Resistió un asalto armada de un paraguas

Maestra asesinada por defender su portafolios

Intentaron robarle el maletín que no guardaba dinero sino las pruebas tomadas a sus alumnos.

Télam

Una maestra fue asesinada de un balazo en el pecho frente a su esposo cuando a golpes de paraguas se resistió a que dos delincuentes le roben el maletín en el que llevaba las tareas de sus alumnos, en el partido bonaerense de Lanús, informaron fuentes policiales.

Por el crimen, se buscaba a dos jóvenes que se presume huyeron hacia la villa Zavaleta, del barrio porteño de Nueva Pompeya, en inmediaciones de la cual la Policía encontró un auto similar al que se movilizaban.

La víctima fue identificada como Elizabeth Cano (31), maestra de escuela primaria, quien vivía con su esposo, Julián Gregorio, en una casa humilde situada en República Argentina 1449, del barrio Villa Industriales, en ese partido de la zona sur del conurbano.

Según detallaron las fuentes policiales, el hecho sucedió cerca de la medianoche del miércoles, cuando la pareja regresaba a su casa tras atender una pizzería que Gregorio tiene en Avellaneda.

Cano, quien además había trabajado doble turno en la escuela, llevaba un maletín con las tareas de los alumnos, fotocopias y demás elementos de trabajo, además de algunos efectos personales, con los que se bajó del auto de su marido, un Fiat Marea.

Cuando la pareja se disponía a abrir el portón para entrar a su casa, fue abordada por dos delincuentes armados que bajaron de un Volkswagen Bora plateado, donde presumiblemente quedó un cómplice, dijeron las fuentes.

Los ladrones se encaminaron directamente hacia la mujer con intenciones de arrebatarle el maletín que llevaba, pero la maestra, que en una mano tenía un paraguas porque había llovido, se resistió y atacó a paraguazos a uno de los asaltantes. En ese momento, uno de ellos extrajo una pistola calibre 9 milímetros y disparó contra la docente, que cayó malherida tras recibir un tiro en el sector derecho del tórax.

Los asaltantes escaparon sin robar nada y a los pocos metros huyeron aparentemente el mismo auto del que habían bajado.

Cano, en tanto, fue asistida por su esposo, quien la llevó en su auto al hospital Evita, de Lanús, donde cerca de la 1.30 de ayer murió cuando recibía asistencia.

“Fue una muerte absolutamente innecesaria”, manifestó un jefe policial que participa de la pesquisa.

Por su parte, el cuñado de la víctima, Javier Gregorio, confirmó a la prensa desde el lugar del crimen que Elizabeth no llevaba nada de valor en el maletín que evitó que le robaran, en el que sólo había material de la escuela en la que daba clases.

“Tenía las cosas del colegio, fotocopias de los alumnos, a los que ella cuidaba mucho y quería mucho. Yo salí a la calle porque sentí el disparo, yo vivo en el fondo, y estaba mi cuñada tirada y mi hermano hablándole”, recordó.

El hombre contó que subieron a Elizabeth al auto y la llevaron al hospital sin lograr que en el trayecto la Policía los ayudara.

“Acá a dos cuadras, tres, por la avenida, pasa un patrullero, vemos las luces, hay un tumulto de gente en la puerta y dobla para el otro lado. Salimos corriendo con mi hermano para el hospital con el auto haciendo luces, bocina muy fuerte y había un patrullero parado en un quiosco, nunca nos siguió, nunca pasó a ver si necesitábamos algo o a ver si el auto era robado”, contó indignado.

Según Javier, su hermano le contó que los delincuentes “sin mediar palabra le manotearon el bolso” a su esposa.

“En el bolso no había dinero. Ellos habían cerrado el local como siempre, a las 23.15, 23.30, y venían acá a la casa. Aparentemente mi hermano nunca los vio”, relató el cuñado de la víctima.

Sobre los atacantes, Javier dijo que su hermano no llegó a verles bien la cara. “Vio dos (delincuentes) nada más, bien vestidos, gorrita, pero no les pudo ver la cara”, expresó.

Durante la jornada, la Policía realizaba distintos rastrillajes y allanamientos en la zona de la Villa Zavaleta, en cuyas inmediaciones se encontró el auto aparentemente tripulado por los delincuentes, quienes hasta esta tarde permanecían prófugos.

En la escena del crimen la policía secuestró una vaina calibre 9 milímetros, proveniente de la pistola con la que mataron a Cano.

La investigación del hecho está a cargo de personal de la comisaría séptima de Lanús y de la DDI de Lomas de Zamora, con intervención de la fiscal 11 de ese distrito, María Costal.

Además, colabora personal de la Policía Federal, con jurisdicción en la villa donde se realizaban los procedimientos.