Una hermosa ciudad capital

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Vista de la imponente Catedral Nacional de Washington. Su estilo arquitectónico es el gótico; la longitud de la nave es de 161 metros y es la sexta más grande del mundo. El arquitecto principal de la obra fue Philip H. Frohman.

Las numerosas y amplias avenidas arboladas, las glorietas y plazas, los parques y jardines, hacen de Washington una de las ciudades más hermosas del mundo.

TEXTOS Y FOTOS. MARIO A. LAGUZZA

El distrito de Columbia, sitio donde se encuentra la ciudad de Washington, es un territorio pequeño de no más de 174 kilómetros cuadrados, política y geográficamente distinto al del resto del país.

No se parece a ninguno de los 50 Estados siendo una entidad política independiente. La planificación de la ciudad comenzó en 1791 cuando el primer presidente George Washington eligió el lugar para sede del Gobierno Federal.

El territorio, situado junto al río Potomac, fue cedido por los vecinos Estados de Virginia y Maryland, y constituido en territorio autónomo llamado Distrito de Columbia (DC).

La elección del lugar se inspiró en la situación geográfica y política del momento histórico de entonces. Inaugurada en 1800, John Adams fue el primer presidente que se estableció en ella oficialmente.

Las numerosas y amplias avenidas arboladas, las plazas y glorietas, los parques y jardines que hacen de Washington una de las ciudades más hermosas del mundo, se deben al ingeniero francés Pierre Charles L’Enfant que la diseñó por encargo del primer presidente para el proyecto de una futura capital.

L’Enfant adaptó a la naciente capital el estilo de amplias avenidas diagonales y de glorietas, que le traían reminiscencias de París, para la planificación de la nueva ciudad, la cual difiere notablemente de las manzanas cuadradas y rectangulares que caracterizan a las demás ciudades de los Estados Unidos y del resto del continente.

Muchas personas dicen, y también así opina quien escribe este artículo, que Washington es “la París del Nuevo Mundo...”

El forastero acostumbrado a las calles rectas y paralelas se confunde un poco, al principio, con las avenidas que se desprenden del enorme edificio del Capitolio, como los rayos de una rueda y dan como resultado la división de la ciudad en cuatro sectores: nordeste, noroeste, sureste y suroeste. Sin embargo, nadie deja de admirar las primorosas glorietas de fuentes y jardines que interrumpen por trechos las avenidas. Todas ellas llevan nombres de los diferentes Estados.

EL MÁS FOTOGRAFIADO

Actualmente, el Capitolio de Washington es, quizá, el edificio más fotografiado del país. Los profesionales lo retratan en primavera y en verano, encuadrado en un marco de árboles y flores; en invierno, envuelto en un albo de nieve y, en noches de lluvia, con la cúpula reflejada en el pavimento mojado de la calle.

El cuerpo principal de este edificio es de mármol y está sostenido por cien columnas que lo rodean. Remata la cúpula, que es de color blanco, una estatua de la libertad. La misma es visible desde gran parte de la ciudad, pues ningún edificio -ya sea público o privado- podrá sobrepasar a la cúpula del Capitolio, a excepción del Obelisco de Washington.

El ala norte de este gran edificio corresponde a la Cámara de Senadores y el ala sur a la Cámara de Representantes (diputados).

El Capitolio está rodeado por un generoso parque que contiene muchos viejos y nobles árboles, fuentes y estatuas. Desde el mismo se extiende hacia el oeste una importante explanada por una distancia de dos kilómetros y medio hasta el río Potomac.

A lo lejos se levanta el esbelto Obelisco, erigido en memoria de George Washington. Su altura es de 176 metros por 17 de lado en su base. Un ascensor conduce a la cúspide, desde donde se puede contemplar, día y noche, el bellísimo panorama de la ciudad y sus alrededores en todas direcciones. Así, por ejemplo, a un lado se extiende el inmenso y verde parque de los terrenos que rodean la Casa Blanca y demás edificios gubernamentales. Por otro, a través de las copas de los árboles, alcánzase a ver el Instituto Smithsoniano y la blanca y brillante cúpula del Capitolio. Al sur, se ven correr las aguas del río Potomac, a lo largo de sus verdes y sinuosas orillas. Y más allá, en el oeste, se alzan las arboladas colinas donde se encuentra el Cementerio Nacional de Arlington.

