Horticultura: compleja y diversa

José A. Portela

Asociación Argentina de Horticultura

La enorme diversidad de las producciones vegetales intensivas nos fuerza a lidiar cotidianamente en un contexto de realidades sumamente complejas.

A los aspectos botánicos, genéticos, fisiológicos y agronómicos, se suman los comerciales: perfiles y modos de consumo, formas de presentación, períodos de abastecimiento, requisitos de calidad, formación de precios.

Pero también están los aspectos ambientales: factores restrictivos y promotores de la producción, provisión de recursos (agua, energía y nutrientes) para los cultivos, riesgos de deterioro (contaminación, erosión, salinización). A los que se suma la necesidad de tener que adaptarnos al cambio climático global, en el que ya estamos inmersos.

Sin embargo, esto no acaba aquí. También están los aspectos sociales y culturales: las historias y vivencias de cada uno; el distinto acceso a la educación y a la información; las formas de satisfacción de las necesidades esenciales; la voluntad para integrarnos; la vocación para el liderazgo, así como para el servicio; las motivaciones y expectativas; los anhelos individuales y colectivos.

A estos se suman a su vez las diversas expresiones tecnológicas que pueden surgir de todas las posibles combinaciones de esos mismos aspectos. Y están también los factores económicos y políticos que, a todo nivel aportan sus cualidades, modulando las dinámicas que tienen lugar en los diversos sistemas humanos que integramos.

Así, desde los “cinturones verdes’ alrededor de las ciudades hasta los grandes montes frutales irrigados; desde el consumo in natura hasta los productos liofilizados; desde los cultivos bajo invernáculo hasta la micromultiplicación in vitro; desde los sistemas de mínimo uso de insumos externos hasta la producción hidropónica de verduras de hoja, una complejidad multidimensional formidable es el factor común en todas estas realidades productivas.

Para remarcar: es ésta una característica distintiva de los cultivos intensivos que no se repite, en igual magnitud, en ninguna otra producción agrícola. Posiblemente, en ninguna otra actividad humana.

La ASAHO es, por vocación, un espacio de libre encuentro para todas las manifestaciones de la compleja diversidad que caracteriza a las producciones vegetales intensivas.

Tamaño desafío la impulsa.