Fue a mediados de la década del ‘50, cuando el presidente era Iparraguirre...

... Y Unión tuvo 20 mil socios

a.jpg

Una foto de aquellos tiempos, con la cancha de básquet recién construida (se observa la tribuna que da a bulevar) y las canchas de tenis en plena actividad.

Foto: Archivo Birri

La pileta olímpica, la tribuna de las bombas, la cancha de básquet, el apoyo de Perón y un hecho sin precedentes: el 10 por ciento de la ciudad era socia de Unión, que tenía 33 deportes en pleno apogeo.

 

Tomás Rodríguez

(Especial para El Litoral)

A propósito de las declaraciones del presidente de Unión, Luis Spahn, a El Litoral y de su permanente prédica hacia el hincha para que se asocie, me permito recordar acontecimientos que tienen que ver con la que se denomina “época de oro” de la institución.

Uno de los acontecimientos más importante que vivió la familia del club Atlético Unión tuvo lugar hace más de medio siglo cuando inauguró el natatorio olímpico de 50 metros de extensión, el estadio de básquetbol (desaparecido), las obras de refuncionalización de la sede social, canchas de tenis, vestuarios centrales, la pista de atletismo de carbonilla y la tribuna ubicada sobre el sector este del complejo polideportivo de la institución, donde se ubica la Barra de las Bombas.

Hace más de 56 años (el 28 de enero de 1955) se inauguró la pileta olímpica de Unión, la primera en el interior del país que se ajustaba a las normas establecidas por la Confederación Sudamericana de Natación. Es decir, contaba con los más avanzados recursos técnicos de la época, de 50 metros de extensión y 16 de ancho, con ocho andariveles, rompeolas, la torre de lanzamientos (trampolines) de 5 y 10 metros de altura y vestuarios centrales.

El referido suceso tuvo gran trascendencia en Santa Fe y la región. En la primera temporada, disfrutaron de la piscina más de 30.000 personas (niños y adultos socios de la institución rojiblanca, fundada el 15 de abril de 1907, además de nutridos grupos de ancianos y niños de los barrios más carecientes, en notable función social y solidaria).

Un dirigente ejemplar

Indudablemente, uno de los principales gestores de este hecho fue el joven presidente de la entidad, doctor Mario Raúl Iparraguirre, quien trabajó afanosamente para llevar adelante ese emprendimiento, reuniéndose en 1952 con el entonces gobernador de Santa Fe, Ing. Juan Hugo Caesar y el vice, Álvaro González; el intendente local, el “Turco” Edmundo Abraham y las más altas autoridades de la Nación, en una etapa cuando el club tatengue crecía paulatinamente y se desarrollaba en todos los aspectos.

Tres temporadas más adelante —en el marco del llamado Segundo Plan Quinquenal— se llevaron a cabo e inauguraron todas las obras precedentes.

Durante la gobernación del peronista Luis Cárcamo, el Dr. Iparraguirre le ratificó su lealtad a las autoridades del gobierno central, concediendo el carné de socio honorario al presidente Juan Perón, de plástico, en color blanco, con el escudo en el medio de Unión, Nº 20.000, en un imponente acto donde estuvieron presentes leyendas del deporte argentino de todos los tiempos.

Dicha credencial, le fue otorgada por Unión al presidente Perón, por todo el apoyo y la financiación del 100 por ciento de las obras.

La delegación enviada por el jefe del gobierno argentino, incluía a Pascual Pérez, campeón olímpico en Londres en 1948 y titular mundial de los moscas al vencer en noviembre de 1954 al japonés Yoshio Shirai; Luis Ángel Firpo (protagonista de la mítica pelea ante Jack Dempsey, en 1923; Roberto Cherro, uno de los máximos goleadores de Boca Juniors; el navegante Víctor Dumas (dio la vuelta al mundo entre 1942 y 1943, sólo a bordo del Legh III); las nadadoras Ana María Schultz y Beatriz Rodhe, y la tenista Graciela Lombardi, entre otras.

Solicitada en El Litoral

El 31 de diciembre de 1954, El Litoral publicó una solicitada firmada por el entonces presidente de Unión, Dr. Mario Raúl Iparraguirre (28 años de edad), de una página, agradeciendo todo el apoyo y la concreción de los distintos trabajos y dedicándole los títulos de todas las divisiones de la Liga Santafesina de Fútbol, un caso sin precedentes hasta entonces, al primer mandatario argentino.

En la organización interna del club, tuvo una loable y destacada labor el joven profesor Carlos Mario Hurtado, quien diseñó y puso en marcha dos departamentos Internos de suma trascendencia para el futuro de la popular entidad, uno el de Actividades Deportivas y el restante vinculado con los aspectos Culturales y Recreativos.