Una de las cosas que advertimos al contemplar la ciudad desde la altura es la gran diferencia que la separa de las demás ciudades del país y aún en el extranjero, no sólo por la sobriedad de los edificios destinados a los asuntos de gobierno y por la enorme extensión de sus espacios verdes, sino porque el conjunto de las calles y avenidas de Washington no presenta, como el de otras ciudades, el aspecto de cuadrícula de un tablero de ajedrez.

El Obelisco de Washington es otro de los lugares de visita obligada para todo viajero que llega a esta hermosa ciudad.

LINCOLN MEMORIAL Y JEFFERSON MEMORIAL

Más allá del Obelisco se extiende un enorme estanque rectangular en cuyo extremo se reflejan las columnas griegas de estilo dórico, 48 en total, que representan al número de Estados existentes en 1922, cuando el monumento a Lincoln fue finalizado. Este monumento conmemorativo del 16º presidente Abraham Lincoln es una construcción de mármol blanco de diseño clásico, que se asemeja al Partenón griego.

Dentro del edificio se halla una magestuosa estatua de mármol blanco de seis metros de altura, que representa a Lincoln sentado.

El 28 de agosto de 1963 se dieron cita frente al Lincoln Memorial 250 mil personas para escuchar al célebre pastor Martin Luther King en su recordada y memorable evocación “Yo tuve un sueño”.

A poca distancia se encuentra otro soberbio monumento dedicado a la memoria de Thomas Jefferson. Fue inaugurado en abril de 1943 en coincidencia con el 200 aniversario del nacimiento de Jefferson.

Su estilo clásico de mármol blanco refleja el gusto de Jefferson en arquitectura y se asemeja a su casa en la cercana Monticello, en Virginia.

Dentro del edificio se encuentra una gran estatua de casi seis metros de altura de Jefferson: es de bronce sobre un pedestal de granito negro.

En todo este sector de la capital se encuentra un gran parque que ofrece, entre otras cosas, vistas tan hermosas como la que presentan los cerezos que flanquean el enorme lago cuando florecen en primavera. Estos hermosos árboles, en número de 3.000, fueron un obsequio de la ciudad de Tokyo en 1912, que los japoneses ofrecieron a la ciudad de Washington.

UNA CASA MUY SINGULAR

La famosa Casa Blanca (residencia presidencial) se encuentra sobre la céntrica y elegante avenida Pennsylvania. El edificio de un solo piso alto se levanta en medio de un gran parque adornado por árboles, jardines, fuentes y ardillas.

Este palacio blanco del Poder Ejecutivo fue inaugurado en el otoño de 1800, cuando por entonces esa presidente John Adams. A través del tiempo la misma ha experimentado sucesivas transformaciones. Hasta hace nueve años se podía visitar por grupos conducidos por guías, pero luego de los acontecimientos de setiembre de 2001, dichas visitas se suspendieron.

MUSEOS Y GALERÍAS DE ARTE

Washington se encuentra entre las principales ciudades del mundo en este espacio de la cultura. El prestigioso “Instituto Smithsoniano” fue fundado en 1846, de acuerdo con los términos del testamento de James Smithson, un científico inglés.

El imponente edificio principal, semejante a un castillo inglés, integra un complejo de 11 museos distribuídos en varias manzanas. Así, por ejemplo, tenemos -entre otros- el Museo Nacional de Historia Natural; el Museo de Arte Americano; el Museo del Aire y el Espacio; la Galería de Arte “Freer”; el Museo Nacional de Historia y Tecnología, y la colección Nacional de Bellas Artes.

Es digno de mención el elegante edificio de la Galería Nacional de Arte, el Museo de Arte Africano, y muchísimos más. No debemos terminar esta nómina sin antes mencionar el completísimo Museo y Memorial del “Holocausto”, que abrió sus puertas en 1995: imperdible.

ALGUNOS EDIFICIOS CLÁSICOS

Washington, como principal centro político y administrativo del país, cuenta con muchos e imponentes edificios públicos de organismos nacionales e internacionales. A casi todos ellos los caracteriza su clásica arquitectura de reminiscencia del Mediterráneo europeo, en particular el greco romano que se advierte principalmente en columnas y en el friso.

Un ejemplo de ello es el soberbio edificio de la Suprema Corte de Justicia, con su estructura de mármol blanco e inaugurado en 1935.

Otros ejemplos son: el Archivo Nacional; la Galería Nacional de Arte; el Departamento del Tesoro; el de Justicia; el de Comercio; el de Agricultura; el Departamento de Estado (cancillería); el del Trabajo; la Unión Panamericana y la grandiosa Catedral Gótica.

