“¡Qué va a ser linda si estoy yo!”

De la Redacción de El Litoral

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Amílcar Brusa nació el 22 de octubre de 1922 en Colonia Silva, un pueblo a 140 kilómetros de la ciudad de Santa Fe. “Yo soy bien campesino. De chico, para ir a la escuela, hacía a caballo 12 kilómetros de ida y 12 de vuelta. Mi vida era en el campo. El trabajo era duro. No había más diversión que unos bailecitos y carreras de caballos. Me empezó a gustar el boxeo y cuando me enrolé me rajé a Buenos Aires”, cuenta Brusa.

Con esa misma constancia, hoy acude puntualmente al gimnasio que el gremio UPCN le instaló en 4 de Enero y Suipacha.

“Gracias a esta disciplina estoy en el Hall de la Fama, que es lo máximo a que se puede aspirar en boxeo, conocí los cinco continentes y tuve el mejor boxeador que hubo en el mundo: Carlos Monzón, de quien tengo recuerdos muy lindos y también muy dolorosos. Monzón significa más en el mundo que en el país. Los porteños nunca lo vieron. Ulises Barrera era un fenómeno hablando pero nunca lo entendió. Cherquis Bialo siempre le encontraba defectos”, recuerda el maestro. Brusa espera el estreno de la película: “Hasta ahora no vi nada. Me filmaron en todas partes, hasta en el Hall de la Fama”, dice. El documental es para él un reconocimiento esperado: “Todos los premios los recibí en el extranjero, en la Argentina nada. Salvo esta película que se hizo ahora”. Pero enseguida rechaza cualquier halago: “¡Qué va a ser linda si estoy yo!”.

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Su lugar. Al lado del ring, viendo boxeo, como siempre. Foto: Pablo Aguirre

Quiénes

El guión y la dirección del filme estuvieron a cargo de Patricio Agusti; Betania Cappato y Mauricio Gómez fueron los productores; Gonzalo Gatto y Arturo Castro estuvieron en dirección y asistencia de fotografía respectivamente; Leandro Ronchi fue el encargado de sonido; y Ramiro Ribas fue el jefe de eléctricos.