Sobre Cristian U

Roberto Maurer

Existe una visión optimista del futuro de la humanidad que valora a Gran Hermano en tanto formaría parte de un acercamiento de la tele al hombre común: un síntoma de progreso. En este fenómeno, la “vida real” habría ganado un espacio a expensas de la fauna de famosos que habitualmente acapara la atención de los medios. En verdad, ese “hombre común”, tal como se retrata en el reality, resulta un testimonio de la vulgaridad y los instintos mezquinos, por las condiciones en que es retratado y por la manipulación de quien lo retrata. Del “hombre común” y el manojo de cualidades positivas y negativas desarrolladas en la dialéctica de la existencia, sólo nos queda la versión simplificada del “hombre pedorro”, si nos queremos entender en el vocabulario directo de los participantes de Gran Hermano.

Ya quisieran

En estos tiempos precomiciales de imágenes en pugna de la clase política, intentando abrirse paso para llegar al gran público, se debería estudiar el caso de un paseador de perros desconocido hasta hace pocos meses, que ha provocado discusiones más acaloradas que cualquier candidato a presidente y a quien suele aplicarse el calificativo napoleónico de Gran Estratega. Con sus sutiles movimientos en La Casa, que pueden ser analizados como una partida de Karpov, ha despertado admiración, y algunos rencores, como resulta común con las grandes personalidades. Con cierta ampulosidad, la crónica ha llegado a usar la expresión de “victorias pírricas”, al referirse al paseo triunfal del personaje. Su mérito en verdad, consiste en utilizar el más bajo maquiavelismo que propone un juego cuya concepción misma es sucia.

Se trata de Cristian U, de Barracas, 30 años y de apellido Urrizaga. Es el mismo que al comienzo de Gran Hermano fue noticia cuando un fiscal pidió su captura por la denuncia de un abogado que lo reconoció en la pantalla como uno de sus agresores en un maxiquiosco. Y fue alcanzando su actual estado de popularidad mediante una estrategia de autonominación que lo fortaleció en el juego, que por momentos sólo gira en torno a él. Con un apoyo del 75 por ciento de los votos del público -más que Urtubey- volvió una semana después a La Casa luego de haberla dejado voluntariamente por el aniquilamiento espiritual al que fue sometido por sus compañeros. “Sólo deseo abrazar a mi familia, mi novia y mis perritos” dijo, en ese orden (*).

Hoy, después de la última gala de expulsión, le resulta indescifrable la desconcertante continuidad de Solange. “Me tiene de la cabeza. No tiene idea. Ni historia tiene”, reniega. ¿Cristian U habrá tropezado con alguien de su altura estratégica? En el Facebook de Cristian, a quien sus fans llaman familiarmente “Cris”, se multiplican las adhesiones fanáticas, algún insulto y también inquietud por el destino del ídolo. Es que se ha denunciado que existió una conspiración para hacer ver que “la salida de Gisele fue una derrota para el mejor jugador de la historia de Gran Hermano”. En el muro de Facebook de Cristian, debe admitirse, también se leen provocaciones de la tropa de Solange, y pedidos de “parar el bardeo con spam”.

Redes sociales, un campo de batalla

Los seguidores de Cristian U atacan por Twitter a Jorge Rial, ya que lo ven como un enemigo que intriga contra su favorito. Se “metió con la familia”, protestan, porque trató de “chanta” a su pareja, y acusa a Cristian de “violento”. Rial respondió tratándolos de “adolescentes de pelotero” que sólo lograrán perjudicar a su propio elegido.

La oportunidad fue aprovechada por Ricardo Fort, enemistado con Rial, que hace unos días prometió matarlo de un tiro en la nuca, para sacar ventajas al rival. A través de las redes sociales o insociables lanzó una oferta de trabajo: “Chicos, pueden decirle a Cristian que ya tiene laburo en Fortuna 2 cuando salga de GH”. Y agrega un comentario solidario para quienes como él, son agredidos porque se destacan: “Siempre atacan al que sobresale”.

Cristian U ha sido tratado de egocéntrico, maltratador, prepotente y mal educado, es decir los atributos con los cuales se gana el respeto de Fort y de buena parte de la sociedad.

(*) El renunciamiento de Cristian U provocó una conmoción en el público, ya nada volvería a tener sentido sin él. Entre los miles de mensajes de aguante pidiendo su retorno, hubo amenazas: “Si se va Cristian, miro Discovery Channel”.