dijo un chacarero en Expoagro: “La clase política no aprende la lección. ¿Quién se va a animar a matar la gallina de los huevos de oro?”. Parece que hasta ahora, nadie.