Fue más que Argentinos en el 0-0

Quilmes mejora pero no le alcanza

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

Argentinos Juniors, el único invicto del torneo Clausura de fútbol, y Quilmes, último y solo en el rubro de los que no ganaron, protagonizaron anoche un aburridísimo empate sin goles, en La Paternal, en el partido que abrió la séptima fecha.

Con este resultado, Argentinos, que terminó con diez por la expulsión de Sergio Escudero, llegó a 11 puntos; mientras que Quilmes, donde vio la tarjeta roja Sebastián Martínez, alcanzó las 2 unidades.

El primer tiempo, de desarrollo discreto, mostró a un Argentinos protagonista más por ganas que por juego, pero sin ideas para superar a su rival. El entrenador del conjunto local, Pedro Troglio, que diagramó un ambicioso 4-2-4, puso mucha gente en ataque, pero no le dio resultado.

Es que Argentinos prácticamente no tuvo chances de gol, salvo un remate de Ciro Rius que Sebastián Martínez despejó sobre la línea, a los 35 minutos.

Antes y después, Quilmes, con un planteo tal vez más cauteloso 3-4-1-2 (que por momentos se convirtió en un 5-2-1-2), fue más peligroso.

El equipo de Ricardo Caruso Lombardi encontró muchos espacios en la zona media; dispuso de alguna que otra situación de gol y fue perjudicado, ya que no le cobraron dos penales (de Gonzalo Prósperi a Juan José Morales y de Sergio Escudero a Damián Leyes).

A los 4 m. Morales, solo bajo el arco, erró una chance increíble tras una grosera falla de Nicolás Navarro, y sobre los 40 m. el mismo jugador remató, pero esta vez el arquero respondió bien. Quilmes con menos fue más, pero le faltó decisión para superar a su adversario. El segundo tiempo fue tan malo como el primero, ya que ninguno de los dos equipos encontró la forma de quebrarse.

Argentinos, dirigido por Víctor Bernay (Pedro Troglio estuvo en las tribunas por sanción), tuvo nuevamente la iniciativa, pero repitió los mismos errores conceptuales de la primera etapa.

Quilmes, que se mostró igual de sólido en todas sus líneas que en los 45 minutos iniciales, careció de peso ofensivo. Los cambios no modificaron la inexpresividad futbolística de los dos. Entonces el cero graficó el juego de ambos.