Claves para una lechería eficiente

La transición y su impacto en la rentabilidad del tambo

El período previo y posterior al parto significa un momento crítico que puede abrir el camino a un sinnúmero de patologías. Para prevenirlas, el manejo es fundamental.

Federico Aguer

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Se trata de un tema crucial, que puede impactar de manera definitiva a la hora de los números. Y en esta historia de competirle a la soja, ajustar la muñeca para aumentar la eficiencia puede ser la diferencia entre seguir en la actividad o no. Carlos Sola, veterinario de reconocida trayectoria, destacó a Campolitoral algunas sugerencias para no dejarse “madrugar” por esta problemática.

“Es muy importante en la producción de leche -sobre todo a la hora de tratar de ser eficiente- tener en cuenta la relevancia de los períodos de transición. 21 días antes y 21 días después del parto, ya que se transforma en el momento de máximas chances de atravesar problemas para las vacas”. El especialista abordará el tema en el próximo Congreso Veterinario Zoo Vet. Claves Para una Lechería Eficiente, a desarrollarse en la ciudad de Santa Fe el próximo viernes 15 de abril.

Para graficarlo, nada mejor que el sentido común. “Quienes somos padres de familia hemos visto cómo sufren nuestras mujeres después de tener a sus hijos. No pueden ir a caminar o realizar actividades normales por un tiempo prolongado. A las vacas les ocurre lo mismo: 21 días antes del parto, la vaca tiene que acomodarse para pasar de un periodo de descanso a uno de máximo trabajo como lo es el posparto, donde debe empezar a dar leche”, dice.

“Si nosotros no preparamos al organismo de esa vaca, que inmunológicamente está muy deprimida y sin defensas, tenemos altas chances de tener una vaca con problemas, incluso que esa vaca muera en los primeros días o que haya que indicarle rechazo, ya sea porque se le desprendió la ubre o porque tuvo un problema metabólico que le condicionó alguna complicación extra, o no va a quedar preñada, etc.”, continuó.

Cuestión de números

Para el Méd. Vet. Carlos Sola, al decir una alta chance significa referirse a que hay muchos tambos que tienen hasta el 10 por ciento de patologías en esos primeros 21 días después del parto, por lo que es un tema a considerar.

En esto, es clave darle al animal un tratamiento de “mimo”. “En esos períodos es cuando la vaca tiene que tener los mejores requisitos de confort: ya sea sombra, piso, buenas aguadas, etc. Eso como primera medida en cuanto al tratamiento y al cuidado que tenemos que darle. Además está el cuidado en el tema del parto -agrega-, el que tiene que ser en un lugar adecuado, con buen piso, libre de gérmenes en lo posible. Y después del parto, -que es cuando la vaca tiene que empezar a trabajar- hay que tratar que ese animal tenga la posibilidad de recuperar su organismo disminuido y ponerla en máxima condición de trabajo”, aconseja.

¿Cómo se logra?. Con medidas de manejo. Y bastante simples, pero que requieren “estarle encima” al lote y no perderle pisada. “Separándolas del rodeo general, pero dejándolas cerca de la sala de ordeño, de manera que tengan que caminar muy poco y que el proceso sea lo más ágil posible”, dice Carlos.

“Como verterinarios sabemos que si tenemos vacas problemáticas las vamos a tener en ese período. Por eso, todo lo que hagamos como técnicos para que el animal atraviese ese proceso de la manera más exitosa se traducirá en un éxito mayor a nivel general del tambo”, redondea.

Un poco de todo

Las principales patologías que suelen surgir en estas etapas tienen que ver con problemas metabólicos: vacas caídas, con retenciones de placenta, con desplazamiento de abomaso (estómago verdadero), al faltar calcio se puede desplazar a la derecha, prolapso de útero (el mismo sale por la vulva al exterior), metritis (infección del útero) etc. También pueden aparecer enfermedades de ubres o patas, hepáticas, edemas de ubre, mastitis, pododermitis en sus distintas expresiones. “Todas tienen algo en común: producen dolor, malestar en la vaca y el animal disminuye su consumo. Al disminuir su consumo el animal empieza a consumir sus reservas corporales, con lo cual el consumo de grasa se ha exagerado y entramos en un cuadro de setosis.

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“Como verterinarios sabemos que si tenemos vacas problemáticas las vamos a tener en ese período. Por eso, todo lo que hagamos como técnicos para que el animal atraviese ese proceso de la manera más exitosa se traducirá en un éxito mayor a nivel general del tambo”

Med. vet. Carlos Sola

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¡A tomar la leche! La suplementación con complejos minerales y vitamínicos es fundamental para apuntalar el sistema inmunológico del animal en este momento difícil.

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Manejo. El lote de posparto se debe manejar cerca de la sala de ordeño pero fuera de la competencia con el resto del rodeo.

Fotos: Federico Aguer

Para estar al día

Según Sola, primero tenemos que ver qué nivel de eficiencia tenemos, cuántos litros de leche somos capaces de producir por hectárea. “Con el sistema que tenemos en cada campo, aceitando los errores. No tenemos que meternos en cosas nuevas sin corregir los errores previos, porque eso es aumentar los problemas. Igualmente, creo que hacia un encierre el país va a ir, por una cuestión de que la tierra es un elemento muy crítico. Ahora bien, hay muchos intermedios entre un estabulado y una vaca pastando. Hoy tenemos tambos con corrales de encierre donde llevan el pasto picado a sus patios de comida y están arriba de los 20.000 litros de leche por hectárea, y a la vez tenemos tambos estabulados muy por debajo de esa cifra”. Para Sola no hay una receta si no hay un análisis previo muy profundo con el equipo en general. “Nuestros sistemas son variables, uno puede subir o bajar de intensidad, pero nunca podemos volver atrás con el hormigón ya levantado, hay procesos intermedios que pueden funcionar muy bien. Habrá más vacas por unidad de superficie, mucha variación en el método más eficiente para cada unos de los establecimientos”, anticipa.