El “10” inventó una genialidad con la pelota

50.000 dólares vale el gol de Riquelme

50.000 dólares vale el gol de Riquelme

Aún lejos de su gran nivel, a Riquelme le sobró ayer en Santa Fe: fue el mejor de Boca y sacó de la galera uno de esos conejos con forma de pelota. En la imagen, patea entre el colombiano Mendoza y el “Chino” Garcé. Foto: Luis Cetraro

Colón encadenó su tercera derrota consecutiva en Santa Fe: Gimnasia, Racing y ahora Boca. No jugó tan mal pero no hay crecimiento como equipo.

 

Darío Pignata

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Se habló tanto en la semana de la famosa cláusula de los 50.000 dólares que debía pagarle Colón a Boca para poner en campo a Damián Díaz que finalmente Riquelme se acordó un año después de patear al arco, inventó un golazo en Santa Fe y —al igual que el misil de “Bichi” en Mendoza— se sube al podio con su obra maestra para elegir al final el mejor gol del campeonato.

Colón, que no fue superado por Boca como sí le pasó con Gimnasia y Racing, se quedó sin nada en las narices de su gente. Es cierto que pudo ser empate y nadie se hubiera quejado. Pero también es cierto que Colón, en juego, no va para atrás ni para adelante. Su fútbol está peligrosamente estancado en el mismo lugar. Y esto va más allá del mundo del revés de esta campaña: gana afuera y pierde en casa. Y también va más allá del aceptable porcentaje de Gamboa si sigue así: ganando uno y perdiendo otro.

De la misma manera que se acepta como “interesante” tener el 50 por ciento de los puntos para un entrenador es bueno aclarar algo: nadie sale campeón ni es protagonista con ese rendimiento. Y acaso acá está la primera gran diferencia entre lo que se plantea Gamboa como conductor y lo que se le exige a este equipo, porque los números del “Negro” pueden no ser malos para hacer un trabajo de “mantenimiento” en puntos para el promedio, pero no sirven para el famoso salto de calidad que se espera en Colón. Porque a este paso, la punta quedará lejos, las copas también y ni qué hablar del ansiado campeonato.

La impresión, más allá que ayer sufrió la más digna de las últimas tres derrotas en casa ante Boca, es que de cara a San Lorenzo se vuelve al mismo escenario que antes de All Boys en Floresta: necesita sumar el domingo en el Nuevo Gasómetro para salvar la ropa. Se sabe, son las reglas del juego —y del fuego—, pero tampoco es saludable andar jugando al ahorcado fecha tras fecha. No le sirve a nadie: ni a Gamboa, ni a los jugadores ni a Colón.

No tengo mayores objeciones, excepción hecha con Lucas Acosta que debiera estar dentro de los once, con los nombres que pone Gamboa cuando arma el equipo titular. El tema no pasa por los apellidos, pasa por la falta de funcionamiento y por algunos bajones individuales que son insostenibles para cualquier entrenador.

Colón no sabe cómo jugar cuando carga con la responsabilidad de buscar el partido. Por eso pierde tanto en Santa Fe, donde empujado por una multitud —ayer, otra vez, impresionante la cantidad de gente que metió Colón en sus tribunas— tiene el peso de atacar. Le cuesta cuando está empatando y sufre horrores cuando va perdiendo.

El partido de ayer domingo se ajustaba perfectamente a una gala de eliminación, porque estaba claro que Falcioni se quedaba fuera de la casa si se perdía con Colón. Sin embargo, el cara-mala resucitó en el medio del Cementerio, siendo uno de los tantos entrenadores que pasó por acá con pena y consiguió la gloria en otro lado saliendo campeón.

En plena crisis de Boca, se vio la mano del técnico: limpió al arquero, metió otros cuatro cambios, sacrificó a Mouche que no venía jugando mal, tiró más arriba a Riquelme y cambió el esquema táctico. En tenencia de pelota, Boca mejoró y aprovechó la genialidad del “10” para ganar en Santa Fe.

Esto es lo que se le reclama a Gamboa y va más allá de las horas de trabajo. Confidencialmente, reservando la fuente, alguien de adentro de la CD aseguró que “si es por tiempo, trabaja un montón”. Insisto con una idea expresada hace tiempo: con Basile afuera y Cappa adentro, de la camada joven, todos trabajan, tienen varios colaboradores, preparan jugadas y estudian los rivales.

Ese plus que un DT debe darle a un equipo es lo que le está costando imponer a Gamboa en Colón. Es tan raro este momento que hablamos tanto de los refuerzos y ayer fueron Prediger junto al colombiano las figuras.

Hace mucho que el fútbol profesional de Colón no cumple los objetivos deportivos que se traza: en el arranque del 2010 puso todo a la Copa Libertadores y se quedó en la fase de grupos; en el segundo semestre del año pasado, haciendo una inversión importante en refuerzos, se apuntó todo a pelear el campeonato y Mohamed se fue antes de tiempo. Ahí llegó Gamboa, como piloto de la tormenta que dejó el “Turco”. Ahora, en el 2011, escribió su propia historia: pretemporada, amistosos, bajas, refuerzos.

No le sale una al “Negro” en Santa Fe, porque en la previa insistió para que Lerche pague los 50.000 dólares para poner al “Kitu” Díaz: mientras el “10” de Colón no la tocó, el “10” de Boca calentó su pie derecho para inventar una genialidad. Porque lo único que valió 50.000 dólares ayer fue el golazo de Riquelme.

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Candia y Raldes

Para el partido del domingo que viene, a las 16.10 contra San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, el técnico sabalero recuperará al paraguayo Salustiano Candia y a Ronald Raldes, que hoy juega nuevamente con la Selección de Bolivia y vuelve a Santa Fe.

