ALICIA SEDLACEK

“Cada artista debe hablar con su voz y sentimiento”

“Cada artista debe hablar con su voz y sentimiento”

En la cabecera del recinto,desde hace un mes el mural se impone con sus 2 metros de alto por sus 3,20 de largo y absorbe en su azul profundo a quienes, frente a él, debaten. Foto: Luis Cetraro

La artista santafesina es la creadora del mural que corona el recinto del Honorable Concejo Municipal, donde buscó plasmar el devenir histórico de estas tierras.

 

Florencia Arri

[email protected]

“Surgió naturalmente. En eso soy egoísta: no pienso demasiado en qué dirán, cómo van a catalogarlo o criticarlo... no me preocupa; pienso que cada artista debe hablar con su voz y sentimiento. Lo que viene después es cuestión de los demás”. Con el guiño en la sonrisa de quien no necesita excusas, Alicia alzó sus ojos y manos y arrojó su razón: “Lo mío surge desde adentro; por ahí con la pintura me peleo más que con el dibujo, pero disfruto muchísimo de ambos”.

Con esa simpleza que nutre la grandeza de quienes trascienden al tiempo, Alicia Sedlacek fue quien dio vida al mural que desde hace un mes corona el recinto del Honorable Concejo Municipal. Su obra fue la elegida entre las once que participaron del Concurso de Murales que convocó el cuerpo deliberante en noviembre pasado, con motivo del 437º aniversario de la Fundación de Santa Fe.

El jurado, compuesto por el presidente del Concejo José Corral; la presidenta de la Comisión de Desarrollo Social, Cultura, Educación, Salud y Derechos Humanos Alejandra Obeid; el profesor Abel Monasterolo en representación de la Secretaria de Cultura del Departamento Ejecutivo; el Arq. Rubén Martínez Ledesma de la Asociación de Artistas Plásticos de Santa Fe; la especialista en Arte y Educación Beatriz Carosi y el galerista Guillermo Aleu por el sector privado otorgaron a Sedlacek el primer premio: la realización del mural y una suma de cinco mil pesos.

El proyecto que propuso la realización del concurso detalló que la obra debía aludir “a nuestra historia y al rol de los ámbitos legislativos en la construcción de la democracia y de la participación ciudadana”, conceptos que Alicia plasmó a partir de “un intento de significar en la imagen el devenir del tiempo. Me inspiré en lo vivido y disfrutado en esta ciudad, porque yo la quiero”.

En sus labios, los primeros trazos nacieron “como cualquier otra cosa que hago, no partieron de lo racional sino de lo intuitivo, de lo sensorial, de un mundo interior. No proyecté y armé; en cambio pensé en qué hacer con todo ese espacio y descubrí que había un compromiso importante: el del tiempo. Esta ciudad es una ciudad vieja que tenía una historia de peso para la historia de los pueblos del Río de la Plata y de nuestro país. Así surgió la idea del tiempo como una forma que sube y desciende, vuelve a retroalimentarse y a surgir”.

Fue también el tiempo el que definió su realización, ya que la convocatoria del concurso supuso sólo un mes para trabajar los bocetos, y dio a Alicia otro mes -enero- para plasmarlo en lienzo. “Trabajé el proyecto con bastante cuidado -contó la artista-, pero al pintarlo hubo cambios. En un principio tenía una forma menos figurativa hasta que me di cuenta que no debía ser tan severa; no debía limitar la posibilidad de comunicar al otro algo que realmente sucedió; de allí que no es trivial que la obra pueda ser figurativa porque estamos hablando de la historia, de los hombres que se merecen estar simbolizados en el lienzo”.

En el azul del tiempo

Ubicado en la cabecera del recinto, desde hace un mes el mural se impone con sus 2 metros de alto por sus 3,20 de largo y absorbe en su azul profundo a quienes, frente a él, debaten. En una paradoja que lo colma de sentido, sus grises azulados se nutren de la tierra y envuelven las miradas en “el tiempo como ciclo, la idea que me movilizó. A partir de ahí vi que había una raíz indígena, el pueblo originario que a su vez se nutrió del agua, la tierra y el cielo. Quería que todo sucediera dentro de un espacio sensorial, que se sintiera más allá porque en el recinto hay gente trabajando y tenía que envolver todo esto en algo placentero”.

Inmersa en el devenir, “con esa idea del pueblo originario inmediatamente vino lo otro: el ‘qué pasó”, contó la artista, en un relato continuo en el que pormenorizó cada uno de los tres momentos que componen la obra. “El del centro es un notorio grupo de contrastes. Por un lado simboliza la llegada de los españoles que traían su ansia de expansión; por otro la religión, expansión de un modo de pensar y de creer, de interpretar la vida y la muerte, la idea católica de ese momento. Esas dos conquistas, la del español y de la Iglesia se enfrentan con una actitud diferente a la del hombre de la tierra”.

“Luego vino lo demás” siguió, desandando en palabras el modo en que sus ojos pintaron al tiempo. “A cada lado de aquella pareja nativa se desprenden dos épocas diferentes: por un lado la integración con cara de inmigrante, la organización del país representada en el chico, y en él la niñez que fue la que más rápido se asimiló”. Con un brillo en los ojos que denoto un recuerdo que trascendía lo figurativo, Alicia evocó en este niño la vivencia de su padre, quien llegó de Moravia, hoy República Checa, y “halló en el Río Salado las aguas que había dejado en su niñez. Tal como mi padre, los inmigrantes venían de una Europa con muchos problemas, llegaban todos en las mismas condiciones a un lugar que no conocían y lograron la integración. En ese niño están los chicos que llegaban, representa el conjunto, el sentido que forma un triángulo para darle esa unidad”.

