Para Jauchen “Se hizo justicia”

El abogado defensor de Storni, el penalista Eduardo Jauchen, habló con El Litoral y confirmó la noticia sobre la nulidad de la sentencia de primera instancia y adelantó que “mi defendido jamás habrá de ser condenado”.

—¿Cuál es su opinión sobre el fallo?

—Sin duda se hizo justicia, como lo vengo sosteniendo desde un principio, desde hace años. Siempre afirmé que así debía ser resuelto y que a pesar de la obstinación motivada por carencia de fundamentación, o por ignorancia o por temor a la opinión de algún grupo social, se vino largamente llevando adelante un proceso plagado de vicios legales y constitucionales: un alto edificio de cartón, que como tal, temprano o tarde habría de derrumbarse dejando solo, lastimosamente, una enorme montaña de papeles inútiles.

Los arquitectos de este edificio no tuvieron en cuenta, quiero pensarlo así en el mejor de los supuestos, que insumieron mucho más de cien mil horas de labor del Poder Judicial y el fomento de la difamación popular para intentar vanamente escribir nuevamente la “crónica de una muerte anunciada”. Es que los jueces penales no están para castigar a los ciudadanos antipáticos o a los que algún sector social no tolera, sino para condenar a quienes han cometido delitos y sólo una vez que esto se haya acreditado con certeza mediante un debido proceso, pues si fuese lo primero la mayoría de la población estaría en “libertad condicional”, o en otros términos expuesta permanentemente al riesgo de un encierro arbitrario tras las rejas, porque ha nacido con un mal carácter o con una expresión facial de difícil sonrisa. Cuando digo que se hizo justicia es porque la resolución de la Cámara se ha esmerado en el voto del primer camarista en un profundo y plausible dictamen que advierte las graves falencias de la sentencia y por ello, como lo solicité, se pronuncia por la nulidad de ésta. Pero no estoy de acuerdo completamente en esta decisión, por la que corresponde no sólo la invalidación de la sentencia sino la del proceso, con base en las múltiples razones que expuse en la apelación.

—¿Qué va a pasar de aquí en más?

—Bien, la sentencia ha sido anulada, y mi defendido sigue siendo inocente porque no se ha arribado a una condena. Si bien como consecuencia de la nulidad de sentencia la Cámara dispone que se dicte una nueva resolución en primera instancia, esto no corresponde, porque como ya dije debe anularse el proceso. En suma, me arriesgo a afirmar que, al menos en lo que a mí me compete, mi defendido jamás habrá de ser condenado.

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