FALLECIÓ ERNESTO SÁBATO

El escritor del realismo metafísico

Falleció esta madrugada el célebre escritor argentino. Tenía 99 años. Mañana iba a ser homenajeado en la Feria del Libro.

El escritor del realismo metafísico

Durante su carrera recibió numerosos galardones, entre ellos el prestigioso Premio Cervantes en 1984, que destaca a los escritores de habla hispana. Foto: EFE

 

De la redacción de El Litoral

TÉLAM/DPA

El escritor Ernesto Sábato murió esta madrugada a los 99 años en su casa de la localidad bonaerense de Santos Lugares, debido a una bronquitis que complicó su estado de salud. Había nacido el 24 de junio de 1911 en la ciudad bonaerense de Rojas. Fue novelista, ensayista, físico y pintor aficionado.

El escritor iba a ser homenajeado mañana en la Feria del Libro por el Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires ya que este año iba a ser su cumpleaños número 100.

Autor de la trilogía de novelas “El Túnel” (1948), “Sobre héroes y tumbas” (1961) y “Abbadón, el exterminador” (1974), fue un escritor y un ser humano polémico, cruzado por sus propias contradicciones, presentes en algunos de sus personajes literarios.

“Nunca me he considerado un escritor profesional, de los que publican una novela al año. Por el contrario, a menudo, en la tarde quemaba lo que había escrito a la mañana’’, declaró una y otra vez para referirse a esa obra que marcó las generaciones del ‘60 y ‘70 y se desdibujó cuando sus ojos comenzaron a fallar, para ser reemplazada por la pintura.

Sus escritos finales, que incluyen memorias y crónicas de la vejez, constituyen su despedida con la escritura, más allá de algún destello vital como la conmovedora confesión de amor a su colaboradora Elvira Fernández Fraga, hoy al frente de la fundación que lleva su nombre.

Días antes de su nacimiento falleció un hermano suyo de 2 años llamado también Ernesto, un hecho que lo marcaría de por vida.

De origen calabrés, su padre tenía un molino harinero en la localidad bonaerense de Rojas y con su hermano Arturo salían a comprar frutas en una volanta. En ese pueblo donde expresó su deseo de ser enterrado pasó su niñez.

SU UNIVERSO

Según el propio Sábato, “El túnel’’ fue la única novela que quiso publicar, y para hacerlo “debí sufrir amargas humillaciones. A nadie le parecía posible que yo me dedicara a la literatura”.

Entre su obra ensayística figuran “Uno y el universo”; “Hombres y engranajes”, “El escritor y sus fantasmas”, “Apologías y rechazos” y “La robotización del hombre”. Además, el “Romance de la muerte de Juan Lavalle”, cantata que compuso junto a Eduardo Falú.

Fue nombrado Caballero de las Letras y las Artes, distinción instituida por André Malraux y la Cruz de la Orden de la Legión de Honor (Francia, 1980). Entre otros galardones, recibió el Premio Cervantes, el Menéndez Pelayo, el Premio Jerusalén y la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Luego de la dictadura militar, Sábato asumió la dirección de la Conadep, organismo que por primera vez puso al descubierto los crímenes de lesa humanidad ocurridos en la Argentina. Un compromiso que continuó hasta el final.

Al finalizar los años ‘90, apareció su libro de memorias “Antes del fin”; al filo del siglo XXI publicó “La resistencia” y en junio de 2004, “España en los diarios de mi vejez”. Para ese entonces ya habían muerto su mujer Matilde y uno de sus dos hijos.

El homenaje que le ofreció el Premio Nobel de Literatura, el portugués José Saramago durante el III Congreso de la Lengua Española realizado en 2004 en Rosario (Santa Fe) mostró -una vez más- el enorme cariño de la gente común por el escritor. Hasta se dio el lujo en esos días de cumplir uno de sus sueños y se fotografió junto a todo el equipo de Rosario Central.

Para entonces, sus apariciones públicas eran cada vez más esporádicas; refugiado en Santo Lugares, su casa se convirtió en un lugar de peregrinación constante, sobre todo cuando era el día de su cumpleaños.