Saliendo del distrito de Columbia (DC) y cruzando el puente sobre el río Potomac, entramos en el Estado de Virginia. Aquí se ubica el conocido e histórico Cementerio Nacional de Arlington, donde se encuentra -entre otras- la tumba del presidente John F. Kennedy, y la del soldado desconocido.

También en Virginia se levanta el enorme edificio del Pentágono (Ministerio de Defensa). Dentro de la misma zona se encuentra el nuevo Aeropuerto Internacional que fuera diseñado por el arquitecto argentino César Pelli.

Finalmente, a pocos kilómetros de la Capital y frente al río Potomac se encuentra la histórica población de Alexandría, que data de 1749.

TRANSPORTES Y TURISMO CULTURAL

La ciudad de Washington tiene un excelente servicio de transporte público; sus cinco líneas de Metro (subterráneo) cubren prácticamente toda la capital, inclusive un ramal cruza el río, sale de sus límites distritales llegando al Cementerio Nacional de Arlington y continuando hasta el Aeropuerto Internacional, para finalizar en la vecina localidad de Alexandría, a pocos kilómetros de la ciudad capital.

Asimismo, el servicio de ómnibus municipales es muy bueno, no sólo por la prestación sino por su calidad.

En cuanto al turismo cultural y recreativo, ya se ha señalado en general la importancia del mismo.

Solo queda que el lector pueda verificar alguna vez todo lo expresado en esta nota. Ojalá sea muy pronto.

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El Monumento a Washington, erigido en este Obelisco de 176 metros, es la única construcción en la ciudad que supera la blanca cúpula del Capitolio. Rodeado por los cerezos en flor, es un Mirador de la ciudad.

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Rodeado por un hermoso parque y los cerezos en flor se levanta el Jefferson Memorial, monumento erigido en 1943. De estilo clásico sencillo, es de mármol blanco. En su interior, una gran estatua de Jefferson de bronce sobre un pedestal de granito negro.

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El Capitolio de Washington es uno de los monumentos públicos más imponentes que existen en el mundo. Su grandiosidad, aunque bajo una solución romano-clasicista, está dada por la cúpula sobre el salón circular central, y el ancho frontal de columnas corintias en el pórtico.

PAISAJE EN VERDE

Ya se ha señalado que Washington está cruzada por amplias avenidas arboladas, que cada seis o siete cuadras se encuentran con plazas muy arboladas de forma circular, donde convergen otras avenidas y calles. Además, están las glorietas, jardines y fuentes que caracterizan los frentes de casi todos los edificios.

El más grande espacio verde es el que se extiende desde el Capitolio hasta el Lincoln Memorial, a lo largo de tres kilómetros, denominado “The National Wall”. Además, a todo lo largo y frente al río Potomac se desarrolla otro gran espacio verde. Asimismo, debemos tener en cuenta los pequeños parques de tres manzanas, que están diseminados por toda la ciudad.

UN FORO DE LA CULTURA

Washington es un gran centro cultural que alberga numerosos e importantes museos, galerías de arte, bibliotecas, librerías, etc., además de cuatro universidades: la Georgetown University (1789), la George Washington University (1821), la Howard University (1867) y la Universidad Católica de América (1887).

A todo ésto se suma la Academia Nacional de Ciencias, prestigiosos institutos de investigación e importantes bibliotecas como la del Congreso, fundada a principios del siglo XIX, que ocupa -aparte de los anexos- un edificio de una manzana y cuatro pisos construido en estilo Renacentista italiano. Alberga más de 13 millones de volúmenes escritos en diferentes idiomas, infinidad de documentos, fotografías, archivos, mapas, etc, que hacen que sea esta biblioteca la más grande del mundo.

Otra importante biblioteca para destacar es la “Folger Shakespeare”, con libros y manuscritos del Renacimiento y de la vida de William Shakespeare.

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Este palacio blanco de sencillas líneas es la residencia oficial de los presidentes estadounidenses desde 1800 cuando la ocupó John Adams. La Casa Blanca está rodeada por un gran parque, jardines y fuentes, como la que se observa en primer plano.

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CÓMO LLEGAR

A Washington se puede llegar diariamente en vuelos directos de menos de 10 horas. Otras compañías ofrecen el mismo destino, pero con escalas en Miami, Atlanta o Nueva York.

DIFUSIÓN

El autor de la nota pone a disposición de organismos e instituciones un video documental con explicaciones en español, de 45 minutos, referido a Washington. Para más detalles, comunicarse al tel. (0342) 4522123.