SE CONMEMORA HOY EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

“El primer logro fue que nos dejaran sonreír en el trabajo”

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Norma Ciorciari, presidenta de la Federación de Centros de Jubilados.

Flavio Raina

Sentada en el living de su casa, pituca como ella, Norma Ciorciari no para de hablar y gesticular. Cuenta su historia y despide una energía envidiable para su edad que es imposible saber porque se niega a decirla y no por coquetería. “Si digo cuántos años tengo me tratan de manera peyorativa y me dicen ‘usted a su edad no debería estar haciendo esto’, es porque no entienden que trato de mantenerme en el lugar que logré crearme”, explica con soltura.

Hoy es la presidenta Federación de Centros de Jubilados y Pensionados de Santa Fe y una referente obligada en la calle que la recibió tantas veces encabezando marchas para reclamar la reivindicación de los derechos de los jubilados.

Ese lugar del que habla comenzó a gestarse cuando tenía 20 años y era operadora de tráfico de una empresa privada de origen norteamericano que prestaba el servicio telefónico en la ciudad. A los seis meses de trabajo, comenzó la actividad gremial de forma clandestina en una casa de calle Maipú; allí fue elegida por sus 200 compañeras delegada del sindicato de los trabajadores telefónicos. Esa empresa de capitales extranjeros y otras similares junto con la nacional “Teléfonos del Estado” constituyeron en 1948, por decisión del presidente Juan Domingo Peron la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTel).

“Nuestro primer logro fue que nos dejaran sonreír mientras trabajábamos. La empresa norteamericana guardaba acá el rigor de las normas propias de la esclavitud que ellos mismos crearon”, relata y se enfervoriza de nuevo. Las jornadas eran siempre igual en una habitación amplia con una personas que las vigilaba desde atrás. Los hombres cumplían turnos de noche y las mujeres de día, debían sentarse erguidas y con los pies juntos.

“Con compañeras como Maruca Ortega, Lula Oviedo y Eli Nardi reclamamos que la personalidad de cada uno pueda ser como era y que si alguien quería reirse pueda hacerlo. Finalmente lo conseguimos y para festejar les pedimos a todas que se rían mucho”, bromea la señora dando cuenta una vez más que es dueña de una personalidad indócil que la acompaña hasta hoy.

Como sus mentoras señala a Marta Samatán y a Ángela Romera Vera. “Me preparé para la lucha escuchándolas a ellas, íbamos con mis compañeras antes de trabajar a la facultad de Ingeniería Química a encuentros con ellas porque sabíamos que luchaban por nosotras. Son las que iniciaron la lucha social y política de las mujeres en Santa Fe”, destaca.

Después de 46 años de actividad sindical logró jubilarse y eso fue comenzar de nuevo. “Ingresé al Centro de Jubilados de los telefónicos y ahí empece a luchar por una retribución justa para mis compañeros retirados”, afirma.

Norma viaja en el tiempo, recorre su historia rica y desconocida para muchos y llega a marzo de 2011 para dejar su mensaje: “quiero pedirle a la mujer santafesina que se haga respetar porque tiene un rol muy importante en la comunidad. Es madre, es conductora, es maestra y no la figura que hoy muestran los medios de comunicación. La lucha es siempre la misma pero con diferentes características”.