Para tener una idea del avance, la proyección, el crecimiento y desarrollo que presentaba Unión en esos tiempos, es que se practicaban entonces 33 especialidades deportivas, muchas de ellas reconocidas en todo el país como atletismo varones y mujeres (Lilian Buglia, Eleuterio Fassi, René Cerda, Hugo Grazioli, Néstor Fernández, Jorge Nessier, Pascual Giménez); ajedrez, básquetbol en ambos rubros; bochas, boxeo, casín, esgrima, frontón, gimnasia deportiva damas y caballeros, handball, yudo en ambas categorías (dirigidos por Osvaldo Merlotti), natación masculino y femenino (en natatorio y aguas abiertas), patín, pelota a paleta (tenis criollo, siempre se recuerda a Luis “Negro” Vitola, un precursor de esta rama en el club); pesas, polo acuático; actividades de defensa personal, vóleibol masculino y femenino, tenis y tenis de mesa, entre otras.

En la década del ‘50, Unión se consolidó como la gran institución social y deportiva de la ciudad y una de las más importantes del interior del país.

La calidad del “Pocho” Peralta

En esa década, Unión conformó un gran equipo de básquetbol, realizando una exitosa gira por Brasil (11 victorias y una sola derrota). El presidente Iparraguirre había designado años atrás titular de la subcomisión a José “Pepe” Poi, incorporando a grandes basquetbolistas, entre ellos, Orlando “Pocho” Peralta, Juan “Parco” Barea, Raúl “Polo” Muzzio, Francisco “Pancho” Osuna, Orlando Ruata, Jorge Medina, Manuel Salaberry, Gerónimo Insaurralde, Luis Hubeaut, Héctor García, Ramón Marín y Daniel Damiani, entre otros.

Muchos se olvidaron, pero también se constituyó un notable quinteto femenino, con figuras relevantes que salieron campeonas como Katia Lapalma, Noemí Martínez, Celia Zencar, Elena Giménez, Teresita Cruz, las hermanas Vilma y María Brignone y María Lillino, entre otras. Durante esos años, la concurrencia de aficionados en esta disciplina era superior a la masculina.

Se construyó un estadio con tribuna tubular, de madera, en el sector este; mientras en el oeste y en el sur se construyeron las plateas, teniendo una capacidad para más de 2.000 personas, realizándose posteriormente el campeonato Argentino de básquetbol en 1958 que se adjudicó Capital Federal venciendo en la final a Santa Fe.

Actividades culturales

El Departamento de Actividades Culturales agrupaba a las subcomisiones de danzas folclóricas (con la enseñanza y las famosas peñas de los viernes conducidas por Alcides Hugo Ifrán), preparación de locutores (a cargo de Armando Esaúl “Negro” Molinas); teatro (dirigido por Carlos Catania, fundador del Ticau), patín artístico (dirigido por el incomparable profesor Marín), coros infantiles (bajo la responsabilidad del recientemente desaparecido Jorge Molinas) y de adultos, artes plásticas (guiadas por Moya Ricci, Roberto Petrucelli y el prestigioso Roberto Favaretto Forner) y filatelia.

Otra postal característica de estos tiempos resultaba la presentación de espectáculos bailables con grandes orquestas de la música popular argentina, el tango, como las de Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese, Juan D’Arienzo, Enrique Mario Francini-Armando Pontier, Carlos Di Sarli, Osvaldo Pugliese, Horacio Salgan; voces incomparables como Roberto “Polaco” Goyeneche, Edmundo Rivero, Ángel Vargas, Fiorentino, Hector Mauré y Alberto Podestá. En otros rubros, la gente se deleitaba con Varela Varelita.

Y el “baile de los locutores”

Los populares bailes de carnaval, de disfraz y fantasía, también convocaban a miles de santafesinos en la sede de la institución, en la Av. López y Planes 3553 y en forma anual se realizaba en sus instalaciones el tradicional “baile de los locutores”, animado y conducido por los más prestigiosos hombres y mujeres al frente de los micrófonos de LT 9 Radio Santa Fe, con una concurrencia multitudinaria, numerosos premios a los asistentes y destacados agrupaciones musicales.

Dos jóvenes apasionados por Unión y vinculados familiarmente entre sí, Julio “Bocón” Alberto y Norberto “Gordo” Melero tenían a su cargo la organización y puesta en marcha del Show Rojiblanco que se realizaba semanalmente los jueves en la tradicional pista de baile y patinaje (desaparecida), donde se levanta hoy el estadio cubierto Ángel Pedro Malvicino.

La intensa actividad deportiva, social y cultural hizo que el Club Atlético Unión, a mediados de la década del ‘50, llegara a tener más de 20.000 socios en una ciudad que contaba con 200.000 habitantes: es decir que el 10 por ciento de los santafesinos estaba asociado a la entidad, algo inimaginable en los tiempos que corren en la actualidad.