Ese invicto perdido en Paraná

Los 24 partidos, el escribano y don Súper

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Así cubrimos aquella derrota en 1978. Foto: El Litoral

Enrique Cruz (h)

La década del ‘70 no pasó desapercibida para la historia de Unión, próximo a cumplir 104 años de vida. A principios de 1971 se tomó aquella famosa decisión de separarse de los torneos de AFA e intentar la vuelta a Primera (había descendido en 1970) a través del viejo Regional que clasificaba para el Nacional. En 1973, se produjo el retorno a la B, en 1974 el ascenso, en 1975 se armó el famoso equipo del Toto Lorenzo, en 1977 se corrió riesgo de descenso y en 1979 se coronó subcampeón del Nacional, cumpliendo la mejor campaña de su historia.

En medio de todo esto, hay otro año sumamente destacado en la vida futbolística de Unión como fue 1978. Con un club complicado en lo institucional, apareció en escena un hombre clave en la vida dirigencial como fue el recordado escribano Rubén Neme, que siendo síndico del club tomó las riendas luego del gobierno de Armando Capello.

Neme reconstituyó Unión, lo normalizó en lo económico y armó un equipo interesante con la llegada de algunos jugadores, como Ribeca, Pitarch, Giachello y otros, que se sumaron a la base que había en el club y que estaba integrada por Pumpido, Telch, Mazzoni, Merlo, Regenhardt y Alí.

Unión inició con Platense una serie de 24 partidos sin perder. El último había sido con Quilmes, el 17 de agosto de 1978. Allí, comenzó la racha que contempló la victoria ante Platense (3-2), con Banfield (1-0), con Chacarita (1-0), el empate con Central (2-2), con All Boys (0-0), las victorias con Gimnasia y Esgrima La Plata (1-0), con Racing (1-0), con River (5-0), el empate con Boca (1-1), las victorias con Atlanta (2-0), con Estudiantes de Buenos Aires (4-1), con Newell‘s (1-0), con Vélez (1-0), con Argentinos (2-1), el empate con Colón (1-1) y la victoria con Estudiantes (3-0) en lo que fue la última fecha del Metropolitano de ese año, donde el campeón fue Quilmes, Unión fue tercero y en un momento de ese partido con Estudiantes, el equipo de Reynaldo Volken se coronaba campeón.

El Nacional arrancó con el triunfo ante Patronato (2-0) en Santa Fe, contra Platense (2-0), con Atlético Tucumán y Chacarita fueron sendos empates en 0, con Gimnasia y Esgrima de Mendoza (2-0), con Huracán (2-1) y con Boca (4-0) en la Bombonera. El miércoles 29 de noviembre era el día estipulado para jugar en Paraná, ante Patronato, y allí se terminó la racha de 24 partidos, que fue la más importante de Unión en toda su historia en la máxima categoría.

Cuenta la historia que Neme había convocado a elecciones para normalizar el club en lo institucional y que el doctor Súper Manuel Corral, amigo del escribano y del mismo riñón político, estaba listo para asumir. “Rubén, asumo después de Boca, no sea cosa que perdamos en la Bombonera y el que ‘ligue’ esa derrota sea yo. Si hay que perder con Boca, perdés vos y yo asumo luego”, le dijo Corral; y Neme asintió. “Está bien, Súper, voy yo como presidente a la Bombonera y vos ‘debutás’ con Patronato en Paraná, ¿estamos?”, le dijo el recordado y querido escribano. Súper, lamentablemente, empezó mal su mandato pero casi se queda con la gloria al año siguiente, cuando Unión estuvo a un gol de ser campeón del Nacional. Pero ésa fue otra historia.