Torneo del interior

Una final de fútbol terminó con incidentes y un herido grave

Redacción de El Litoral

[email protected]

Del festejo al drama.

Así terminó todo en una final “futbolera” disputada ayer en la ciudad de San Justo y que dejó el preocupante saldo de una persona herida de gravedad, dos detenidos y varios contusos.

Los protagonistas deportivos eran los equipos de Sanjustino (el local) y Quilmes de Rafaela, los que debían definir el pase a la siguiente ronda del Torneo del Interior.

La cuestión debió resolverse por penales, siendo la victoria para los locales. Lo que siguió fue el merecido festejo de los ganadores. Pero fue el principio del desastre.

En momentos que todos saltaban y gritaban se generó un altercado entre Ariel Stilfelman (37), utilero del club Sanjustino, y algunos jugadores de Quilmes. Primero fueron algunos insultos, pero en cuestión de segundos comenzaron a tomarse a golpes de puño.

Fue en dicha circunstancia que el nombrado cayó al suelo donde recibió un tremendo golpe en su cabeza, que le hizo tener convulsiones prácticamente en el acto.

Para esta altura, la batahola era generalizada. Los jugadores corriendo en distintas direcciones, algunos continuando con las agresiones, otros tratando de separar.

Los efectivos policiales que habían sido asignados al evento también tomaron cartas en el asunto y concentraron su acción en evitar que los barras ingresen al campo de juego.

A todo esto el hombre seguía herido y haciendo señas. La desesperación comenzó a ganarse entre los presentes porque se demoraba la asistencia al lesionado.

El Dr. Roberto Doglioli brindó una primera asistencia al utilero y advirtió lo serio del cuadro. Luego con la urgencia del caso fue trasladado en ambulancia hasta el Samco local. Tras evaluar la situación se ordenó su traslado hasta el hospital Cullen de nuestro medio.

Minutos después de las 21 Stilfelman ingresó al hospital Cullen en estado crítico. Los médicos que lo atendieron le diagnosticaron traumatismo de cráneo severo. Cerca de la medianoche el nombrado fue sometido a una intervención quirúrgica.

Al cierre de esta edición la condición del afectado seguía siendo muy delicada y su pronóstico de carácter reservado.

Mientras, los uniformados prosiguieron con su labor y lograron contener tanto a los hinchas más exaltados como a los jugadores que buscaban revancha. Luego, ya en plena pesquisa, comenzó con la toma de declaraciones en el propio lugar de los hechos.

Al cabo de algunos momentos, la policía se trasladó hasta el vestuario de los “visitantes”. Una vez allí procedió al traslado del arquero suplente de Quilmes, Marco Montenegro (24); y el ayudante técnico, Juan Ángel Orellana (37), ambos oriundos de la ciudad de Rafaela.

Es de hacer notar que el operativo contó con 45 efectivos y estuvo a cargo del jefe de Orden Público, Alberto Imhoff.

Además, estuvieron en el estadio el jefe de la Unidad Regional XVI, José Luis Romitti, y el ex jefe de Policía, Rubén Astore, que se encontraba en la tribuna disfrutando del encuentro. Ambos colaboraron al momento de los desmanes, incluso fue Astore, que desde el lugar donde estaba como espectador pudo individualizar a los agresores.

Fuentes policiales reconocieron que el presidente del Club Sanjustino radicó la denuncia policial contra los jugadores y cuerpo técnico de Quilmes, para que individualizaran a quienes participaron de la golpiza al utilero.

De todo lo actuado fue notificado el juez correccional Ricardo Favaretto, quien ordenó que se proceda al arresto preventivo de ambos imputados, por infracción a la ley Nº 24.192 (Violencia en espectáculos deportivos).

No obstante al cierre de esta edición la carátula del episodio habría subido a “Lesiones Graves Dolosas”, motivo por el cual la causa pasaría ahora al juzgado de instrucción de la 6ta. Nominación.