Le dio otro empujón al cervecero...

River sueña con cosas grandes

Ayudado paralelamente por marcadores ajenos, River se aleja cada vez más de la zona del descenso y está prendido en la pelea por la corona, objetivo que se ajusta mejor a su grandeza histórica.

Redacción de El Litoral

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Télam

River Plate sumó ayer tres puntos más que valiosos para escapar de la zona roja y, a la vez, hundió a Quilmes en el fondo de las posiciones y promedios, al ganarle como visitante por 1 a 0, en partido de la octava fecha del torneo Clausura de fútbol de Primera división.

El único gol del encuentro fue anotado por Paulo Ferrari, a los 13 minutos del primer tiempo y tras gran jugada colectiva.

Con el triunfo, River se mezcló definitivamente en la pelea por la punta, “efecto secundario” de su prioridad: sumar puntos para alejarse de la pelea por evitar el descenso a la B Nacional.

Para este partido, Ricardo Caruso Lombardi, el DT de Quilmes, le plantó a River un espejo táctico: tres defensores, cuatro volantes, dos enganches y un delantero. El partido se dio así, trabado en el medio, con pocas situaciones de riesgo en los arcos.

Pero River mostró jugadores de mejor pie y una jugada, sólo una, le alcanzó para quedarse con la victoria: fue a los 13 minutos, a través de una excelente combinación de los volantes que, tras un último centro de Erik Lamela, Paulo Ferrari cabeceó al gol.

River complementó esos segundos de “tiki-tiki” con 90 minutos de esfuerzo, despliegue generoso, solidez en el fondo y la firmeza de Juan Pablo Carrizo. Contó también en el ataque con algunas aspiraciones individuales, Lamela, Buonanotte, Caruso, pero insuficientes para visitar con recurrencia el arco de Trípodi.

Para controlar el partido tuvo, sí, la complicidad de Quilmes, que dejó en evidencia una vez más todas sus carencias ofensivas (lleva apenas cuatro goles en el certamen) y al que ni siquiera le alcanzó la superpoblación de delanteros a la que recurrió Caruso Lombardi en el segundo tiempo, ya en desventaja.

Porque el local apenas si llegó hasta el arco de River y, cuando lo hizo, lo dicho: se encontró con la seguridad de Carrizo.

Lo de River tampoco fue una exhibición de fútbol pero sí de orden y progreso mínimo hacia arriba, la fórmula anunciada por el DT, Juan José López, para salir del mal momento y que, en definitiva, le está dando buenos resultados.

Ayudado por otros resultados -incluyendo la victoria de Boca ante Estudiantes-, los millonarios se alejan cada vez más de la zona del descenso y se suman a la pelea por el título, un objetivo que a principios de año era impensable.

Diferente es el momento de Quilmes, que de a poco parece resignarse a su destino de Primera B Nacional.

Lombardi tiró la toalla

El técnico de Quilmes, Ricardo Caruso Lombardi, confesó ayer que ya habló con los dirigentes del club para continuar en el cargo aun en caso de descender a la Primera B Nacional, amenaza que se acentuó ayer con la caída 0-1 ante River por la octava fecha del torneo Clausura de fútbol.

“Tengo fuerzas para seguir, pero cada partido que pasa se complica mucho más el panorama. De todos modos ya lo hablé con los dirigentes y, si tenemos la mala fortuna de descender, está la chance de seguir en el puesto y armar un proyecto para volver a Primera A”, anunció Caruso Lombardi tras el encuentro de ayer.

“De todos modos, vamos a dejar todo para revertir esta situación -agregó-. Los jugadores dejan todo y yo no puedo irme por una cuestión de fidelidad hacia ellos”, agregó Caruso.