“El otro grupo es diferente -continuó, con los ojos posados a la izquierda del mural-. Está más disperso y hay más variedad”. En ellos buscó trazar “la integración, necesaria para lograr una ciudad como la de hoy por la que, aún con sus problemas, estamos orgullosos de ser santafesinos. De los inmigrantes que llegaron de Europa surgió la población heterogénea que hoy tenemos. La idea de la organización está representada en la figura del Brigadier López, presente en su estatua, muy importante para esta provincia. Después la idea de la democracia, del hombre que se compromete con los demás sin olvidarse que en esta ciudad la población es muy diversa y también está la diversidad necesitada”.

Logro

Presente en cada sesión del cuerpo deliberante, testigo mudo de sus debates, reconocimientos y acuerdos, el mural representó para sus manos creadoras “un reto, por todo lo que implicó. Vi en el concurso una oportunidad y un compromiso muy serio de realizar una propuesta para el Concejo; eso me motivó a trabajar en el proyecto. Hoy, que no estoy en la primera ni en la mitad de mi vida sino llegando al final, creo que recordaré este momento como algo muy importante en mi carrera; aunque no lo pienso mucho. Fue una obra que me dio mucha alegría, más que un logro es una alegría. Plasmé lo que sentí, ahora es para los otros. De ahí que cada uno pueda disfrutarlo o no, en la medida que lo sienta... Es un compromiso cumplido, si algún día se cansan que lo saquen -rió, tímida, Alicia-, a mí me gustó mucho hacerlo”.

“Cada artista debe hablar con su voz y sentimiento”

“Fue una obra que me dio mucha alegría, más que un logro es una alegría. Plasmé lo que sentí, ahora es para los otros”, expresó la artista. Foto: Luis Cetraro

Personal

Egresada de la Escuela Municipal de Diseño y Artes Visuales de Santa Fe, Alicia se formó como escenográfa en la Escuela de Teatro de la Provincia Secretaría de Cultura, lo que “me brindó herramientas muy útiles para realizar el mural -contó-. Para quienes acostumbran a trabajar en dimensiones pequeñas una obra de estas características tiene el reto del manejo de la tela, de trabajar en el piso y el montaje, cuestiones con las que ya trabajé al realizar escenografías”.

A lo largo de su carrera, Sedlacek perfeccionó sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de París (Taller de dibujo en 1975), en un seminario de educación por el arte del Ministerio de Educación y Cultura de la Provincia (1984). En 1976, participó de las Jornadas de educación por el arte realizadas en la Escuela superior de arte de la Universidad Nacional de Cuyo, donde presentó trabajos y una publicación. En 1984 también participó de un seminario sobre didáctica y creatividad dictado en el Instituto superior del ministerio de Santa Fe; y del Congreso Latinoamericano de Cultura Arquitectónica y Urbana. Fue delegada de la comisión de defensa de Patrimonio Municipal en 1993; designada para participar en el seminario cooperativo para la transformación de la formación docente, en 1998; y participó del primer seminario de actualización docente en el área de educación artística en el año 2000.

Muestras

Alicia realizó muestras individuales y grupales en museos de Santa Fe, Rosario y Buenos Aires; en galerías privadas, en la Alianza Francesa de Santa Fe y Rosario, en los bancos Coinag, Rural y Bica de Santa Fe, en CIVIC de Rosario y en Altos Expertur.

En el exterior, en 1978 expuso en la galería “Atenía” de Compiegne, Francia; también en la Galería D’Art “Joan de Serrallonga” de Barcelona, España, y en el Centre nacional de la Recherche Scientiphique, Bellevue, París.

Dos años después realizó una muestra en el Centro Cultural de Compiegne y Valois, en Francia.

Producción artística

Entre otras distinciones, fue participante por selección en distintos salones oficiales del país: salón Anual de Santa Fe, Rosario, Nacional-regional nacional, Entre Ríos, Salón Belgrano: Municipalidad de la ciudad de Buenos Aires y otros. Salones anuales de Santa Fe.

Ha obtenido diferentes premios en salones de artistas plásticos de Santa Fe durante los años 1950, 1952, 1954, 1956, 1959. En 1961 fue premiada por el XXXIX salón Anual de Rosario, donde obtuvo el cuarto Premio salón anual de Santa Fe, pintura.

Fue premiada en once oportunidades por el Salón de artistas plásticos de Santa Fe: en 1962 recibió el premio de Honor, Premio salón nacional Buenos Aires; en 1963 el premio Municipalidad de Santa Fe; en 1966 el premio Dirección Provincial de Cultura; 1968 el premio de honor dibujo; 1972 segundo premio adquisición pintura; 1973 primer premio dibujo, adquisición salón otoño; 1974 premio Banco Provincial de Santa Fe, premio gobierno de Santa Fe y premio adquisición; 1988 primer premio dibujo: 1989 segundo premio pintura; 1993 segundo premio adquisición Colegio de Abogados; y en 2001 recibió el premio adquisición Subsecretaria de Cultura de la Provincia.

En 1969 recibió el segundo premio, sección pintura, del III Salón Bianual Regional de Artes Visuales de Rafaela. Un año después recibió una mención en el VII Salón del Litoral, Entre Ríos.

Alicia también fue becada por la Cámara de diputados en el Salón becarios de Santa Fe; y en 1980 recibió la beca Secretaría de Cultura del XXII Salón de Becarios del Museo provincial de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez.