Entrevista a Ernesto Sanz

“El gobierno y Moyano

son socios en todo”

Declinó participar de la interna de la UCR y da sus explicaciones. Mantiene su precandidatura a la presidencia de la Nación y aboga por una ingeniería de alianzas que permita ganarle al kirchnerismo. Incluye también a sectores del Peronismo Federal de las provincias.

Teresa Pandolfo

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Horas antes de que la junta electoral de la Unión Cívica Radical declarara al doctor Ricardo Alfonsín el candidato oficial para las primarias nacionales obligatorias de agosto -cosa que ocurrió ayer por la tarde-, el senador mendocino Ernesto Sanz estuvo en El Litoral y justificó su actitud frente a su partido y la sociedad.

El criterio luego adoptado por el organismo electoral se conoció cuando el senador Sanz llegaba a la redacción y fue el comienzo de una charla en la que confirmó su precandidatura a presidente de la Nación, sin pasar por la interna del partido.

“Ricardo Alfonsín será el candidato del oficialismo, pero las primarias del 14 de agosto nos colocan a todos los radicales en igualdad de condiciones. Por lo tanto, todos aquellos que queramos competir, y soy uno de ellos, estaremos en igualdad de condiciones, sin ningún título que nos identifique”, dice a modo de estocada inicial.

—Esta semana se volvió a visualizar la debilidad y fragmentación de las corrientes políticas opositoras. Esa fragmentación aparece como uno de los problemas políticos no resueltos del país.

—Absolutamente. Tiene que ver con un sistema político que se reconstruyó de manea desequilibrada a partir del 2001-2002 y ha seguido así; con un gobierno que ocupó un espacio desde el poder, lo sigue ocupando, y con una oposición que debe superar la división.

El gran desafío es éste y la fragmentación no se da hacia adentro de los partidos, sino hacia afuera.

Por ejemplo, hacia adentro del radicalismo no hay divisiones; hay liderazgos o candidaturas que se discuten. La fragmentación se encuentra afuera, al sentarse en una mesa de partidos políticos, de organizaciones políticas entre sí. Ahí aparecen los inconvenientes por la tremenda dificultad de encontrar coincidencias que sean más fuertes que las diferencias. Siempre en las mesas de diálogo, se ponen más arriba las diferencias. Y así no se puede construir.

De todas maneras, así como digo esto de tono negativo, también expreso que existe un desafío por delante y veo una suerte de toma de conciencia con lo ocurrido en Catamarca y Chubut: estos dos acontecimientos que han hecho reflexionar a mucha dirigencia.

Fíjese en mi caso particular: los radicales estábamos conducidos hacia un espacio previo con fecha 30 de abril, con la convicción de tener un candidato. Cuando han ocurrido estas cosas en el país, ya no se trata de tener un candidato para cumplir una formalidad, sino que ese candidato debe estar revestido de un fuerte apoyo popular; y la ciudadanía movilizarse y asumir un compromiso por él.

—Eso no se nota.

—No. Yo analicé el 30 de abril. Para el día antes, Moyano había convocado a una movilización en la avenida 9 de Julio, que viene prohijada por el gobierno nacional -el gobierno y Moyano son socios en todo- y, probablemente, allí se habrían juntado 500 o 600.000 personas. Al día siguiente, el radicalismo iba con una interna nacional. ¿Se imagina lo que habría ocurrido si hubiéramos juntado igual número de votantes o menos que el acto en la 9 de Julio? El candidato emergente de nuestra interna habría sido víctima de cualquier ataque.

En cambio, el 14 de agosto es una opción que se abre para todos nosotros: cuantitativamente, porque 22 millones de argentinos tendrán la obligación de votar. Pero, además, es una opción cualitativa porque nos da tiempo para celebrar acuerdos y poder ampliar la base de consenso. Yo no dudé un instante en ir al 14 de agosto y desechar el 30 de abril.

El mío es un caso puntual, pero los demás referentes del país están hablando de las mismas cosas.

—Usted es consciente de que la UCR aparece frente a un elector poco interesado, dividida en tres: Cobos, Alfonsín y Sanz. ¿Cuál es su estrategia de unión? ¿Cuál es el mensaje que puede nuclear algo?

—Aquí aparecen las diferencias. Creo que el marco de alianzas del radicalismo debe ser mayor que un acuerdo con el socialismo y el GEN. Y tenemos tiempo para lograrlo, porque la fecha de presentación de alianza en el plano nacional es junio.

Si usted me pregunta qué generé con esta pateada de tablero, le respondo que un debate sobre las estrategias de alianzas. Hay que explorar con la Coalición Cívica, pero tampoco alcanza. Aunque sería previsible un marco de acuerdos con ese partido, debemos establecer una ingeniería de alianzas electorales con partidos provinciales o candidatos que aporten desde las candidaturas locales, y ello no me asusta.

No tengo prejuicios para lograrlo porque éstos se me han ido -si es que alguna vez los tuve- al advertir la posibilidad de que el kirchnerismo se consolide con su poder autoritario y hegemónico durante 4 años más. Eso me quitó todo prejuicio.

—Se va camino a que el kirchnerismo sea otra vez gobierno.

—No me quiero resignar. Soy de los políticos que lo ven, pero no se resignan. Me podría haber sometido al 30 de abril. Podría haber ganado o perdido. Seguramente hubiera perdido y eso habría sido resignarse, porque al día siguiente, el candidato de mi partido no hubiera tenido respaldo popular. Y, en segundo término, contaría con un sistema de alianzas insuficiente. Hay que ampliar las alianzas; hablar con los partidos provinciales e incluso estar atentos a cómo termina la interna del Peronismo Federal. Pueden ayudar desde sus provincias a que una fórmula encabezada por un radical obtenga los votos necesarios para ganar; a esto hay que explicitarlo en la sociedad porque algunos se pueden sorprender. Pero, insisto, la sociedad nos está exigiendo cierta unidad en el arco opositor. No se trata de hacer un conglomerado de cualquier cosa, pero sí de tener la inteligencia para armar una ingeniería electoral que permita ganarle al kirchnerismo.

“El gobierno y Moyano son socios en todo”

“El pensar que el kirchnerismo puede gobernar otros 4 años, me ha hecho perder todos los prejuicios”, dice en la entrevista con El Litoral. Foto: Luis Cetraro

Breve gira

El precandidato a presidente de la Nación concretó una breve gira por la provincia que incluyó reuniones en Villa Gobernador Gálvez y visitas a empresas de Sunchales. En su paso por Santa Fe visitó El Litoral; hizo declaraciones y preguntó por el proceso electoral en la provincia. En la redacción, fue recibido por María José Lina Pilatti, integrante del Consejo de Dirección.

/// EL DATO

Relaciones internas

—¿Cómo quedaron las relaciones en la UCR después de que pateara el tablero?

—Hay tensión porque hay competencia, discusión de liderazgos. Desde que murió Raúl Alfonsín, la discusión interna ha sido permanente, porque hay un referente vacante que no se gana a dedo ni con que tres o cuatro dirigentes se reúnan. No me asusta, pero sí me preocupa que, como partido del arco opositor, no podamos encontrar los caminos de unificación de esos espacios.