La prohibición reglamentaria no los detuvo...

Pagaron $ 180 y entraron

Más de 500 hinchas de Unión en las plateas de la cancha de Tiro. Gritaron el primer gol, Baliño detuvo el partido y casi hubo incidentes. Algunos pocos hinchas locales amagaron con reaccionar.

Pagaron $ 180 y entraron

Movida tatengue en barrio Ludueña. La mayoría de los que se ven en la platea tirolense son hinchas de Unión. Se calcula que fueron más de 500. Foto: El Litoral

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Rosario)

Desde el mismo momento en que los enviados de El Litoral salieron de la ciudad para desandar los 156 kilómetros que nos separan de Rosario, se percibió algo que se concretó en pleno corazón del barrio Ludueña: los hinchas de Unión no resistieron la tentación de acompañar al equipo y pagaron lo que hubo que pagar para ver al equipo de Darío Kudelka.

Algunos coches con banderas —que luego guardaron a la llegada a Rosario para evitar cualquier problema con la policía— se dirigieron a la cancha de Tiro, donde Unión siempre llevó mucho público en los encuentros que disputó y estando en una posición no tan firme y ventajosa respecto del ascenso como en esta ocasión.

Al llegar al estadio, los hinchas se dirigieron a las boleterías y pagaron, en su mayoría, los 180 pesos (luego se dijo que eran 150 pesos y un bono de 30) que costaba el ingreso a la platea de Tiro Federal. Algunos resolvieron “asegurarse” y pagaron los 330 pesos que costaba la entrada a los palcos que construyó el club rosarino en el sector opuesto al oficial.

Cuando el Flaco Quiroga recibió el rechazo largo desde el sector defensivo rojiblanco y marcó, ante la salida desesperada y fuera del área de Vega, el primer gol de Unión, muchos hinchas tatengues lo gritaron. Como consecuencia de ello, los hinchas de Tiro que estaban ubicados en el mismo lateral pero del otro lado, abrieron una puerta (que estaba sin llave ni candado), pasaron por el sector central de la platea (allí también había hinchas tatengues) y pretendieron agredir a los simpatizantes visitantes. Intervino la policía y como los simpatizantes locales eran menos, se replegaron de inmediato y la situación se tranquilizó. De todos modos, rápidamente se metieron en la cancha algunas personas de seguridad que estaban vestidas de traje; Baliño paró el partido, habló con los jugadores y en el entretiempo también aprovechó la oportunidad para hacerle alguna advertencia al técnico rojiblanco sobre este hecho.

Si bien la reglamentación es específica y se prohíbe la entrada de hinchas visitantes a los estadios en los partidos de la B Nacional, ¿cómo se puede hacer para evitarlo? Unión, por ejemplo, tuvo más de 200 hinchas en los palcos y plateas de la cancha de Ferro; lo propio pasó en la de Instituto, hace un par de semanas atrás. Y el problema radica en el partido del jueves en Paraná, porque si ayer fueron más de 500, ¿cuántos pretenderán ir a una ciudad que está a 25 kilómetros de la nuestra?

Lo primero que se le debe inculcar a la gente es que no vaya, que no se arriesgue y que evite un disgusto que puede ser mayúsculo. En Santa Fe hubo gente de Patronato que gritó los goles que hizo el equipo entrerriano en el partido de la primera rueda y hubo problemas. Además, los antecedentes no son buenos: en 1978 hubo incidentes cuando se jugó el último partido oficial entre estos dos equipos en la cancha de Patronato, en aquel recordado Nacional de Primera División; y también se repitieron los inconvenientes cuando mucha gente de Patronato vino a Santa Fe el día que se enfrentaron en forma amistosa, antes del comienzo de la temporada.

Ya la dirigencia de Patronato se reunió con la policía y se tomaron algunas determinaciones, como por ejemplo la de no vender entradas el día del partido. La dirigencia de Unión debería recomendar a sus hinchas que no viajen, recordar la vigencia de la reglamentación e inculcarles que los probables incidentes que pudieren registrarse no sólo los afectarían individualmente, sino también les podrían traer problemas a la institución en este camino expedito al ascenso.

Es cierto que no hay forma de parar al que quiera irse a Paraná y entrar a la cancha si consigue la entrada. Pero hacerlo en forma masiva, máxime gritando un gol, es sinónimo de problema mayúsculo en una cancha que tendrá, probablemente, 10.000 hinchas de Patronato. Y además, en un estado de relaciones muy tensas entre las dos parcialidades.

No se pide que los dirigentes de Patronato y Unión hagan lo que hicieron Abdo y Raffaini, los presidentes de San Lorenzo y Vélez en la previa de un partido que, lamentablemente, dejó otro muerto más en la historia del fútbol argentino. Pero es bueno que se tomen medidas preventivas y, sobre todo, que se realice el máximo esfuerzo para persuadir a los hinchas tatengues para que no viajen. Verlo por TV y festejar, si el resultado es positivo, esperando a los jugadores como anoche en el club, puede ser un buen programa para el jueves.


Giusti y Ramaciotti

En la cancha de Tiro estuvieron Ricardo Giusti, campeón mundial en México ‘86 y ex jugador de Unión en la temporada 91-92, y Carlos Ramaciotti, quien dijo que está esperando ofertas para dirigir, “pero me gustaría que no sea ya, porque estoy a punto de ser abuelo”.

Giusti vio el partido al lado del ex dirigente de Unión, Marcelo Martín, y elogió el trabajo de Unión. Por su parte, Ramaciotti dijo que “el equipo está sólido, tiene buena salida por el costado izquierdo y aprovecha las oportunidades”.

Como en otros partidos, se observó además la presencia de jugadores del plantel que no estuvieron entre los 20 que viajaron el jueves y concentraron para este partido. Por ejemplo, se pudo observar la presencia de Alejandro Pérez, de Pedro Suárez y también del “Pata” Avendaño, que no estuvo por haber llegado a cinco amarillas, entre otros. Muy buen gesto que ya se había reiterado en Córdoba.

Rebottaro sigue

“Charlamos con el presidente, tomamos un café en el vestuario y seguiremos hablando mañana (por hoy). También voy a hablar con algunos jugadores que deben reaccionar y a los que no veo bien”, señaló el entrenador de Tiro Federal, Andrés Rebottaro al término del encuentro en el desapacible anochecer rosarino.

Llamó la atención la reacción airada de Talín cuando Rebottaro lo sacó en el segundo tiempo. Revoleó su brazo y le recriminó la decisión de reemplazarlo por Rossi, un cambio que se hacía imprescindible teniendo en cuenta que necesitaba gente arriba para descontar.

Por su parte, Carlos Dávola, el presidente de Tiro, señaló que “el primer tiempo fue parejo y Unión sólo sacó ventaja marcando los dos goles. Unión es un equipo que vino con toda la furia de resultados positivos, pero la diferencia entre los dos equipos fueron los goles”.

Pagaron $ 180 y entraron

Esperaron a los muchachos. Una linda movida armaron los hinchas para esperar la llegada del plantel. Cerca de las 23 se produjo la llegada de la delegación rojiblanca, que fue recibida por un nutrido grupo de hinchas en la puerta del club. Foto: Pablo Aguirre

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Cómodo por izquierda.

Paulo Rosales se tiró bastante por ese sector, aprovechando los espacios que le dejaba Velázquez (que aparece más atrás en la foto). Lo marca Neumayer, que varias veces salió a buscar al enganche tatengue. Foto: Agencia Rosario