No

Higuaín y Garcé

Tanto el “Pipita” como el “Chino” están descartados para San Lorenzo. En el caso de Higuaín, porque al volver Raldes deberá purgar las dos fechas por la roja en Floresta, ya que vence el 225. En cuanto a Garcé, por haber visto la roja ayer ante Boca.

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47.62%

Rendimiento sabalero

Es lo que acumula Colón en estas siete fechas, como producto de tres victorias, un empate y tres derrotas. Tiene 10 puntos, está ubicado en el puesto 12, habiendo marcado 9 goles y recibiendo 11.

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La contracara para un Riquelme decisivo con la pelota fue el otro “10”, el de Colón: uno de los partidos más flojos del “Kitu” Damián Díaz en Santa Fe. Se fue reemplazado.

Foto: Amancio Alem

viene de la pág. anterior

/// SÍNTESIS

COLON 0

BOCA 1

Colón: Diego Pozo; Humberto Mendoza, Ariel Garcé, Juan Quiroga; Ismael Quilez, Cristian Ledesma, Sebastián Prediger, Iván Moreno y Fabianesi; Damián Díaz; Federico Higuaín y Esteban Fuertes. Director técnico: Fernando Gamboa.

Boca: Cristian Lucchetti; Christian Cellay, Matías Caruzzo, Juan Manuel Insaurralde; José María Calvo, Leandro Somoza, Walter Erviti, Clemente Rodríguez; Cristian Chávez, Juan Román Riquelme; Martín Palermo. Director técnico: Julio Falcioni.

Gol en el segundo tiempo: a los 15m. Riquelme (B).

Cambios: en el segundo tiempo, 18m Lucas Viatri por Palermo (B); 22m Lucas Acosta por Díaz (C); 27m Gabriel Graciani por Quílez (C); 35m Nicolás Colazo por Erviti (B) y Germán Lesman por Higuain (C); 42m Jonathan Mazzolla por Chávez (B).

Incidencia: en el segundo tiempo, a los 43m, fue expulsado Garcé (C).

Cancha: Colón.

Árbitro: Patricio Loustau.

 

Gamboa lo “adelantó”

Durante la semana, Fernando Gamboa hizo declaraciones y elogió a Juan Román Riquelme. “Quienes estamos en el fútbol sabemos que es un ‘monstruo’, que es un jugador muy desequilibrante”, señaló el entrenador sabalero. Lo de Gamboa fue un anticipo de lo que luego ocurrió. El partido se terminó definiendo a partir de una genialidad de Riquelme, quien es cierto que hacía mucho que no convertía un gol de tiro libre y que había dejado muchas dudas en este último tiempo, pero en el momento más difícil del técnico y del equipo, apareció con una jugada de otro partido para convertir el gol de la victoria visitante. Antes de salir a la cancha, Riquelme llevó la voz cantante, arengó a sus compañeros, indicó el camino de la solidaridad como el ideal para encarar el partido y, palabras más o menos, gritó: “De esta nadie sale solo, sino que salimos todos juntos”.

BAJO LA LUPA

POZO (5): apenas un remate a Riquelme estaba en su lista de atajadas. No tenía demasiado trabajo específico hasta que se quedó atornillado en el golazo de Riquelme, donde casi nada pudo hacer.

MENDOZA (6): su misión, como stopper, era anular a Palermo y lo consiguió el colombiano. Se lo nota con oficio pero pesado en los movimientos. Le falta, pero cumplió el zaguero colombiano y fue el mejor de atrás.

GARCE (4): agarró la lanza antes de tiempo, incluso con el partido empatado, desordenando el bloque defensivo. Vio la roja y se perderá, como mínimo, el juego con San Lorenzo.

QUIROGA (5): las lesiones de Candia y Goux, más el viaje de Raldes con la Selección de Bolivia lo obligaron a jugar de stopper izquierdo. Puso, como siempre, muchas ganas.

QUILEZ (4): perdió ampliamente el duelo con las subidas de Clemente por ese andarivel y tampoco pudo progresar demasiado cuando se daba la salida por su lado. Se fue reemplazado.

PREDIGER (6): junto con el colombiano Mendoza, de lo mejor que mostró Colón ayer en el repaso individual. Marcó presencia como volante central y nunca dio un balón por perdido. Siempre deja todo.

LEDESMA (4): es interesante su manejo cuando el equipo está 0-0 o ganando pero no sirve lateralizar el toque cuando hay que ir a buscar el arco de enfrente. Es como que está de más.

MORENO (5): increíblemente, después del excelente partido que hizo en Floresta jugando por derecha, el técnico cambió todo y lo puso del otro lado. No anduvo bien pero metió como siempre.

DAMIAN DIAZ (4): no incidió en ninguna de las jugadas de ataque de Colón, se lo vio nervioso, impreciso y con falta de confianza para pedirla, algo que siempre hace.

FUERTES (5): con sus ganas y decisión aislada de empujar siempre no alcanza. Cómo estará de mal asistido que ayer, directamente, se tiró a los costados como nunca para buscar la pelota.

HIGUAIN (4): todos pensamos que el gol en Floresta y la decisión de pedir el 225 lo iban a agrandar en el buen sentido. Volvió a dejar el “Pipita” una imagen vacía.

LUCAS ACOSTA (5): se animó en los minutos que estuvo. Un remate se fue alto, otro obligó a Luchetti y un cabezazo se fue cerca del caño derecho del “1” de Boca.

GRACIANI (-): reemplazó a Quilez cuando Colón ya era todo nervios y desesperación buscando el empate.

LESMAN (-): un ratito del pibe en reemplazo de Higuain. No pudo cambiar la historia.