Seducir a la política

Ing Agr Víctor Piñeyro

Quienes trabajamos en los agronegocios en Argentina debemos tomar conciencia de la necesidad cada vez más acuciante de tratar de explicar y comunicar la viabilidad de un desarrollo económico impulsado por las exportaciones agroindustriales que a la vez garantice inclusión proporcionando trabajo y alimentos de calidad y precio accesible a toda los habitantes del país.

Pensar un futuro de los agronegocios en Argentina sin romper el falso paradigma de que un país exportador se opone a un país inclusivo es seguir empantanados en la misma ciénaga política que nos tiene enfrentados con la mayoría de la política desde hace años.

El resonante evento del conflicto por la Resolución 125 entre el sector productivo agropecuario y el gobierno Kirchner y los más vigentes problemas de distorsión de precios en los mercados de Trigo y Maíz son solo emergentes de ese nefasto paradigma que destaco más arriba y que lamentablemente subyace en buena parte de la población urbana de Argentina y en casi la mayoría de la dirigencia política.

Pero es injusto trasladar la culpa a otros. Quienes debemos trabajar en pensar, debatir, proyectar, comunicar y romper esta falacia somos nosotros mismos, todos los actores de la red de cadenas de la Agroindustria.

Es nuestra obligación política mostrar y demostrar que nuestro sector agroindustrial puede dar trabajo digno directamente o indirectamente a 20 millones de argentinos, que podemos proveer alimentos de calidad y adecuado precio a los 40 millones de habitantes actuales y a otros 400 millones de ciudadanos del mundo ávidos en comprar nuestros productos en la más prospera época de demanda de alimentos de la historia de la humanidad.

El trabajao será arduo y de largo aliento, no podemos pensar que estos fuertes paradigmas puedan cambiarse con facilidad, lo que estoy proponiendo pasa por pensar y trabajar a largo plazo, sin prisa pero sin pausa.

Existen varios grupos de trabajo que están construyendo interesantes estudios de prospectiva para la demanda y oferta de alimentos argentinos para las próximas décadas y ese puede ser el comienzo del largo camino que debemos recorrer, pero lo que está faltando son equipos de trabajo que piensen en mecanismos para destrabar el falso paradigma que mencionamos al inicio de esta nota.